Palabra Obispo Macedo
Unos de los discursos más fuertes que el Señor Jesús hizo y cuando habló de fuerte, lo digo en el sentido condenatorio, un discurso donde el muestra su ira contra la hipocresía. Jesús hablando para los fariseos y los escribas hipócritas Jesús dice así:
¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro?
También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor. ¡Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda? (Mateo 23:17-19). Jesús hace una afirmación muy fuerte, ¿cómo que el santuario puede santificar el oro, si el santuario es solo palo, piedra, estructura, cómo puede?, el santuario es el representante de Dios y por eso el tiene poder para santificar la ofrenda, oro, plata lo que fuere, el santuario o el altar son lo mismo, tienen el mismo poder de santificar, separar, consagrar.
Entonces quien santifica es mayor que lo que es santificado, quien santifica tiene poder para separar, consagrar y es eso lo que Jesús esta hablando sobre el altar. Y él afirma que la ofrenda representa al ofrendante, de que sirve santificar, consagrar, separar la ofrenda si la ofrenda es apenas dinero, oro o un bien que la persona deposita en el altar, de que sirve si es solo algo material, ahora cuando lo que se deposita en el altar es la vida de la persona, ahí si lo que es ofrecido es santificado. Es eso que usted debe entender porque infelizmente en los días actuales como en los tiempos de Jesús, los hipócritas ven la ofrenda como dinero, con malos ojos, ven al pastor con malos ojos, observe que esas personas nos miran mal, en realidad están revelando su interior están en tinieblas, entonces no podemos de ninguna manera dar importancia a la manera como ellos ven la ofrenda depositada en el altar porque para ellos todo es material.
Cuando alguien juzga mal la ofrenda y dice que lo que se da es para enriquecer al pastor, lamentablemente es el pensamiento incrédulo, impío y también del hipócrita, por eso Jesús muestra la santidad de la ofrenda porque ella representa la vida de la persona en el altar de Dios.
Los hombres del pasado siempre levantaban altares y ofrecían sus sacrificios, porque tenían una relación con Dios y aquella ofrenda tampoco puede ser ofrecida de cualquier manera porque sino el altar no lo recibe. Podemos observar que cuando Jacob envío sus presentes a su hermano Esaú, Jacob estaba considerando a su hermano como su señor y estaba reconciliándose con él, esas ofrendas representaban a Jacob.
Es necesario que las personas dejen de mirar las ofrendas y los sacrificios con malos ojos para que sus vidas no estén amarradas.
Coloque su vida en el altar a través de su ofrenda sincera, verdadera, sin malos ojos porque mayor es su vida que su ofrenda. Dios les bendiga.
Dios bendiga al pastor macedo
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