Volvimos a sumar otro fracaso en la Sudamericana. A pesar de tener tres equipos de altura de los cuatro que participaron, fuimos goleados en casa. Entonces nos preguntamos, ¿de quién es la culpa?
La Copa Sudamericana pasó de ser un sueño, a una pesadilla. Los equipos nacionales volvieron-salvo algunas excepciones- a hacer un ‘papelón’. El Inti Gas, Sport Huancayo, Juan Aurich y Melgar fueron fácilmente eliminados.
Desde Cienciano, campeón de este torneo en el 2003, no ha habido una campaña similar, lo más lejos que se llegó fue a cuartos de final en el 2011, aquella vez lo hizo Universitario, pero después hemos visto fracaso sobre fracaso. Este año, Inti Gas, ante el Atlético Nacional cayó por un global de 5-0, Sport Huancayo contra Emelec por 7-1, Juan Aurich contra Itagüi por 6-2 y Melgar que ganó en casa 2-0, perdió de visita con Deportivo Pasto 3-0.
Para el periodista Jaime Guerrero, el problema es que ningún equipo se prepara para la competencia y el interés es monetario. “Los equipos reciben 400 mil dólares, solo por participar, por eso vemos el afán de llegar a puestos de clasificación y los dirigentes lo celebran solo por el dinero. Ninguno ha invertido como debería, no esperemos una campaña prometedora”, señala.
Un ejemplo claro de lo que afirma Guerrero lo tenemos en Sport Huancayo, cuyo promedio de edad de sus jugadores es de 35 años, siendo los más experimentados Sergio Ibarra con 40, Rafael Farfán con 37 y el ‘flamante’ refuerzo para el torneo: Pedro García, con 39 años.
Por su parte, Luis Trisano advierte que los jugadores veteranos siguen teniendo vigencia porque nuestro fútbol no tiene nivel para exigirles mayor rendimiento, por eso nos cuesta competir cuando nos medimos con equipos de afuera.
“Tenemos al ‘Checho’, goleador y que rinde en el torneo doméstico, Germán Carty a sus 45 sigue en actividad, ¡esto es un escándalo! Por eso es que en la alta competencia, por físico y fuerza, los demás equipos nos pasan por encima”, dice.
La realidad es que tanto Sport Huancayo e Inti Gas están a media tabla, mientras que Melgar y Juan Aurich prácticamente peleando el descenso. Caso contrario es el de sus rivales, los cuales están luchando por el título nacional en sus países. Entonces, ¿qué podemos esperar de equipos con bajo rendimiento doméstico en una competición continental? Jaime Guerrero está convencido que este es un problema netamente dirigencial porque prima la ambición económica sobre la deportiva. “No hay ambición por gloria, llevan a sus equipos a cumplir, por eso no se refuerzan y encima, dejan mal al país. Hace ocho años no somos protagonistas y los rivales ruegan que les toque con Perú porque saben que somos fáciles”, enfatiza.
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