¡Hasta cuando la intolerancia!

En Pakistán un atentado suicida mató hace una semana a 82 cristianos e hirió a más de 200. Según datos de una organización, el año pasado murieron 105 mil personas a causa de su fe. 

Desde la época del emperador Nerón en el año 50 d.C. los cristianos han sido perseguidos, torturados y asesinados. Si bien hoy en día estas prácticas han sido superadas en muchos países, aún lamentablemente en algunas partes del mundo persisten.

Los últimos atentados en Pakistán y Kenia confirman que la intolerancia religiosa está más presente que nunca.

Por ejemplo, en Kenia, la semana pasada, el grupo radical islámico Al Shabab irrumpió en un centro comercial de Nairobi donde luego de tomar como rehenes a decenas de personas de diferentes nacionalidades comenzó a matar a todos aquellos que no eran musulmanes (68 en total). Una de las victimas fue el médico peruano Juan Ortíz Ituri.

Mientras esto acontecía en Kenia, en Pakistán un grupo de talibanes atentó contra una iglesia llena de fieles. Como consecuencia de la explosión, 82 personas murieron, entre adultos, ancianos y niños, y 205 quedaron heridas.

¿Quiénes son ellos?

Muchas personas se vienen preguntando quiénes son estos grupos extremistas que vienen atentado contra los cristianos.

De acuerdo con el internacionalista Ariel Segal, estas agrupaciones son de origen árabe que se caracterizan por declarar el Islam como religión de estado e ideología política. Bajo ese criterio, dice, atacan a los países con los que tienen conflictos y a los que no comparten sus dogmas. “Desde la década de los 70 hasta la actualidad se han llevado a cabo más de 40 atentados, siendo el de mayor impacto el ocurrido el 11 de setiembre en EE.UU.”, señala el especialista.

Tanto Irán como Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Omán, Yemen, Libia, Sudán, tienen al Islam como estricto y dominante en la vida pública, a tal extremo que abandonar el Islam por el cristianismo se paga con la muerte. Mientras tanto en Argelia, Egipto Iraq y Jordania donde también predomina el islámismo. Los cristianos son vistos como ciudadanos de segunda clase que no tienen derecho  a voz ni voto. A diferencia de ellos, Turquía, Siria y Azerbaiyán son estados laicos, es decir, su gobierno es libre de cualquier organización o confesión religiosa.

Otros motivos

La intolerancia y enseñamiento religioso no solo se da por razones dogmaticas, sino también por autoritarismos políticos desde el gobierno de turno y hasta los movimientos terroristas, los que consideran como amenazas a determinadas agrupaciones religiosas.

Un estudio llamado Los datos de la Lista Mundial de Persecución 2013 (LMP), realizado por la organización internacional Puertas Abiertas, que está a favor de los cristianos perseguidos, revela que el único país donde se vive una “persecución extrema” es en Corea del Norte, que encabeza la lista, debido al dictador Kim Jong-un, el cual condena toda expresión espiritual que no sea la de su país como lo son el budismo y el taoísmo. Los demás países, pero con “persecución severa” son Arabia Saudí, Afganistán, Iraq, Somalia, Maldive, Mali, Irán, Yemen, Erítrea y Siria. 

En Sudamérica, Colombia, por culpa de las FARC, es el único país donde actualmente se secuestra y mata a los cristianos. (Ver infografía)

En el Perú

Durante la guerra interna que desangró al país durante la década de los 80 y 90, tanto Sendero Luminoso como el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru vieron a las iglesias como instituciones enemigas. 

Como consecuencia de esta postura, fueron asesinados- según la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR)- 529 evangélicos en los periodos 83-84 y 88-91 en Ayacucho y Huancavelica, ello sin contar los otros lugares del país y los atentados a catedrales, conventos e iglesias de zonas rurales.

Según la Comisión de Ecumenismo y Diálogo Intereligioso de Buenos Aires, el 2012 murieron 105 mil cristianos,  es decir, uno cada cinco minutos a causa de su fe. Si bien, en las Sagradas Escrituras se dice que habrá tiempos de persecuciones, éstos siempre han estado presente y han dejado a la palabra tolerancia en menos que eso, una palabra sin significado.