Después de cinco años del litigio entre Perú y Chile sobre el diferendo marítimo, el 27 de enero del 2014 se sabrá el fallo de La Haya, y para saber manejar la situación y qué significado tiene este acontecimiento, el internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay nos lo explica.
-¿Cómo debemos aguardar el fallo, con ansiedad, revanchismo o mesura?
-Le corresponde a los peruanos, a las autoridades políticas, judiciales, e intelectuales esperar con natural expectativa, sin aspavientos, apasionamientos, objetividad y, sobre todo, con madures.
-¿A qué se debe que en Chile no se considere tanto este acontecimiento como en Perú?
-Allá nunca se quiso aceptar que hubo una controversia. La presidenta, en ese momento, Michelle Bachelet, dijo que la demanda peruana era un gesto inamistoso. Hay que reconocer que Piñera mantuvo buenas relaciones económicas con el Perú y reiteró el cumplimiento del fallo ante Naciones Unidas. Sin embargo las declaraciones del vicealmirante chileno José Romero que afirma que sus FF.AA. están listas ante cualquier orden después del fallo, han enturbiado un poco esa relación. Esperamos que prime la cordura y el buen juicio en la clase política chilena.
-¿Se percibe un ambiente triunfalista en el Perú?
-No hay triunfalismo porque eso hace daño y el que lo tenga, está equivocado. Siento que se toma con realismo. Yo creo en la tesis peruana porque tengo la convicción que nuestros argumentos son sólidos y están amparados en el derecho internacional de otros casos que la corte ha resuelto bajo el principio de equidad y el método de la línea media de equidistancia. Entonces, tenemos razones lógicas y jurídicas para sentir que los argumentos del Perú van a ser recogidos por La Haya.
-¿Es posible tener un resultado adverso?
-Todo puede pasar, porque estamos en la teoría de riesgo, como repito, somos optimistas.
-¿Cuál debería ser el mensaje de las autoridades tras conocerse el fallo?
-El presidente debe transmitir confianza. Los peruanos nos merecemos tranquilidad y también con la visión cabal de que cumplida la lectura de la sentencia, el Perú se compromete a su acatamiento total y esa misma actitud esperamos de Chile.
-¿Es factible esperar una respuesta negativa por parte de Chile?
-Hay algunos elementos de juicio que nos hacen sostener la hipótesis de que podría haber algún tipo de actitud de incumplimiento. Si Chile adoptara un gesto semejante indicaría inmadurez. Desacatar le haría daño a la relación bilateral y si queremos forjar una mejora entre los dos países, la prueba de fuego es aceptar el veredicto.
-¿Cuánto ganamos económicamente con un fallo favorable?
-La zona en controversia es de 67 mil kilómetros cuadrados y si la corte decide fallar en función del principio de equidad será dividida. Por lo que al Perú le correspondería cerca de 37 mil kilómetros cuadrados, en cuya zona abunda una gran cantidad de bio masa muy importante que ayudará mucho a nuestra pesquería.
-¿Hay una sanción ante el incumplimiento del veredicto?
-Todos los países deben acatar obligatoriamente los fallos, en consecuencia, si alguno lo desacata, lo cual no ha pasado hasta el día de hoy, se expone a que el Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas lo sancione económicamente y hasta haga uso de las armas, pero, ojo, para ello los cinco miembros (Estados Unidos, Francia, Rusia, Inglaterra y China) deberán estar de acuerdo.
-Una vez conocido el veredicto final, ¿Hay un tiempo para que se cumpla?
-No hay plazo. El fallo se vuelve obligatorio desde el momento en que se lee y su cumplimiento es inmediato.
-¿Es descabellado pensar en un conflicto bélico por este motivo?
-La guerra no es una regla el día de hoy. Sin embargo como hombre de derecho y ligado a la defensa, no puedo exonerar el concepto conflicto, porque sería una negación a un realismo político. (Javier Peña)
No hay comentarios:
Publicar un comentario