Adultos y niños
están expuestos a esta enfermedad, que puede ser mortal cuando llega a etapas
avanzadas.
La
mala alimentación que hoy es muy común en muchos peruanos, no solo es causante
del sobrepeso, sino también de sufrir del hígado graso, conocido también como
“esteatosis hepática”.
Esta
enfermedad que puede poner en riesgo nuestra vida, aparece cuando hay una
excesiva acumulación de grasa en el hígado.
Por
ser asintomático (no causa dolor), la mayoría recién se entera que sufre de
este mal cuando van al médico por otra dolencia.
Ese
fue el caso de Osmelio Ramírez Paredes, quien a los 55 años acudió al hospital
con la idea de tener algún mal en el abdomen, por los cólicos y pesadez que sufría.
Por eso fue grande su sorpresa cuando le dijeron que sus malestares se debían
al hígado graso.
Según
el doctor Cristian Montoya, del Consorcio Insplament, esta enfermedad
generalmente se presenta en las personas que se alimentan con muchos
carbohidratos, grasas, y llevan una vida sedentaria. De ahí que el 40% de los
obesos sufra de hígado graso.
El
señor Osmelio reconoce que durante años, su alimentación fue mayormente a base
de frituras, embutidos, snacks, etc., a pesar de las advertencias de sus
amigos, que le aseguraban que tarde o temprano iba a enfermarse. Hoy, al
recordar esa época, reconoce que ellos tuvieron razón.
Por
causa de la mala alimentación, el doctor Bernardo Ostos, director general de
Promoción de salud del Minsa, afirma que cada año se pierden en Perú más de
tres millones de años de vida por muerte temprana o discapacidad.
El
hígado graso no solo afecta a los adultos. En los últimos años, los menores de
edad también se han visto afectados.
Para
evitar que los peruanos continúen alimentándose mal, el Congreso aprobó hace
algunos años la Ley de Promoción de Alimentación Saludable para Niños, Niñas y
Adolescentes, que lamentablemente por falta de recursos no se ha implementado
en todos los colegios del país.
Tener
el hígado graso es muy
peligroso, ya que se deteriora progresivamente y deja de funcionar
como es debido. De hecho, las personas con esta enfermedad tienen un mayor
riesgo de desarrollar diabetes, cirrosis y hasta insuficiencia hepática a
mediano o largo plazo.
Síntomas
El
hígado graso por desarrollarse de manera silenciosa, recién se manifiesta
cuando está en etapa avanzada. Es en ese entonces que la persona comienza a
sufrir de dolor abdominal, fatiga crónica, pesadez luego de comer, vómitos,
diarrea (casi no tiene color y es grasosa) y pérdida de apetito.
Ramírez
Paredes por causa de las molestias perdió cuatro kilos durante los tres años
que sufrió de hígado graso.
Por
lo avanzado de su enfermedad, debía tratarse con pastillas y una estricta dieta
alimenticia. En esta etapa, Osmelio conoció a la Comunidad Cristiana del
Espíritu Santo, donde luego de perseverar, logró curarse con ayuda de su fe.
Tratamiento
El
hígado graso puede tratarse, de ahí la importancia de hacerse chequeos
preventivos para no sufrir de hepatitis crónica, cirrosis e hígado con cáncer.
El
tratamiento en etapas tempranas consiste en lograr un peso ideal, realizar
actividad física constante y evitar el consumo de sustancias nocivas para el
hígado. (Redacción).
FACTORES DE RIESGO
Entre
los más importantes destacan:
-
Obesidad y sobrepeso
-
Diabetes tipo 2
-
Colesterol elevado
-
Dieta rica en grasas y azúcares simples
-
Consumo de alcohol
-
Medicamentos con calcio
TIPS
Consuma
fibra, legumbres, frutas, sobre todo que contengan vitaminas A, C, E y selenio.
También ajos, cuyos componentes limpian el hígado.
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