Tras el terremoto de 8,9 grados que asoló Japón el último 11 de marzo, el gigante automotriz japonés Toyota anunció recientemente que reiniciará la producción de algunos de sus automóviles híbridos en dos de sus fábricas ubicadas en la isla.
Sin embargo, otras 16 de sus fábricas permanecerán -por el momento- cerradas, ya sea por los daños causados por el terremoto que afectó a ese país o por la escasez de autopartes disponibles.
¿Pero cuál es el estado de la industria automovilística de Japón tras el devastador terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo?
Desde que ocurrió el sismo, la fábrica japonesa Nissan también ha estado luchando por reanudar la producción de automóviles en sus diferentes plantas. Hace algunos días, dicha empresa anunció que podría trasladar a Estados Unidos la producción de algunas de sus autopartes con el fin de agilizar el suministro de piezas y repuestos.
“Ellos aumentarán sus niveles de producción y creo que en un período de entre tres y cuatro semanas las cosas estarán a un nivel lo más normal posible teniendo en cuenta las difíciles circunstancias”, señaló el profesor Garel Rhys, de la Escuela de Negocios de Cardiff, en el Reino Unido.
Sin embargo, para que esto suceda aún se requiere de un gran esfuerzo.
Aumento de precios
Según Goldman Sachs, el cierre de decenas de empresas automotrices, electrónicas y de fábricas de autopartes, provocado por el terremoto le está costando a la industria automotriz del país cerca de US$1.400 millones extras a la semana. “Esta situación ha originado un aumento en el precio de los automóviles, debido a que hay menos en el mercado”, sostuvo Sachs.
Si bien el impacto a nivel global es relativamente leve, en opinión de Paul Newton, analista de la empresa IHS Automotive, es sólo una cuestión de tiempo hasta que el efecto se empiece a notar.
Otros, como el director ejecutivo de la empresa Advance Research Japan, en Tokio, Koji Endo, consideran que éste es el “golpe más duro que jamás haya recibido la industria automotriz”.
Escasez de autopartes
En el área principalmente afectada por el terremoto –cuyo epicentro se ubicó frente a la costa este de Japón- se encuentran al menos 500 fábricas de ensamblaje y autopartes y muchas de estas plantas actualmente están paralizadas.
Las fábricas de ensamblaje que serán reabiertas por Toyota en Kyushu, y Toyota City, en el sur, están muy alejadas del área afectada por el sismo. En una situación similar está la fábrica que la también automotriz japonesa Honda planea reabrir en Kumamoto, donde el centro de producción se dedica a la fabricación de motocicletas y generadores.
Mientras tanto, las plantas de Honda en el extranjero atraviesan por una escasez de autopartes pues, hasta el 20% de las piezas vienen de Japón.
Se espera que la contracción se haga evidente en algún momento del mes de mayo cuando algunas fábricas podrían enfrentar incluso un cierre temporal.
En este sentido, Paul Osmond de Honda en el Reino Unido dijo que “obviamente, nadie quiere ver la paralización de ninguna de estas plantas y sabemos que nuestra prioridad será mantener activas nuestras operaciones”.
Agregó que analizarán todas las alternativas para asegurar el mantenimiento de la producción tan pronto como sea posible.
Pero incluso sacar los autopartes fuera de Japón no es un proceso sencillo.
Hace dos semanas, reinaba el caos y la destrucción en el puerto japonés de la ciudad de Sendai, en el noreste.
Aunque ahora la logística ha mejorado, algunos estiman que el terremoto ya le ha costado a Japón un tercio de millón de automóviles en producción perdida.
Cualquier motivo es excusa para incrementar precios, pero cuando se normaliza todo, o se hace alguna mejora o innovación "impresionante" que hace mas eficiente la producción, nunca bajan los precios, por eso los chinos coparán el mercado, porque lo tangible es un comodity y la diferencia la dan los servicios anteriores y posteriores, y como los chinos copian...
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