El 15% de peruanos tiene una conducta antisocial, que puede terminar en algún tipo de crimen o delito.
Los casos de
parricidio en el país están en aumento. Lo peor, es cada vez son más horrendos.
¿Qué está aconteciendo en la relación padres-hijos? En la presente nota lo
descubrirá.
Si
en el 2005 nos horrorizamos al enterarnos que una joven de 20 años, de nombre
Giuliana Llamoja, mató de 49 puñaladas a su madre y luego escondió el cuerpo en
el baño, lo acontecido en La Molina, donde una menor de 14 años habría
asesinado a su progenitora y convivido con el cadáver en su casa durante dos
meses, tiempo en el cual hizo su vida de manera normal, supera todo lo
imaginable.
Según
el jefe de la Divincri de La Molina-Cieneguilla, comandante PNP Rafael Morón,
lo más condenable de esta trágica historia, que pareciera haber sido sacada de
una alguna película de terror, es que su hija sin el menor remordimiento y
tristeza por lo acontecido se fue a divertir a fiestas, continuó teniendo
relaciones sexuales con su enamorado, otro menor de edad quien habría
participado del asesinato, y, con el
dinero de su progenitora, comenzó a comprarse varias cosas, entre ellas un
perro.
Para
ocultar el cadáver de su madre, esta chica tenía ácido muriático, insecticidas,
vinagre, colonias, aerosoles y un balde de pintura negra con la que trataba de
cubrir las manchas de sangre de la pared. Además, de acuerdo con la Policía,
había un ventilador con lo que se pretendía aminorar el olor putrefacto que
emanaba el cuerpo de la víctima.
La violenta muerte
de Vilma Niño de Guzman (63) a manos de su hija constituye el primer parricidio
del año.
El parricidio es un crimen que cada vez se
está volviendo más frecuente en el Perú. Si hasta el 2010, del total
de homicidios que ocurrían en el país, tres por ciento eran parricidios, ahora
esta cifra, según la Policía, es de cinco por ciento.
Si
bien el incremento del parricidio pudiera deberse al alto número de situaciones
conflictivas dentro de una familia o la ambición desmedida de los hijos por
acceder a la fortuna de sus padres, lo que viene llamando la atención a los
efectivos policiales es que cada vez los hechos de parricidios son más crueles,
y en donde la principal víctima es casi siempre la madre. Esto se ha podido
evidenciar en el caso de esta menor de 14 años, como en el de Marco Gabriel
Arenas Castillo, de 22 años, donde luego de ahocar a su madre la quemó estando
aún viva para luego arrojar su cuerpo al río.
Estos
hechos execrables nos llevan a preguntarnos ¿qué está aconteciendo en la
relación madre-hijo? Según el psiquiatra Freddy Vásquez, del Instituto Nacional
de Salud Mental Honorio Delgado, lo que viene pasando es que esa relación se ha
deshumanizado, es decir, se ha convertido, como producto de la sociedad de
consumo que vivemos, en una relación puramente comercial, donde el amor,
cariño, respeto, solidaridad, etc., se han convertido en cosas del pasado.
Agrega
que dada esa relación, muchos chicos desde muy pequeños vienen adquiriendo
conductas psicopáticas, cuyas características principales son no tener valor a
la vida y ser impulsivos.
Vásquez
señala que cuando un pequeño es violento y ocurre una vez podemos decir que es
algo normal, pero si en el colegio llaman a los padres dos o tres veces al mes
por lo mismo, entonces, “hay que estar alertas porque probablemente se está
configurando una personalidad antisocial”.
Por
su parte, el psicoanalista Leopoldo Caravedo señala que la falta de empatía de
las madres hacia sus hijos deriva en el aumento de hechos de violencia, que en
el caso de esta joven de 14 años cuya madre, una señora de 63 años, le costaba
entender la conducta de los adolescentes de ahora, se vio nítidamente
reflejada.
Según
el comandante Morón, los problemas de la señora Vilma comenzaron desde que su
hija decidió usar ropas ceñidas al cuerpo e ir a fiestas hasta tarde, algo que
a la víctima no le gustaba.
“El
hecho que ante los agentes policiales esta joven haya expresada que ahora que
su madre estaba muerta se sentía más liberada demuestra el calvario que esta
chica vivía ante una madre tan absorbente”, sostiene el psicoanalista.
¿Cómo paramos
esto?
El
médico psiquiatra Freddy Vásquez explica que los padres deben ir a la primera
infancia de sus hijos, para allí construir una tabla de valores que permitan a
los chicos crecer con respeto, detestando la mentira y siendo solidarios. Y
para ello, los colegios también deben apoyar.
“Mientras
esto no acontezca tendremos más ‘gringashos’ y ‘gringashas’ caminando por la
ciudad”, refiere el especialista.
De
acuerdo con el Ministerio de Salud (Minsa), actualmente alrededor del 10 por
ciento o 15 por ciento de los peruanos tienen una conducta antisocial, que
puede terminar en algún tipo de crimen o delito. (Redacción)
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