jueves, 24 de abril de 2014

También tienen derecho al progreso



En el Perú existen más de 108 mil familias dedicadas al reciclaje, pero solo 12 mil son formales.


Si bien para muchos el oficio de reciclador pueda ser poca cosa, lo cierto es que varios de ellos no solo están ganado dinero sino están contribuyendo al cuidado del medio ambiente y al ahorro de las arcas municipales.

Sabía usted que la basura que deja todas las noches en la calle tiene valor. Pues, si lo desconocía, entérese que el 25% de los residuos que nuestro país genera son aprovechables y representan una gran opción laboral para cientos de personas a través del reciclaje.
Si bien un alto porcentaje de estos recicladores desarrollan sus actividades laborales bajo condiciones deficientes debido a la informalidad en la que se encuentran, hay algunos que sí han logrado organizarse en asociaciones y microempresas, y que hoy, gracias a ese esfuerzo, han mejorado su calidad de vida.
Es el caso de Reciamancaes, una microempresa recicladora ubicada en Villa María del Triunfo, que gracias al talento y creatividad de sus 10 fundadores (madres solteras y adultas mayores en su mayoría) se ha convertido en una de las pocas asociaciones que, además de acopiar, agregan valor a los reciclables transformándolos en artesanías.
Las mujeres del equipo, cuenta Moisés Mesías, jefe de operaciones de Reciamancaes, son las que se inspiran diariamente para crear. Es así como tapitas, botellas de vidrio y plástico, damajuanas de distintos colores, lapiceros, banners… se transforman en flores, floreros, cofres, aretes, collares, carteras, entre muchas otras cosas más, que luego son vendidas en las diversas ferias.
Gracias a una capacitación en Senati para formalizarse, esta microempresa actualmente es capaz de recoger al mes varias toneladas de material reciclado de 23 empresas y organizaciones como Bata de Surco, Explorandes, Ministerio del Ambiente, Instituto Frieda Holler, etc.
Reciamancaes no solo se dedica a la recolección de residuos sólidos, sino también al apoyo social.
Con las ganancias que obtienen, y que el año pasado superaron los 19,000 soles, han financiado diversos programas sociales para el beneficio de la comunidad local: clases de Tai Chi, alfabetización para los adultos mayores, talleres de lenguaje y matemáticas, almuerzos económicos..., son solo algunos ejemplos. 
En el Perú más de 108 mil familias se dedican al reciclaje, pero solo 12 mil son formales, es decir, están reconocidos por sus municipalidades y tienen acceso a diversos beneficios económicos y sociales que les han permitido desarrollarse, en cambio los informales, por su falta de visión empresarial, apenas ganan para comer (400 soles aproximadamente).
Moisés Mesías recuerda que antes que Reciamancaes se constituyera en microempresa ellos apenas sacaban para cubrir los gastos de gasolina.
Esta realidad ha llevado a muchos informales a tener una autoestima baja.
Albina Ruiz, presidenta de la ONG Ciudad Saludable, cuenta que algunos recicladores, cuando los conoces en la calle, no son capaces de mirarte a los ojos y si te hablan, lo hacen bajito.
 “Lo que pasa es que muchos de ellos creen que su actividad es ilegal e inferior, que por tanto debe ser perseguida y discriminada. Cambiar esta mentalidad no es fácil, requiere de trabajo, que felizmente, en Ciudad Saludable, estamos logrando. Hoy en día, ya son varios los recicladores que han comenzado a valorizar su trabajo, y la mejor prueba de ello lo tenemos en las asociaciones que han creado”, dice Albina.
Actualmente en Lima existen 30 asociaciones o microempresas de recicladores, que no solo están contribuyendo a que las municipalidades tengan un ahorro importante en el servicio de limpieza pública, sino que además vienen evitando una mayor contaminación del agua, suelo y aire.
Por donde se lo mire, la basura es un negocio rentable, claro está, si los que se dedican a este oficio lo hacen de manera formal.
Conociendo el ciclo del reciclaje
La basura está conformada por los residuos orgánicos e inorgánicos. A su vez, los residuos sólidos inorgánicos pueden ser de dos tipos: reciclables y no reaprovechables.
Las botellas de plástico PET, el plástico en general, el papel, el cartón, la chatarra, los metales y el vidrio son materiales útiles y necesarios en el proceso del reciclaje. Por ello, la importancia de separarlos y clasificarlos antes de botarlos indiscriminadamente en las calles.
El ciclo del reciclaje se inicia con la generación de los residuos en los hogares, instituciones y centros comerciales, entre otros. Luego se efectúa la recuperación de los residuos útiles y reaprovechables. Los recicladores llevan este material a los centros de acopio y empresas mayoristas como son las Entidades Comercializadoras de Residuos Sólidos (EC-RS).
Finalmente, esta materia prima es comercializada a las industrias, fábricas y empresas exportadoras, que se encargan de transformar los residuos en productos de consumo final, como plásticos, fibra poliéster para ropa, latas, papel, envases de vidrio.
Ahora que usted conoce un poco más de este negocio, deje de mirar con desdén -si lo estaba haciendo-a estas personas cuando los vea hurgando entre las bolsas de basura, no sea que este viendo a un futuro empresario (Redacción)

SABÍA USTED
Según Ciudad Saludable, los recicladores trabajan por especialización. El 47,26% son recicladores que recolectan cartón, plástico, lata, botellas.
Los chatarreros  compran y venden metales como el cobre, bronce, aluminio y representan el 27,42%

Por su parte, los campaneros son el 9,66% y realizan el servicio de recojo de basura en los domicilios. Los chancheros recolectan restos orgánicos para alimentación de ganado porcino (7,57%). Mientras que los cachineros  compran y venden artefactos u objetos en desuso (4%). 

Exposición artesanal de Reciamancaes durante la visita del Foro Económico Mundial (abril 2013).




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