Nizama: “La sociedad enferma en la que vivimos ha comenzado a cosechar lo que siembra: violencia y muerte”.
La falta de amor
y valores en el interior de las familias han deshumanizado nuestra sociedad.
Hoy, la vida poco o nada vale.
En
los últimos años la violencia en el país viene alcanzando ribetes de
escándalos. No hay día que las páginas policiales de los medios de comunicación
dejen de informar sobre secuestros, parricidios, sicariatos, robos, asesinos
del volante, feminicidios, etc.
Solo
en el caso del feminicidio, en los últimos cinco años, de acuerdo con el
Ministerio Público, fueron asesinadas por sus parejas más de mil mujeres.
¿El
incremento de la violencia que hoy sufrimos todos los peruanos tendrá que ver
con los traumas psicológicos que nos dejó la época del terrorismo o será el resultado de una sociedad de
consumo? De acuerdo con el reconocido psiquiatra Martín Nizama Valladolid, la falta
de valores producto de la posmodernidad en la que vivimos ha creado una
sociedad deshumanizada, materialista e insensible, cuyo rasgo esencial es la compulsiva violencia extrema, que se
ejerce en las diferentes actividades del quehacer cotidiano.
Según
Nizama, hoy ya no tenemos padres sino progenitores que han sustituido todo lo
bueno que antes daban a sus hijos (honestidad, lealtad, tolerancia, etc.) por
cosas materiales, como si estas fueran lo más importante para el desarrollo
emocional de los chicos.
“Al
no haber amor, la sociedad se ha ‘bestializado’, de ahí que la vida para muchos
poco o nada valga”, sostiene el psiquiatra.
La
“sociedad de la muerte”, como lo llama Nizama, no es exclusiva del Perú,
también existe en otras partes del mundo, como en los Estados Unidos, donde
cada cierto tiempo aparece un individuo matando personas como si ello fuera un
juego.
Hace
poco, por ejemplo, un joven estadounidense de tan solo 16 años entró a una
escuela de Pensilvania donde, sin mediar razón alguna, acuchilló a más de 20
alumnos, de los cuales cinco están en estado grave.
Para
este docente del
Departamento Académico de Psiquiatría y Salud Mental de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, la
sociedad enferma en la que vivimos ha comenzado a cosechar lo que siembra
cotidianamente: violencia, más violencia y muerte.
En
tanto, la decana del
Colegio de Psicólogos de Huánuco, Carmen Mendoza, dice que el alto índice de
violencia que reina en el país es el resultado del cúmulo de los conflictos
internos (violencia política, física y hasta sexual) que la gente ha cultivado durante
años, y que en un momento de tensión o estrés terminan aflorando con las
consecuencias que ya todos sabemos.
“La
falta de control de los impulsos más primitivos lleva a muchas personas a la brutalidad de matar sin compasión, gozando-en algunos casos-
del morboso y abominable acto de destrozar la vida humana”, dice Mendoza.
Los
recientes casos de parricidio donde las víctimas fueron cruelmente asesinadas
demuestran el alto grado de brutalidad de lo que fueron capaces sus agresores
(hijos).
Según
esta profesional, esos conflictos han convertido a las personas en individuos
indiferentes, desconfiados, agresivos, que solo piensan en sí mismos.
Recomendaciones
Para
enfrentar esta ola de violencia, el doctor Nizama recomienda educar a las
familias para fomentar los valores y así rehumanizar a la sociedad posmoderna.
La
licenciada Mendoza dice, por su parte, que el Estado debe mejorar el
presupuesto de la salud mental del país para así contar con más especialistas
en el tema, toda vez que existen colegios, incluso postas y centros de salud,
que no cuentan con un psicólogo.
A
pesar de la importancia que tiene la salud mental en la sociedad, la mayoría de
los países del mundo aún consignan insuficientes recursos a este tema. Y en
países, como el nuestro, la mayor parte de ese pequeño presupuesto se destina a
los hospitales psiquiátricos, donde la mayoría fueron construidos durante los
primeros años de la República, y mantienen un régimen custodial de los
pacientes internados con un tratamiento que ha demostrado ser por lo general
ineficaz, o peor aún, dañino y en franca violación de los derechos humanos.
Como consecuencia, se estima que en los países pobres un 85% de los pacientes con
trastorno mental grave no reciben tratamiento a pesar de que hoy existen
tratamientos más efectivos para estas enfermedades. (Redacción)
No hay comentarios:
Publicar un comentario