Miles de ellos no estudian ni tienen acceso a
la salud. Para colmo, son violentados sexual y laboralmente. Para estos chicos,
la inclusión social aún no ha llegado.
Con diversas
actividades, el domingo 12 de abril varias
instituciones públicas celebraron el Día del Niño Peruano. En varios parques
del país pudieron advertirse talleres culturales y shows infantiles para
homenajear a los menores.
A pesar de algunos avances
en defensa de los derechos de los niños, en el Perú aún persisten graves
problemas que afectan su normal desarrollo.
El caso más palpable de
esos problemas lo vemos todos los días en las calles. Producto de la pobreza,
un millón 700 mil niños se ven obligados a trabajar para ayudar a la economía
del hogar.
Como si fueran adultos, [estos chicos] vienen cargando
sobre sus espaldas una serie de responsabilidades, que, además de privarles de
seguir estudiando, también les expone a sufrir una serie de enfermedades.
De acuerdo con la ONG Save the Children, en el país más de medio millón de niños sufren
de desnutrición crónica, y 7 de cada 10 niños de anemia, siendo el área rural la más afectada.
Esta realidad–a decir - del
licenciado Oscar Roy Miranda, decano del Colegio de Nutricionista del Perú, es
muy preocupante, ya que expone al menor a ser un enfermizo, al tener las
defensas bajas, y también a tener
problemas de aprendizaje [cuando vaya a la escuela], al verse afectado el
sistema nervioso.
Al igual que en los otros
dos sectores, en el tema educativo hay muy poco por enorgullecernos. Si bien se
han construido colegios y se ha mejorado la cobertura educativa en el área
urbana, no podemos decir lo mismo en el sector rural.
Para Save the Children, solo el 11% de un millón de niños
indígenas se les enseña en su lengua materna, el quechua, y solo el 2% y 6%
desarrollan habilidades para la lectura en su idioma original.
El Ministerio de Educación
ha reconocido que de las 17.000 escuelas con niños bilingües en el país, solo
el 60% recibe educación en su idioma nativo.
Gracias a que en los
últimos años las personas vienen tomando más conciencia sobre la violencia
familiar y sexual que sufren los menores, hoy se vienen conociendo más casos de
esta naturaleza.
Ese así que mientras en el
2013 se reportaron 10.570 casos de violencia familiar y 4.265 de violencia
sexual, el año pasado estas cifras aumentaron a 11.097 en los casos de
violencia familiar y a 4.482 en violencia sexual. Todo un drama.
En la trata de personas, el
Observatorio de la Criminalidad del Ministerio Público informó que desde el
2007 hasta el 2014 se reportaron 3.129 casos, de los cuales 2.250 fueron niñas.
Falta voluntad política
A pesar que está vigente desde
el 2012 el Plan Nacional de Acción por la Infancia y la Adolescencia, que tiene
como objetivo garantizar y consolidar el crecimiento y desarrollo integral de
niñas, niños y adolescente de 0 a 17 años, vemos que muy poco se ha avanzado
para cuidar a esta población.
Para Lourdes Flores, de la
ONG Acción por los Niños, el problema pasa por el desinterés de buena parte de
las autoridades para tratar este tema.
“El mejor ejemplo de esta
realidad lo encontramos en el exiguo presupuesto que las instituciones
involucradas en este Plan aportan a los programas creados para hacer valer los
derechos de los niños”, sostiene la activista.
Lourdes Flores considera
que el Estado debe generar condiciones para que este Plan se ejecute, y para
ello –dice- debe eliminar la pobreza a través de la generación de empleo.
Por su parte, Unicef
sostiene que el derecho de la infancia a vivir en
familia, a gozar de protección, salud y educación también debe ser tarea de los
gobiernos regionales y locales, toda vez que dichas instituciones están más
cerca de los menores. “Solo así podremos garantizar los derechos de la niñez”,
se lee en un comunicado. (Redacción)
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