En el Perú 1 millón 300 mil peruanos sufren de diabetes. Lo más grave, es que la mitad de ellos no lo saben porque la enfermedad no suele presentar síntomas, y porque también muchas veces se la confunde con otras dolencias.
De
acuerdo con el Ministerio de Salud (Minsa), cada año se diagnostican entre 80 a
100 mil nuevos casos de diabetes, y se estima que para el 2024 esta enfermedad
podría afectar a 2 millones de personas.
Existen
tres tipos de diabetes: la diabetes tipo 1, que se presenta por causa genética
y que afecta principalmente a los niños; la diabetes gestacional, que ocurre
por factores de riego: obesidad, colesterol o triglicéridos altos; y la
diabetes tipo 2, que suele presentarse en adultos y personas de la tercera edad
debido a los malos hábitos de vida (sedentarismo y comida muy azucarada), y que
desde hace unos 20 años también ha comenzado afectar a los jóvenes menores de
30 años.
El
endocrinólogo Helard Manrique sostiene que en el caso de los jóvenes la
diabetes tipo 2 se ha presentado porque el 90% de ellos utiliza frituras en la
preparación de los alimentos y porque también un 60% consume comida rápida con
alto contenido de azúcar.
Históricamente
el grueso de pacientes de diabetes siempre se dio en ciudades más
desarrolladas, como Lima. Sin embargo, ahora hay ciudades de la sierra que ya
evidencian un crecimiento importante de casos, como Huaraz.
En
el caso de estas ciudades, según el doctor César Arbañil, del hospital Dos de
Mayo, la razón del incremento de la diabetes se debe a que los pobladores se
han olvidado de alimentarse sanamente como lo hacían sus padres y abuelos.
Si
bien en la mayoría de casos la diabetes no presenta síntomas, existen ciertas
señales de alerta que se deben tomar en cuenta.
Según
el endocrinólogo Manrique, si una persona sufre de excesivas ganas de comer, tiene
micción frecuente, abundante sed, cansancio, dolores de cabeza y visión
borrosa, es muy probable que tenga diabetes.
Si
ese fuese el caso, el galeno recomienda acudir a un médico para saber si se
trata o no de diabetes.
Una
persona es diabética cuando su nivel de glucosa (azúcar) está por encima de 130
en ayunas y de 180 después del almuerzo.
Como
viene aconteciendo con la mayoría de las personas que no se cuidan, Emilia
Trujillo tampoco le prestaba atención a lo que comía. Solo paró la mano, cuando
el médico le dijo que la causa de sus mareos, visión borrosa y abundante sed se
debía a la diabetes tipo2 que había adquirido.
Durante
nueve años ella luchó para controlar esta enfermedad; sin embargo, a pesar de
sus esfuerzos muchas veces sufría de recaídas.
En
una de esas crisis, Emilia llegó a la Comunidad Cristiana del Espíritu Santo,
donde luego de hacer sus cadenas de oración logró curarse.
“Hoy,
gracias a Dios, la diabetes forma parte del pasado, tengo los estudios médicos
que demuestran que estoy curada”, afirma.
Cuando
una persona sufre de diabetes, que es crónica, su organismo no absorbe la
glucosa de los alimentos adecuadamente, de modo que esta queda circulando en la
sangre dañando con el tiempo los tejidos.
“El
diabético tiene altas probabilidades de sufrir de infarto, insuficiencia renal,
daño ocular, de cicatrización, entre otros males”, afirma el doctor Manrique,
quien recomienda para evitar esta enfermedad llevar una vida sana, y para las
personas con esta dolencia, controlar diariamente su nivel de azúcar. (Redacción)
OTROS DAÑOS
La
diabetes no solo afecta la salud de las personas, también sus bolsillos. Según
la empresa Novo Nordisk, un diabético gasta al año 300 dólares en promedio,
cifra que puede ser menor o mayor dependiendo del estadío de la enfermedad, y
si la persona se cuida o no.
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