Diversos sectores podrán
beneficiarse luego de la cumbre del Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional en Lima.
Después
de 48 años, la reunión anual de presidentes de bancos centrales, ministros de
economía, ejecutivos del sector privado, de la sociedad civil y representantes
de círculos académicos regresó a Latinoamérica, siendo nuestro país el
escogido.
El
ministro de Economía Alonso Segura señaló el día de la inauguración del magno evento (6 de
octubre) que para el Perú es una gran oportunidad para que nuestros empresarios
y académicos establezcan redes para construir futuros negocios o
emprendimientos en conjunto. ¿Qué tan ciertas fueron sus aseveraciones?
Según
el economista Jorge Guillén, docente de la Universidad Esan, el ministro Segura
no exageró en sus palabras, toda vez que el evento a mediano plazo deberá
servir para impulsar sectores no tradicionales como el turismo, la
agroindustrial, servicios.
De
igual manera piensa Javier Zúñiga, de la Universidad de Lima, quien cree que a
corto plazo la minería podría ser el otro sector a beneficiarse con más
inversionistas, a pesar de los conflictos sociales existen con algunos
proyectos como Las Bambas.
En
una coyuntura como la que vive el Perú, con una desaceleración económica que no
para desde el 2012, con el ruido político creciendo al igual que la inseguridad
ciudadana, la realización de este evento mundial nos cae bien, ya que demuestra
que las entidades internacionales aún confían en nosotros.
Tanto
Zúñiga como Guillén recomiendan al gobierno tener muchos cuidado con la
agudización de los problemas sociales, ya que ello perjudicaría los acuerdos
que nuestros empresarios puedan concretar durante el evento.
Además
de los problemas sociales que agobian al país, un hecho que también preocupa al
docente de la Esan, es la poca ejecución de gastos del gobierno en obras
públicas.
“En
la medida que los empresarios no cuenten con buenas carreteras, comunicación
masificada, etc., va ser muy difícil que ellos continúen invirtiendo”, sostiene
Guillén.
La
falta de buenos proyectos en varias regiones del país, originó que muchos
gobiernos regionales y locales, a la que también se suman algunos ministerios,
no hayan podido ejecutar eficientemente sus presupuestos asignados en los
últimos años.
La
región Áncash, por ejemplo, hasta el mes de agosto solo había gastado el 48% de
su presupuesto.
Esta
situación, según Guillén, provoca que el sector privado prefiera otro momento
para invertir, lo cual impacta en la generación de empleo.
El
Poder Ejecutivo consciente de ese retraso, en abril último dictó medidas
extraordinarias en materia económica y financiera para asegurar la ejecución
del presupuesto del 2015. (Redacción)
1967
Río
de Janeiro fue la última ciudad que albergó la reunión del grupo Banco Mundial
y el Fondo Monetario Internacional.
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