En los últimos días seis universitarios fueron asesinados para robarles su celular o mochila. ¿Cuántos más tendrán que morir para solucionar este problema?
Desde el pasado tres de mayo, los universitarios y
escolares del país se han convertido en los nuevos blancos de la delincuencia.
¿La razón? Para robarles un celular o una tablet.
En Lima, por ejemplo, 15 ya fueron baleados, de los
cuales 6 murieron a consecuencia de la gravedad de los disparos.
La mayoría de las víctimas son menores de edad, lo que
revela que la delincuencia hoy ya no respeta a nadie.
Para frenar esta ola delictiva, las autoridades de turno
han dispuesto la llegada a la capital de 1.800 efectivos de provincia, así como
el patrullaje de los alrededores de las universidades y colegios donde se han
registrado hechos de sangre. Incluso, uno de los candidatos a la presidencia
propuso declarar a Lima en emergencia.
Por la experiencia que se vive en el Callao, donde la
delincuencia continúa matando a plena luz del día, a pesar del estado de
excepción y el incremento de efectivos, buena parte de los limeños desconfían de
las acciones anunciadas, sobre todo los jóvenes.
Expertos en seguridad ciudadana afirman que la
desconfianza de la ciudadanía pasa porque sienten que no se está atacando la raíz
del problema; por el contrario, se vienen desprotegiendo otras zonas del país
trayendo policías del interior, y se pretende ahuyentar el turismo y afectar la
economía en la capital, con un estado de emergencia.
César Bazán Saavedra, miembro del IDL, considera que para
tener resultados frente a la inseguridad primero debemos conocer al monstruo
para saber cómo atacarlo. Por ello sugiere a las autoridades cuenten con un
sistema integrado de estadísticas, que nos refleje cabalmente cuál es el número
de homicidios, hurtos, robos, etc.
Por otro lado, agrega, hay que tener claro que esta
problemática no es solo policial, se requiere la participación de varias instituciones
para enfrentar el problema desde diferentes aristas.
Avanzar hacia una reforma policial y mejorar el sistema
de juzgamiento también es clave en la lucha contra la delincuencia, afirma
Bazán Saavedra quien cree que la participación de las universidades, es
necesaria para crear barrios seguros.
El presidente de Aprosec, César Ortiz Anderson, por su
parte considera que no solo se debe combatir los efectos de la delincuencia,
sino paralelamente las causas. Esto supone, dice, trabajar en los hogares
disfuncionales, para reducir los índices de violencia familiar y el consumo de
alcohol y drogas.
En cuanto a las reformas, Ortiz Anderson sostiene que
además de la Policía, el Poder Judicial y el Ministerio Público, el sistema
penitenciario también requiere de un cambio que permita, además de la expulsión
de los malos elementos, convertir a las cárceles, de antros donde los internos
salen más ranqueados, en verdaderos centros de rehabilitación.
Mercado negro
En los tres primeros meses del año, 549 mil celulares
fueron reportados como robados, según el Osiptel.
La mayoría de los celulares, laptops y tablets sustraídos
a los jóvenes terminan en los diversos mercados negros de la ciudad, donde lo
venden a mitad de precio.
Humberto
Sheput, gerente de protección y servicio al usuario de Osiptel, dice que no debemos
alimentar dicho mercado comprando cosas robados, ya que al hacerlo estamos
apoyando indirectamente a la delincuencia, además de cometer un delito.
La
delincuencia se ha convertido en el principal problema de los peruanos. El
último Perfil del Electorado, elaborado por Ipsos Perú, revela que el 72% de
limeños así lo confirma. Las nuevas autoridades ya están advertidas.
(Redacción)
HAY QUE DENUNCIAR
En
Lima existen 35 puntos donde se repiten robos y hurtos. Así tenemos la Plaza
Dos de Mayo, la avenida Emancipación con el cruce de la avenida Tacna, etc. El
subgerente de Seguridad de la Municipalidad de Lima, Jorge Rodríguez, pidió a
la población denunciar, para que los delincuentes cuando sean capturados, no
puedan salir.
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