Para Richard, Denis, Sheyla y Víctor la discapacidad nunca constituyó un impedimento para salir adelante. Gracias a sus lecciones de fuerza y de lucha nos han enseñado que cuando se tiene fe todo es posible en la vida
Richard Nina: “La vida te da oportunidades”
La vida de Richard Nina (27) cambió abruptamente hace tres años cuando por culpa de una negligencia de sus antiguos empleadores quedó enterrado por más de 10 horas bajo toneladas de concreto. Producto de ese accidente perdió el brazo derecho, pero para este valeroso joven ello no tiene mucha importancia porque lo más relevante para él es la vida que Dios le conservó y que ahora ha aprendido a valorar más. A pesar de saber que evocar esos sucesos le podría generar tristeza me atreví a preguntarle que recuerdos tenía de ese día y esta fue su respuesta: “Esa mañana yo no iba a trabajar, ya que debía entregar un trabajo de contabilidad pendiente, pero decidí ir ya que mi hermana se ofreció ayudarme. Cuando me dirigía a la construcción tuve una corazonada de que algo iba a suceder, pero aún así decidí continuar”
Richard como la mayoría de jóvenes en el país estudiaba y trabajaba a la vez. En el momento del accidente estaba a punto de terminar su carrera de contabilidad, pero la situación precaria en que vivía su familia le obligaba a trabajar en lo que sea para poder solventar los gastos de sus estudios, es por eso que aceptó el trabajo en esa construcción.
Luego de ese fatídico día la vida de este muchacho transcurrió durante un buen tiempo entre su casa y el hospital, adonde tenía que asistir periódicamente para sus controles y ver la evolución de sus heridas.
“Recuerdo que en muchas ocasiones ya no tenía las fuerzas suficientes para seguir viviendo, simplemente nada me importaba. ¿Yo me preguntaba qué será de mí, cuál va ser mi futuro con un solo brazo, quién me va dar trabajo en estas condiciones? Fue en ese momento cuando me encontraba en los más hondo del pozo que me acorde de Dios y le pedí con todas mis fuerzas que me ayudara. Mientras oraba oí una voz que me decía ¡Ya pues Richard, deja de dar pena y sigue adelante! Es en ese momento me senté y me propuse que un brazo no me iba quitar la vida, todavía tenía una familia por quién luchar, que no estaba derrotado así que decidí seguir viviendo”
Los primeros meses de Richard con un solo brazo no fue fácil. Como él nos cuenta tuvo que aprender a escribir con la mano izquierda, vestirse por sus propios medios e inclusive hasta comer. Hoy gracias a su constancia se desenvuelve normalmente sin depender de nadie
“Actualmente mi vida es todo un reto. Tengo muchos sueños que quiero realizar como por ejemplo terminar de convalidar mi título de técnico en alguna universidad para lograr ser profesional, y de forma paralela seguir practicando el deporte que siempre me ha apasionado, la maratón”
Precisamente gracias a sus buenas marcas en esta disciplina en las próximas semanas Richard estará viajando a Buenos Aires, Argentina, para participar en una maratón en representación de los corredores de San Borja al cual él pertenece.
Richard Nina Paucará viene actualmente trabajando en el área de informática de la Municipalidad Distrital de San Borja, institución que le ha dado la oportunidad de desarrollarse y hacer realidad sus sueños.
Antes de despedirme le pregunte a este joven de mirada vivaz que podría decirle a las personas que como él sufrieron algún accidente y que en estos momentos están pasándola mal: “Que la vida tarde o temprano te da una segunda oportunidad. Cuando esta llegue, no la desaprovechen”
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