-¿Cuéntenos sobre tu infancia?
-Lo que mas recuerdo es jugar futbol en la calle y sobre todo lo bien que lo pasaba con mis hermanos; nosotros somos siete de los cuales yo soy la cuarta pero siempre he sido la defensora de mis demás hermanos, inclusive de los mayores.
-¿Desde cuándo le gustó el vóley?
- Desde muy pequeña. Me acuerdo que le hacía renegar a mi madre porque me escapaba de la casa para jugar. Yo siempre tuve bien claro que iba a ser la mejor jugadora de vóley. Y creo haber alcanzado con creces ese sueño.
-¿En qué año integraste a la selección de vóley?
-Comencé mi carrera deportiva en el club Bancoper y paralelamente cursaba estudios secundarios en el colegio "Divino Maestro". Al año siguiente comencé a jugar en la selección peruana.
-¿Tengo entendido que usted recién conoció a su padre hace un año?
- Así es. Fue justamente el 16 de junio del 2010; aprovechando que era el día del padre lo llame ya que pensé que si no salía de esta enfermedad antes de irme debía hablar con el.
- ¿Fue difícil esa conversación?
- Más que difícil, emotiva. Las razones que tuvieron mis padres para no seguir juntos solo ellos lo saben; además quien soy yo para juzgarlos.
-¿Cómo es un día en la vida de Cecilia Tait?
-Bueno, en primer lugar quiero agradecerle a Dios porque estoy curada. Tras vencer al cáncer, una de las cosas que me pidió el doctor es que no gaste muchas energías; yo siempre he sido delgada pero después de mis quimioterapias mis músculos se durmieron, ahora debo reactivarlos, por eso salgo a las 6 de la mañana en bicicleta hasta el gimnasio donde entreno. Al principio no me fue fácil porque cuando estaba como congresista no podía hacer estas actividades porque la gente hablaba. Reconozco que me deje llevar mucho por el qué dirán, si hubiera empezado desde esa época hacer ejercicios hace rato hubiera estado sana.
- ¿Cómo es tu régimen de comida?
- Lo único que puedo comer por ahora son lechugas, zanahoria y limón.
- ¿Cómo así se enteró que tenía cáncer?
- Estando en Alemania conjuntamente con mi esposo aproveché para hacerme un chequeo rutinario en una clínica de ese país. Días después de que me hicieran algunos exámenes me informaron que tenía cáncer a los ganglios linfáticos.
- ¿Te impacto la noticia?
- Por supuesto. Me deprimí tanto que me puse a llorar sin parar por algún tiempo. Felizmente gracias al apoyo de mi esposo me di cuenta que la vida continua. Además yo siempre me caracterice por ser una mujer luchadora, así que lo único que pensé era reponerme de este golpe.
-¿Qué tanto te apoyo la familia?
- Ufff, no te imaginas. Mi familia se movilizó en pleno, mi mamá se mudo a la casa, mi hermana que estaba viviendo en Italia vino 25 días exclusivamente a cuidarme.
- ¿Y tú esposo?
- Él es una persona excepcional al que quiero bastante por ese gran apoyo que me dio y que me está dando.
-Antes de tu lucha contra el cáncer ¿Creías en Dios?
- Creía en un ser supremo, que es Dios pero no leía la Biblia. Ahora siento que el me cuida, que me ha dado otra oportunidad para seguir viviendo y no la voy a desaprovechar.
-¿Cuáles son los episodios que mas recuerdas cuando estuvistes enferma?
- Hay un hecho que me marco, fue cuando llame a un seguro de salud para hacerme un chequeo general y no me quisieron aceptar ya que estadísticamente estaba muerta. Me sentí destrozada, imagínate si a mí que soy una persona pública le hacen eso que será a un desconocido.
-¿Qué hubiera pasado sino hubieras tenido cáncer?
- Probablemente no habría tenido la oportunidad de ver la realidad. Fíjate, estando en el seguro yo vi gente de bajos recursos económicos que no tenían ni para una ampolleta, es increíble, por culpa de su pobreza tenían que cargar con todo sus dolores. Allí comprendí el verdadero significado de la vida.
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