jueves, 13 de octubre de 2011

La televisión peruana es bien pobre


Para el reconocido escritor Guillermo Giacosa, el gobierno debe priorizar la educación estatal ya que allí está la llave del desarrollo en el Perú. Sin pelos en la lengua criticó a los canales de televisión por no invertir en cultura debido a que no venden en un país como el nuestro que está acostumbrado a ver programas de espectáculos que solo traen lacras a la sociedad


-Tengo entendido que llegó al Perú aproximadamente hace 30 años, ¿a que se debió su arribo a nuestro país?

-En realidad vine al Perú por paseo, nada más, pero estando acá sufrí un robo y como no tenía familiares en Lima, me tuve que quedar por acá. Tuvo que pasar un buen tiempo para que me envíen dinero desde París donde vivía y sin darme cuenta fui creando lazos que me ataron a este país.

-¿Qué diferencia hay entre el Perú de esa época y la de ahora?

-Todos los países del área vivieron transformaciones muy grandes en el período que abarca mi llegada al Perú, entre 1980 y la actualidad. El ejemplo más interesante es la gastronomía. Cuando llegué había pocos restaurantes, que no fueran muy caros, para comer decentemente. Si bien a veces la comida era de buena calidad la atención era un espanto. Había pocos profesionales en estos establecimientos. Hoy la oferta es fascinante para, por lo menos, un 50% de los bolsillos nacionales.

-¿Cómo combatir la pobreza y la desigualdad en un país como el nuestro?

- La llave maestra del desarrollo es la educación. Perú tiene una educación privada carísima y relativamente buena. La pública, por su parte, sigue postrada y ese es uno de los mayores desafíos del actual gobierno. Todos los países desarrollados han invertido grandes sumas en educación pública. Son esos mismos gobiernos los que, a través de organismos internacionales como el FMI, insisten con favorecer la educación pública en detrimento de la privada. Saben que un país que tiene una educación pública sólida, a largo plazo, se transforma en un competidor. Hoy en Perú faltan cuadros intermedios debidamente capacitados en varias áreas de la economía y ese es un cuello de botella que traba el crecimiento económico. La inclusión social vendrá a través de una educación de calidad.

-¿Qué tan importante es la cultura en nuestro país?

-La cultura está directamente ligada a la autoestima y ésta a la capacidad del ser humano de transformar el mundo que le rodea. Este es un país multicultural y debería prestar atención a la riqueza que esa multiculturalidad implica. Cada etnia del Perú debe tener la posibilidad de integrarse al conjunto del país sin por ello perder sus propias características.

-¿Usted cree que al peruano le gusta la cultura?

-Si al peruano no le gustara su cultura, no se devoraría con la pasión que lo hace su excelente gastronomía, ni se emocionaría con su música, ni se sentiría frustrado cuando alguien no valorara debidamente la riqueza histórica del país.

-¿Qué le parece la televisión peruana?

- Pobre. Se invierte poco y se trata al público como si fuera débil mental. Sirve para ahondar prejuicios cuando no para imponer una visión contraria a los intereses del país. Salvo excepciones, por supuesto. No hay programas “culturales” con rating simplemente porque no hay inversión.

-Por eso será que mas se invierte en farándula que en cultura

-Es verdad, cuando inviertan y hagan buenos programas, verán como, a la larga, se termina desplazando a todos los parásitos que ganan fortunas haciendo que la gente no piense y perdiendo simultáneamente ellos su capacidad de pensar. Consumir basura, desgraciadamente, crea hábito. Cambiar los hábitos de consumo televisivo es un desafío que también debería encarar el actual gobierno.

-¿Cree que los medios han hecho un juramento para idiotizar a la gente?

-No sé si los medios se habrán juramentado en lo que ustedes llaman “idiotizar a la gente”, pero en todo caso es evidente que tener un público que consuma ideas prefabricadas, conviene a los intereses del poder económico. Sin conciencia crítica no puede haber nunca una democracia de calidad. El ciudadano se debe sentir sujeto de la historia y no un pelele al que manipulan desde una pantalla de TV.

-¿Confía en el gobierno del presidente Humala?

- Espero que Humala sea el que corte el “nudo gordiano” que no ha permitido hasta el presente emerger a numerosos grupos sociales que por su ubicación geográfica o por razones históricas han permanecido al margen de la evolución de la sociedad peruana. La presencia de Susana Baca al frente de esos desafíos es una buena noticia

-¿Cuál es la relación de la prensa con el actual gobierno?

-Hay una prensa de oposición que pertenece a la gigantesca argolla mediática que se inicia en EEUU y concluye en Chile y Argentina y que está destinada defender un proyecto de dominación dentro de cuyo esquema siempre nos hemos movido. Todos los países que pretenden realizar cambios democráticos, realmente democráticos, se enfrentan a esa prensa que descalifica todo lo que es ajeno a los intereses económicos del gran capital.

-Muchos señalan que a Humala le fastidia la prensa, ¿usted comparte esa opinión?

-Humala es un hombre sensible, no un santo, por tanto si no se molestara con la prensa sería porque lo está protegiendo el Espíritu Santo. Hablo de molestia interior. Esa sí es imposible que no la tenga. Me molesta a mí que no estoy directamente concernido y que tengo 20 años más que el presidente, cómo no habría de molestarle a él. Esa molestia no indica que haga nada por interferir en la libertad de esa prensa para defender sus intereses. Respeta las reglas del juego. Clarín y La Nación hace 8 años que vienen anunciando la desaparición de los Kirchner y en las elecciones de este mes la presidente argentina ganará por una diferencia de, posiblemente, cuarenta puntos, a su más cercano oponente. El poder mediático, aun siendo enorme, está tan atado a intereses coyunturales que no tiene más remedio que caer en contradicciones y equivocarse.

-¿Cree que nuestra sociedad moralmente y materialmente está corrompida?

-No solo en Perú hay corrupción. Es, quizá, el tema más dramático de nuestro tiempo en el conjunto de la sociedad humana. Es un problema de valores. Mientras el valor central de una sociedad sea el “tener” tendremos estos resultados, cuando reemplacemos el “tener” por el “ser”, y realmente valgamos por lo que somos, por lo que hacemos, por nuestra honestidad, por nuestro aporte al crecimiento del conjunto de la sociedad, entonces las cosas si podrán cambiar, mientras tanto trabajemos por ese cambio indispensable no solo para vivir mejor.

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