jueves, 20 de febrero de 2014

Inocencia robada

El abuso sexual a menores de edad es más común de lo que las personas creen. El año pasado, por ejemplo, en nuestro país se ultrajaron a 3,857 niños, y en el 2012 a más de 4,000. 

¿Woody Allen abusó sexualmente o no de su hija adoptiva cuando ella tenía 8 años? Si bien el cineasta negó la acusación, lo cierto es que la denuncia de su  hija Dylan Farrow, hoy de 28 años, puso una vez más sobre la mesa el problema del abuso sexual que sufren millones de niños en el mundo. 
A despecho de los que muchos creen, la violencia sexual no distingue clases sociales. Tampoco es cierto que el escenario de mayor peligro sea la calle. 
De acuerdo con reportes policiales, en la mayoría de los casos el abusador está en la propia casa, en un familiar, vecino, etc. 
El abuso sexual a menores no es algo que acontezca de vez en cuando. El año pasado, por ejemplo, en nuestro país se ultrajaron a 3,857 niños, y en el 2012 a más de 4,000. En ambos casos, la mayoría de las víctimas fueron niñas de entre 10 y 14 años. 
¿Qué lleva a un adulto a cometer una atrocidad de esta naturaleza? 
Según Freddy Vásquez, psiquiatra y médico del hospital Noguchi, la impotencia del individuo de no poder ejecutar sus bajos instintos con la madre lo lleva abusar del niño. Por lo general estas personas actúan bajo los efectos del alcohol o de un alucinógeno. 
“En más del 50% de los casos, los autores son personas que sufrieron siendo menores algún tipo de abuso sexual, maltrato infantil y abandono”, agrega el galeno.
Por su parte Luciana Cumpa, especialista de la ONG Acción por los Niños, dice que los agresores también actúan de esa forma debido a trastornos de género, es decir, que producto de su machismo, piensan que pueden hacer con el cuerpo de la mujer lo que ellos deseen. De ahí que no tengan escrúpulos para someter a sus víctimas a diversos actos aberrantes. 
Tipo de abusadores
Según el doctor Vásquez, existen dos grupos de abusadores sexuales en función a su comportamiento.
En el primer grupo están los pedófilos que suelen estar implicados en casos de abuso extrafamiliar, es decir, abusan de varios menores diferentes, presentando una compulsión crónica y repetitiva. Este tipo de personas rehúyen las relaciones de pareja adultas.
“Pueden ser conocidos o desconocidos de la víctima. Cuando son desconocidos, casi siempre usan la violencia física. No obstante, en el caso de ser conocidos del niño y su familia, suelen tener un importante lugar en las redes personales de los niños, generando vínculos afectivos. Pueden elegir entre sus víctimas a niños o adolescentes desatendidos o con muchas carencias, en razón de una fragilidad familiar o social”, sostiene.
Mientras tanto, en el segundo grupo, están los abusadores regresivos que son adultos que ejercen abuso sexual intrafamiliar pero que, a diferencia del primer grupo, reaccionan abusando sexualmente de un niño frente a crisis personales o de pareja. 
Acciones a tomar
El alto número de menores ultrajados en el país amerita tomar medidas urgentes que conlleven a controlar este problema. La representante de Acción por los Niños considera que debe trabajarse en tres aspectos.
Primero, crear un Registro Único de Víctimas que ayude a las autoridades a tener un mejor diagnóstico del problema, de manera que pueda atenderse eficientemente a los afectados.
Actualmente cada institución vinculada a este tema (Policía, Ministerio Público, Poder Judicial) maneja su propia estadística. 
Segundo, evitar que la víctima pase por el tortuoso camino de tener que recordar en reiteradas oportunidades los hechos que le tocó vivir. “En este caso, deberá encargarse a un psicólogo experto la tarea de tener que preguntar al menor las ocurrencias de la agresión, para luego con dicho informe iniciar el proceso penal”, sostiene la doctora Cumpa.
Finalmente, realizar un trabajo de prevención que incluya no solo a los padres de familia, sino también a los profesores y medios de comunicación. 
Agrega que solo a través de estos aspectos se podrá combatir con mejores resultados a los pedófilos. “En la medida que se detecte a tiempo estos hechos tendremos cada vez menos niños pasando por esta situación”, señala. 
Huancayo es la ciudad que registra el mayor número de abuso sexual infantil del país. En Lima, San Juan de Lurigancho y Villa El Salvador ocupan los primeros lugares. 
De acuerdo con el Código Penal, si producto de la violación sexual un menor de 14 años muere o resulta con lesiones graves, el agresor será sentenciado a cadena perpetua. (Redacción)

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