jueves, 17 de julio de 2014

“Por culpa de la corrupción, el país pierde 15 mil millones al año”

                                                           “La corrupción se da a todo el nivel, y toda escala”.

A pocos meses de las elecciones regionales y locales, tres presidentes regionales han sido detenidos acusados de corrupción, y por el mismo delito varios están siendo investigados. Para hablar sobre esta lacra que cada vez corroe nuestra sociedad, entrevistamos al director ejecutivo de la ONG Valores contra la Corrupción, Enrique Arias Haro.

-El procurador anticorrupción Christian Salas en una entrevista aseguró que la mayoría de denuncias por corrupción provienen de provincias, ¿esto quiere decir que este problema se ha enquistado más en el interior del país?
 -No, de ninguna manera. La realidad es que el procurador  Salas, si bien cumple con su trabajo dentro de lo esperado, no es acucioso para los casos de la capital, donde por encontrarse las principales instituciones públicas hay más casos de corrupción.
- ¿Y a qué se debe este descuido, por así llamarlo?
- No olvidemos que él fue designado procurador por el Poder Ejecutivo, lo cual le resta independencia. Por eso no se aprecia una relación coherente entre la corrupción presente y la cantidad de funcionarios denunciados.
- ¿En qué quedó la propuesta de crear una Procuraduría Nacional Autónoma?
- En el olvido, como muchas otras iniciativas. Y es que para los funcionarios corruptos, que no son pocos, una entidad de esta naturaleza significaría una traba para sus fines ilícitos.
- El Ministerio de Economía congeló las cuentas de algunos gobiernos regionales y locales que habrían incurrido en delitos de corrupción. Si para el Gobierno esta medida evita que los ladrones disfrazados de autoridades hagan lo que quieran con el dinero público, ¿por qué no hace lo mismo con ministerios y programas del Ejecutivo como Qali Warma, donde cada cierto tiempo aparece una denuncia?
- Lo que pasa, amigo periodista, es que a la mayoría de las autoridades no les conviene ser investigados porque tienen ‘rabo de paja’, y si lo hacen van a direccionarlo para que sus empleados, los jefes de los Órganos de Control Interno (OCI), corten la soga por el lado más débil, que es acusar a los más vulnerables para tener contenta a la oposición y la opinión pública.

“Más allá de una maestría o doctorado, debemos contar con profesionales con valores de anticorrupción que aprecian a su país y sean conscientes del daño que provoca este problema”.


- ¿La medida del Gobierno de congelar las cuentas cree que ataca el tema de fondo? 
- No, en lo absoluto, por el contrario continuaremos con procuradurías que buscan tumbar los juicios para favorecer a los conocidos de las autoridades de turno.
- ¿Podríamos decir que los sistemas de control y fiscalización en el país han colapsado?
- Claro que sí, pero precisemos que el colapso no se ha dado por la incapacidad operativa de las OCIS, sino porque muchas de ellas han sido capturadas por ciudadanos de dudosa integridad, que probablemente forman parte de una macro red de corrupción nacional. Y las que aún están libres, sabemos que vienen siendo presionadas por sus jefes para emitir informes a la medida que ellos quieren.
- La corrupción no solo está en las altas esferas del Estado, también en el personal de planta. Hace más de un mes se descubrió a policías del aeropuerto vinculados al narcotráfico.
-La corrupción se da a todo nivel, y toda escala, con la única diferencia que cuanto más alta sea la esfera más difícil es de ser detectada no por lo complicado del caso o lo sofisticado de las técnicas empleadas, sino por el poder económico de los involucrados y las relaciones que tienen con fiscales, jueces y personal relacionado al trabajo de anticorrupción que les hacen intocables.
- ¿Se tiene una idea de cuánto el país pierde por temas de corrupción?
 - De acuerdo con el Sistema Nacional de Control, estamos hablando de aproximadamente 10,000 millones por año, pero en VCC creemos que esa cifra es mucho más, por los menos 15,000 millones, solo para ser modestos, es decir el 3% del producto bruto interno. Pero en realidad no hay una cifra exacta dado que no hay un sinceramiento de las entidades implicadas en la lucha contra la corrupción, y porque además las entidades no consideran en sus estimaciones este problema.
- Estando así las cosas, ¿cómo le hacemos frente? 
- Más allá de una maestría o doctorado, debemos contar con profesionales con valores de anticorrupción que aprecian a su país y sean conscientes del daño que provoca este problema.
Por otro lado, hay que impulsar la elección de un contralor que no sea del partido de turno.
Finalmente, el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) debe ser reestructurado, ya que su supuesto control para la elección de jueces y magistrados es más que cuestionable, razón por el cual muchas autoridades judiciales tienen carta libre para entrar al terreno de la corrupción. La sociedad civil debe tener una mayor participación en esta entidad.
- No sería bueno enseñar en los colegios el valor de la honestidad, probablemente ello ayudaría a tener más adelante menos corruptos. ¿Usted qué piensa?

- Justamente es lo que VCC hace, pero de manera focalizada, puesto que es consciente que todo niño aprende lo que es bueno y malo; pero, no así lo que significa, por ejemplo, el valor de la fiscalización y la denuncia ciudadana. Por ello es importante el trabajo de la sociedad civil, como nuestra entidad y otras que buscan la promoción de los valores de anticorrupción, como una medida de prevención contra este flagelo, que no es exclusivo del Perú. (Raúl Vela)

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