A menos de cuatro meses de las
elecciones presidenciales, cuatro candidatos tienen las primeras opciones para
llegar a la segunda vuelta. Para analizar el contexto electoral, el historiador Cristóbal Aljovín, especialista en cultura
política durante el siglo XIX nos da su punto de vista.
- ¿Qué tipo de
electorado podemos encontrar en nuestro país?
- Yo creo que es un electorado bastante confundido y oportunista en el sentido de que basta que un candidato les lance unas cuantas promesas que crean que les beneficia a ellos y votan por esos candidatos. Digamos, la dinámica que se genera no es la más indicada para refortalecer el sistema democrático.
- Yo creo que es un electorado bastante confundido y oportunista en el sentido de que basta que un candidato les lance unas cuantas promesas que crean que les beneficia a ellos y votan por esos candidatos. Digamos, la dinámica que se genera no es la más indicada para refortalecer el sistema democrático.
- ¿Todavía se
puede hablar de una “geografía electoral”? En el sentido de que ciertas
regiones del país se encuentran políticamente “dominadas” como el tradicional caso del norte y su asociación con
el Apra?
- Yo creo que sí, no por un partido político, pero sí por una pasión política. Por ejemplo, si tú ves donde se concentran los llamados “señores anti sistemas” o críticos al establishment [grupo de poder] ves que es en el sur andino. Entonces, sí hay un mapa que, muchas veces, no es tan claro como antes porque antes el dueño de ese mapa era el Partido Aprista en el Norte; sino que hay una pasión en el sur andino que puede ir hacia diferentes posturas políticas. Entonces sí hay una geografía política en el Perú, está claro. Y, por ejemplo, también, uno cree que en el Perú, los movimientos sociales han muerto y eso también es mentira, los movimientos sociales perviven hoy día y con muchísimas fuerza en muchas zonas rurales.
- Yo creo que sí, no por un partido político, pero sí por una pasión política. Por ejemplo, si tú ves donde se concentran los llamados “señores anti sistemas” o críticos al establishment [grupo de poder] ves que es en el sur andino. Entonces, sí hay un mapa que, muchas veces, no es tan claro como antes porque antes el dueño de ese mapa era el Partido Aprista en el Norte; sino que hay una pasión en el sur andino que puede ir hacia diferentes posturas políticas. Entonces sí hay una geografía política en el Perú, está claro. Y, por ejemplo, también, uno cree que en el Perú, los movimientos sociales han muerto y eso también es mentira, los movimientos sociales perviven hoy día y con muchísimas fuerza en muchas zonas rurales.
- La idea del
“mal menor” se ha repetido en las últimas elecciones que en algunos casos ha
sido contrarrestada con la aparición de un outsider [candidato ajeno al sistema político], pero nunca por
una parte significativa del electorado que decida hacer un voto nulo o en
blanco efectivo. ¿Cómo se puede explicar esta contradicción?
- No me parece raro que la gente vote por un mal menor. Las elecciones terminan implicando una suerte de negociación colectiva sobre qué tipo de rumbo quieren que el país tome. El problema es si el mal menor es tomado con un sentimiento de mucha distancia o es simplemente un mal menor en relación a alguien que a uno le hubiera parecido un mejor presidente.
- No me parece raro que la gente vote por un mal menor. Las elecciones terminan implicando una suerte de negociación colectiva sobre qué tipo de rumbo quieren que el país tome. El problema es si el mal menor es tomado con un sentimiento de mucha distancia o es simplemente un mal menor en relación a alguien que a uno le hubiera parecido un mejor presidente.
- ¿Por qué en las
últimas elecciones la diferencia del porcentaje de votos entre el primer y
segundo puesto ha sido mínima? ¿A qué se debe que no encontremos resultados
avasalladores como el de Alan García en 1985?
- Bueno, lo común es que las diferencias sean pequeñas; de 4 o 5% que es un montón en política. Más bien es raro encontrar a un candidato que gane por un porcentaje mucho mayor. A mí no me parece que eso sea un problema en la política; el problema es la poca legitimidad que el sistema tiene porque todos asumen que los candidatos si llegan al poder no van a cumplir con lo que prometen; entonces ahí sí hay una cosa grave.
- Bueno, lo común es que las diferencias sean pequeñas; de 4 o 5% que es un montón en política. Más bien es raro encontrar a un candidato que gane por un porcentaje mucho mayor. A mí no me parece que eso sea un problema en la política; el problema es la poca legitimidad que el sistema tiene porque todos asumen que los candidatos si llegan al poder no van a cumplir con lo que prometen; entonces ahí sí hay una cosa grave.
- Las elecciones
primarias abiertas realizadas por el Frente Amplio reflejaron una iniciativa
positiva en un sector de la izquierda, ¿cuál fue el impacto de estas elecciones
en el escenario político? ¿Está generando la izquierda una concientización
social que responda a maneras más integradoras y democráticas de hacer
política?
- No creo que hayan ganado tanto en estas elecciones primarias. Sé que participó muchísima gente: 20.000 personas; puede ser que hayan educado a un colectivo humano, me parece positivo, pero tampoco creo que esto se vaya a reflejar en una mayor cantidad de votos, por lo menos en un futuro cercano. Muchas veces en la política el futuro lejano está demasiado lejano que nunca llegas; lo importante también es a mediano plazo lograr algunos cometidos.
- No creo que hayan ganado tanto en estas elecciones primarias. Sé que participó muchísima gente: 20.000 personas; puede ser que hayan educado a un colectivo humano, me parece positivo, pero tampoco creo que esto se vaya a reflejar en una mayor cantidad de votos, por lo menos en un futuro cercano. Muchas veces en la política el futuro lejano está demasiado lejano que nunca llegas; lo importante también es a mediano plazo lograr algunos cometidos.
- Se puede decir
que la fragmentación de la izquierda ha sido un problema para llegar al poder,
pero no para ejercer influencia en la contienda política. ¿Tiene la izquierda
alguna posibilidad de éxito en las elecciones del 2016?
- Primero creo que hay varias izquierdas como hay varias derechas. Hay una izquierda más vinculada a provincias, más vinculada a la cuestión anti minera, a movimientos sociales. Hay otra izquierda más urbana, más abierta al capital. Entonces creo que hay diferentes izquierdas como hay diferentes derechas y centros. Además no creo que estas diferencias entre izquierda y derecha sean tan fuertes como lo fueron hace 30 años atrás. Que les vaya bien en las elecciones del 2016, momentáneamente lo dudo, pero también es verdad que en un proceso electoral, donde un porcentaje altísimo de la sociedad no está contenta muchas cosas pueden ocurrir.
- Primero creo que hay varias izquierdas como hay varias derechas. Hay una izquierda más vinculada a provincias, más vinculada a la cuestión anti minera, a movimientos sociales. Hay otra izquierda más urbana, más abierta al capital. Entonces creo que hay diferentes izquierdas como hay diferentes derechas y centros. Además no creo que estas diferencias entre izquierda y derecha sean tan fuertes como lo fueron hace 30 años atrás. Que les vaya bien en las elecciones del 2016, momentáneamente lo dudo, pero también es verdad que en un proceso electoral, donde un porcentaje altísimo de la sociedad no está contenta muchas cosas pueden ocurrir.
- Podría
plantearse este mismo problema para la derecha que actualmente se encuentra
dispersa. A diferencia de la izquierda que en sus múltiples divisiones tiene a
un representante, en la derecha no encontramos una organización que defienda
alguna postura “unitaria”, sino que más bien responde a intereses personales.
¿Podemos encontrar algún partido que se auto considere de derecha?
- Creo que los partidos están tratando de evitar ser tildados de izquierda o de derecha. No encuentran un beneficio para hacerlo así; y más bien lo que están tratando es que en la mente de los votantes existan un conjunto de ideas por los cuales el votante deba votar para ellos.
- Creo que los partidos están tratando de evitar ser tildados de izquierda o de derecha. No encuentran un beneficio para hacerlo así; y más bien lo que están tratando es que en la mente de los votantes existan un conjunto de ideas por los cuales el votante deba votar para ellos.
- ¿La candidatura
de Cesar Acuña podría considerarse como una presencia necesaria del
regionalismo en el escenario político? ¿Es acaso el reflejo de la tan
idealizada manera de hacer política que vaya de la periferia a la capital?
- No me parece. No porque la candidatura no implique eso, sino porque él no está creando una imagen de la periferia al centro. Lo que yo creo que está creando es la imagen de una persona de escasos recursos que la supo hacer, que tiene esas virtudes de un emprendedor de éxito. No me da la impresión que la cuestión de la periferia esté tan fuerte en él; además tiene que conquistar el voto de Lima.
- No me parece. No porque la candidatura no implique eso, sino porque él no está creando una imagen de la periferia al centro. Lo que yo creo que está creando es la imagen de una persona de escasos recursos que la supo hacer, que tiene esas virtudes de un emprendedor de éxito. No me da la impresión que la cuestión de la periferia esté tan fuerte en él; además tiene que conquistar el voto de Lima.
- Existe una
contra campaña hacia las candidaturas de Keiko Fujimori y Alan García que apela
a la “memoria”: a que el peruano “olvida fácil”. ¿Qué tan importante es este
componente en el escenario electoral?
- Fundamental. Por lo menos, de un 20% hasta un 40% influye esta remembranza a la memoria que les quita votos a ellos. Lo que pasa es que las elecciones son un proceso en el cual tú empiezas en un punto y terminas en otro y en verdad es muy difícil saber lo que va a pasar en el medio. Por ejemplo, el caso de Alan García; cuando empezó esto sabía que tenía el problema de los narcoindultos, pero no sabía que iba a existir el problema del plagio. Como Keiko sabe que le van a sacar el tema del maltrato a las mujeres o la corrupción de su padre. Pero digamos que una elección también te va generando una dinámica que muchas veces es difícil de saber qué es lo que va a ir ocurriendo en el transcurso de ella.
- Fundamental. Por lo menos, de un 20% hasta un 40% influye esta remembranza a la memoria que les quita votos a ellos. Lo que pasa es que las elecciones son un proceso en el cual tú empiezas en un punto y terminas en otro y en verdad es muy difícil saber lo que va a pasar en el medio. Por ejemplo, el caso de Alan García; cuando empezó esto sabía que tenía el problema de los narcoindultos, pero no sabía que iba a existir el problema del plagio. Como Keiko sabe que le van a sacar el tema del maltrato a las mujeres o la corrupción de su padre. Pero digamos que una elección también te va generando una dinámica que muchas veces es difícil de saber qué es lo que va a ir ocurriendo en el transcurso de ella.
- Estos mismos candidatos,
además, están asociados a una figura icónica para desarrollar sus campañas.
Keiko, a su padre y Alan, en menor medida, a Haya de la Torre. ¿Qué sucede con
los otros candidatos? ¿Cómo enfrentarse estratégicamente a figuras tan
populistas y avasalladoras?
- Creo que lo que has dicho es cierto con Keiko y no cierto con Alan. Creo que Alan hace tiempo se ha escapado de Haya de la Torre. Puede ser que el primer Alan estaba vinculado a la figura de su fundador, pero después no. En el caso de Keiko sí está atrapada con la figura de su padre y en verdad el mérito de Keiko es ser hija de su padre. Ella no tiene ningún mérito si no fuera Fujimori. En el caso de Alan García, su mérito es propio.
- Creo que lo que has dicho es cierto con Keiko y no cierto con Alan. Creo que Alan hace tiempo se ha escapado de Haya de la Torre. Puede ser que el primer Alan estaba vinculado a la figura de su fundador, pero después no. En el caso de Keiko sí está atrapada con la figura de su padre y en verdad el mérito de Keiko es ser hija de su padre. Ella no tiene ningún mérito si no fuera Fujimori. En el caso de Alan García, su mérito es propio.
En este sentido,
para el electorado peruano, la candidatura de Keiko Fujimori asociada a la
figura de su padre todavía es percibida como una figura integradora de
distintos sectores en el país.
- ¿Las alianzas
que está forjando Keiko Fujimori, por ejemplo, con Vladimiro Huaroc intentan
perpetuar esta percepción?
- Me imagino que sí. Como te digo una elección es un proceso, si la apuesta de Keiko de seguir el discurso de Harvard funciona va a continuar, si ve que está perdiendo votos va a regresar. Yo creo que lo que Keiko quiere hacer, y me imagino si es inteligente lo haría, es ser una fujimorista light y no una Martha Chávez, pero tampoco te puedes ir a jugar el rol de Susana Villarán porque nadie se lo va a creer. Keiko sabe que tiene un voto duro y ese voto duro va a ser suyo siempre; entonces, lo que ella tienen que conquistar es el otro voto.
- Me imagino que sí. Como te digo una elección es un proceso, si la apuesta de Keiko de seguir el discurso de Harvard funciona va a continuar, si ve que está perdiendo votos va a regresar. Yo creo que lo que Keiko quiere hacer, y me imagino si es inteligente lo haría, es ser una fujimorista light y no una Martha Chávez, pero tampoco te puedes ir a jugar el rol de Susana Villarán porque nadie se lo va a creer. Keiko sabe que tiene un voto duro y ese voto duro va a ser suyo siempre; entonces, lo que ella tienen que conquistar es el otro voto.
- ¿Existe la
posibilidad de la aparición de un outsider para el escenario electoral del 2016?
- Bueno, no lo sé, todo depende de quiénes se inscriban, cuando termine la inscripción ya no hay posibilidad de outsider. Es difícil, pero mira la historia de Fujimori, de nadie conocerlo terminó siendo presidente de la República. Lo que sí es cierto es que un porcentaje altísimo de la población que vota con pocas ganas; entonces hay una posibilidad de que el voto pase a otra persona, pero no sé a quién. (Redacción/Gran Angular)
- Bueno, no lo sé, todo depende de quiénes se inscriban, cuando termine la inscripción ya no hay posibilidad de outsider. Es difícil, pero mira la historia de Fujimori, de nadie conocerlo terminó siendo presidente de la República. Lo que sí es cierto es que un porcentaje altísimo de la población que vota con pocas ganas; entonces hay una posibilidad de que el voto pase a otra persona, pero no sé a quién. (Redacción/Gran Angular)
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