jueves, 12 de julio de 2012

Un año de problemas


Un hecho resaltante que nos deja el nuevo gobierno en su primer año, es su falta experiencia para poder afrontar los diversos problemas sociales que dejó García. Esta situación, como es obvio, viene dejando al país al borde de una terrible guerra por el medio ambiente y el poder económico. 

El 28 de julio del año pasado, el presidente electo Ollanta Humala juró por Dios y por la Patria mantener el orden y buscar el desarrollo de un país que venía creciendo en cuanto a economía se refiere.  Las inversiones mineras, con la economía neoliberal que se había implantado en la Nación, llevaban al Perú a una cumbre financiera que podría mantener en calma al país durante los años restantes.
Cabe recordar que los socios políticos de Humala en las elecciones pasadas son hoy los que generan disturbios en el interior del país. Según lo que arrojaron los resultados de los comicios electorales, se registró aproximadamente cerca del 80% de apoyo para Humala en las zonas alto andinas de nuestra región, con lo que quedó claro que el actual jefe de Estado tenía aprobación total en el Perú profundo.
Sin embargo, hechos desafortunados desacreditaron al actual gobernante ante la opinión pública. Está de sobra hablar sobre los escándalos producidos por los parlamentarios de su propia bancada. Congresistas inescrupulosos, que no tuvieron el menor reparo en engañar al país que los eligió, ocultando sus oscuros pasados al omitir informaciones escabrosas en sus hojas de vida al momento de inscribirse en el JNE. 
Empezando por Omar Chehade, la lista es larga. Tales son los casos de la “Robaluz”, la “Robacable”, el “Comeoro”, así como los sucesos bochornosos de Emiliano Apaza y el presunto violador Walter Acha. Y no debemos olvidar los escándalos producidos por la excocalera Nancy Obregón, quien, entre otros escándalos, protagonizó una agresión física a un reportero gráfico de un diario local.
Pero esto no preocupa a los aliados del mandatario, ya que en declaraciones recientes, Alfonso García Miró, vicepresidente de la Confiep, resaltó la labor de inclusión social y el buen nivel económico que viene desarrollándose en la actual gestión gubernamental del presidente Ollanta. Según lo que indica, lo importante es que el Gobierno sigue construyendo el crecimiento económico iniciado hace 20 años.
“Esperamos que se den las acciones para evitar que el país desacelere su desarrollo en el próximo año, también confiamos que seguirá desarrollando los programas sociales que necesita gran parte de la población”, señala el vicepresidente de Confiep.
Sin embargo, no son los escándalos los que manchan el primer año de gobierno del presidente Humala, si no las afiebradas protestas de las personas ubicadas en los espacios más olvidados del país. Tal es el caso de Cajamarca, Espinar y Celendín. El cauce de las protestas ha llegado al río de la subversión, desplazando los reclamos democráticos por protestas armamentistas, propias de cualquier dictadura.
Los efectos del cambio
Cuando este semanario conversó con especialistas sobre el tema Conga, nos quedó claro que la preservación del medio ambiente debía ser prioridad en este tipo de acontecimientos. El sociólogo ambiental, Carlos Ramírez, especialista de Pro Naturaleza, indicó que los daños que se iban a causar en Cajamarca serían irreversibles y que ninguna inversión, por más cuantiosa que sea, iba a conseguir realizar en poco tiempo lo que la naturaleza había hecho por años.
Algo parecido nos comentó César Gutiérrez, ex director de Petroperú, quien señala que lo que el gobierno debe hacer es dejar por el momento el proyecto minero Conga, porque los daños sociales y ambientales podrían pasarle la factura. Él, como ingeniero y con experiencia en excavaciones, sabe de primera mano que ciertas perforaciones causan daños indecibles en los suelos tales como los que tiene Cajamarca.
Según el periodista Augusto Álvarez Rodrich, lo que ha marcado a fuego en las mentes de los pobladores que confiaron en el mandatario es el hecho de que no solo los defraudó apoyando la inversión extranjera, sino que, en el momento que pudo rectificarse, terminó saliendo a favor de un proyecto que, a todas luces, según los mismos pobladores, debió ponerle frenos.
Para el Jefe de Departamento de Economía de la PUCP, Waldo Mendoza, existen dos grandes vacíos que dejaron los gobiernos de Toledo y García: La elevada participación de los minerales en las exportaciones. Lo cual es, según el especialista, un rasgo típico de un modelo económico primario exportador, difícilmente mantenido en el tiempo, y la desigualdad. “El Ministerio de Economía y Finanzas ya puso en marcha una política fiscal expansiva para hacer frente a la crisis internacional”, señala Mendoza.
Pero, a pesar del crecimiento económico que según los especialistas viene teniendo el país, la mala distribución de la riqueza sigue siendo el “Talón de Aquiles” de una nación con miras al desarrollo. Además, Humala Tasso aún no cumple con su promesa de bajar el precio de la gasolina, entre otras cosas.
Lo más resaltante de los penosos y funestos acontecimientos que han teñido de desasosiego este primer año de gobierno son las irreparables muertes ocurridas en Cajamarca, Espinar y Celendín.
Según información que se desprenden de los medios de comunicación, los anti mineros atacaron el municipio de Celendín e hirieron de bala a dos policías y un soldado. Hay, además de tres muertos y 21 heridos, siete de ellos son policías y tres soldados. 
Lo más penoso de este suceso fue la desaparición de un menor de edad cuyas iniciales son C.M.A. de 17 años, a quien sus profesores le aconsejaban no meterse en ese tipo de luchas armadas.
Pero esto no es lo único. La aparición notoria de Sendero Luminoso pone en alerta al Perú entero, ya que dicha banda subversiva amenaza con la tranquilidad de una democracia liberal, que es lo que se está buscando. A estos hechos, el Estado no muestra un ápice de coherencia en sus acciones contrasubversivas. Para muestra, un botón: La operación “Libertad” terminó con ocho efectivos muertos y varios heridos. 
Las luchas y las protestas siguen su cauce. Cajamarca está en estado de emergencia y las promesas electorales aún no se cumplen. Este ha sido solo una pequeña muestra de las irregularidades en las promesas y comportamiento de un presidente que no ha sabido hacer frente a problemas que venían de gobiernos anteriores y que, al parecer, seguirán protagonizando desmanes en el país. No cabe duda, que hay mucho por corregir. 

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