En el Perú, 40 mil personas sufren esta enfermedad, que no solo afecta a los adultos mayores, sino también a muchos recién nacidos.
En
el Perú, de los 90 mil casos de ceguera que se presentan al año, 40 mil están
relacionados a la catarata.
Según
el doctor Fermín Silva, oftalmólogo de la clínica La Luz, esta enfermedad puede
clasificarse en cuatro grupos: la catarata senil, que son aquellas que se
derivan del normal envejecimiento de las personas; la catarata congénita, cuya
causa es hereditaria u ocasionada por una infección o inflamación en la mujer
embarazada que afecta al bebé. Igualmente la catarata secundaria, originada por
otro tipo de dolencia, como la diabetes y ciertas enfermedades de los ojos:
iritis, glaucoma, desprendimiento de la retina, etc.; y la catarata traumática,
que está asociada a agresiones externas tales como, lesiones oculares, golpes,
cortes, radiación ultravioleta, infrarrojos o quemaduras por agentes químicos.
La
catarata es la opacidad del cristalino, que normalmente es un lente claro y
transparente. Puede aparecer en ambos ojos a la vez, o solo en uno de ellos. En
ambos casos, se desarrolla gradualmente a lo largo de los años.
Elisa
Villalobos Mendizábal cuenta que a ella le dio en los dos ojos, y que durante
dos años padeció dicha enfermedad.
El tabaco
Estudios médicos
sostienen que este mal también estaría ligado al tabaquismo,
puesto que las personas que consumen tabaco tienen 40% más riesgo de
desarrollar catarata a largo plazo. Esto se debe a que el tabaco contiene
sustancias tóxicas que al fumar ingresan a la sangre acelerando el
envejecimiento celular.
La doctora Janet Osorio, del hospital Rebagliati,
sostiene que las personas afectadas con cataratas están más propensas que otras
a sufrir de accidentes.
La señora Villalobos Mendizábal revela que durante
el tiempo que sufrió esa enfermedad, ella vivía atemorizada cuando salía de su
casa.
“Durante
el día, tenía que usar lentes, porque la luz del sol me afectaba, durante la
noche, era peor, porque no diferenciaba bien el semáforo, solo veía luces,
razón por el cual me sentía perdida”, sostiene.
El
síntoma más común de la catarata es la disminución de la visión. Otros síntomas
menos frecuentes son un apagamiento de la visión de los colores, mala visión
nocturna, mayor sensibilidad a la luz, etc.
Si una persona
tiene catarata, el único tratamiento para curarse, es la quirúrgica, no
hacerlo, es quedarse ciego. Por ese motivo, la especialista recomienda a las personas mayores de 50 años hacerse un
examen oftalmológico a fin de prevenir y descartar algún problema visual.
Con 64 años, Elisa Villalobos debía ser
operada. Antes de someterse a cirugía, ella, que ya asistía a la Comunidad
Cristiana del Espíritu Santo, pidió a Dios dirigir la mano del médico para que
todo saliera bien. Y así fue. Luego de una hora en el quirófano, logró
recuperar la visión del ojo izquierdo. Tres meses después, su ojo derecho
también fue curado.
Hoy, con 69 años, Elisa lleva una vida normal,
haciendo lo que antes no podía hacer sola. (Redacción)
Según la OMS, en el mundo hay 18 millones de personas ciegas por cataratas, la mayoría mayores de 60 años.
¿CON
QUÉ RAPIDEZ SE DESARROLLAN?
La
mayor parte de las cataratas asociadas al envejecimiento progresan gradualmente
a lo largo de varios años.
Otras
cataratas, especialmente en individuos más jóvenes y en personas que padecen
diabetes, pueden progresar rápidamente en unos cuantos meses ocasionando un
deterioro en la vista.
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