Todos queremos ser felices, pero no todos sabemos cómo. Para alcanzarla, El
Universal conversó con la colombiana Sylvia Ramírez, coach de felicidad y marca
personal.
- ¿Existe la felicidad?
- Sí existe, y tiene tres características esenciales.
Primero, no significa lo mismo para todo el mundo (cada persona tiene su manera
de ser feliz; no hay un solo modo). Segundo, es una decisión (no es una meta
que debamos alcanzar); y tercero, es perfectamente compatible con otros estados
de ánimo: se puede ser feliz y, al mismo tiempo, estar triste, por ejemplo.
- ¿Estar contento es ser feliz?
- Muchas personas encuentran tan esquiva la felicidad que
suelen confundirla con “estar contento”, pero cuidado, se trata de dos cosas
parecidas pero diferentes. Nos ponemos “contentos” cuando recibimos una buena
noticia; cuando tenemos una nueva relación de pareja o cuando estamos comiendo
algo que nos gusta, pero la verdad es que ninguna de estas cosas nos ocurre
todo el tiempo.
Volvemos al inicio: es muy peligroso confundir “ser feliz” con
“estar contento”. La felicidad, entonces, no consiste en algo que obtengamos
sino, por el contrario, es un atributo que ponemos a nuestra cotidianidad. Cuando
logramos asimilar esta distinción comenzamos a notar que nuestra vida –ahora
mismo- es mucho más feliz de lo que creíamos, dado que ser felices ya no
dependerá nunca más de las cosas que nos pasan sino de lo que nos decimos
acerca de lo que nos pasa. Esa es la esencia del poder personal.
- ¿Qué se necesita para ser feliz?
- Lo primero que una persona necesita para ser feliz es querer
ser feliz. Después de querer ser feliz, es indispensable creer que es posible
ser feliz. Una vez logrado ello, debemos dejar de lado el perfeccionismo; dejar
de compararnos; soltar los parámetros ideales de todo (trabajo, pareja, cuerpo,
academia) y enfocarnos en construir la mejor vida que podamos vivir, no una
vida perfecta.
- ¿Cómo el
entorno influye para ser feliz?
- Aunque mi revolución consiste en demostrar a las personas
justamente que el entorno no afecta (no tiene por qué afectar) nuestra
felicidad, hay ajustes que podemos hacer ya mismo a nuestro entorno que
redundarán en muchísima felicidad. Así tenemos: organizar los espacios en los
que pasamos más tiempo (nuestra habitación y nuestra oficina); los espacios
(poner una imagen inspiradora en el computador; poner las flores de nuestra
preferencia o una música agradable) y hacer todo lo posible por rodearnos de
personas positivas por lo menos en un momento del día.
- Recomendaciones finales (…)
- Acciones puntuales: Preferir salir a tomar un café con
alguien en vivo y en directo que conversar por las redes sociales. Dormir la
cantidad de horas que cada uno sabe que requiere dormir (con un cuerpo agotado
es imposible ser feliz). Dejar de autosabotear nuestros sueños con actitudes
como la postergación, el negativismo y el conformismo (el primer paso para
tener más es querer más). Y finalmente, erradicar las quejas para elevar el
poder personal: cada vez que nos quejamos de algo en lugar de trabajar por
cambiarlo, estamos diciendo al mundo en voz alta que no somos capaces de lidiar
con nosotros mismos. (C.M.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario