Por ocurrir en
cualquier momento, muchas personas se han ahogado, asfixiado y hasta quemado.
En el mundo, 50 millones de seres humanos sufren de este mal que no tiene cura.
Juanito
tiene 8 años y hace tres días está en cama, debido a que se calló de la
escalera y se fisuró el hueso de la pierna derecha. Según su madre, no es la
primera vez que Juanito sufre algún accidente. “Producto de la dolencia que tiene,
tengo que estar detrás de él las 24 horas del día”, cuenta esta afligida madre.
¿Qué
es lo que Juanito tiene para que su madre esté pendiente de él? Ella nos
revela, bajando la voz a causa de la estigmatización, epilepsia.
Según
la Organización Mundial de la Salud (OMS), la epilepsia es un trastorno
neurológico crónica que afecta a personas de todas las edades y se caracteriza
por convulsiones recurrentes.
Estas
convulsiones son episodios breves de movimientos involuntarios que pueden
afectar a una parte del cuerpo (convulsiones parciales) o a su totalidad
(convulsiones generalizadas), y a veces se acompañan de pérdida de la
consciencia y del control de los esfínteres.
Las
personas con convulsiones, como Juanito, están más propensos a accidentes e inclusive
de perder la vida. Dependiendo de lo que ellos estén haciendo, pueden sufrir de
ahogamiento, asfixia y hasta quemaduras.
Sin
embargo, no todo epiléptico sufre de convulsiones. De acuerdo con el médico
Abelardo Cavero, neurocirujano y director de Neurosos, solo el 30% tiene crisis
que afectan el comportamiento y la percepción.
En
el mundo, 50 millones de personas padecen epilepsia, lo que convierte a esta
enfermedad en la causa neurológica de defunción más común.
Según
estimaciones, se diagnostican anualmente unos 2.4 millones de casos de
epilepsia. En los países ricos, los nuevos casos registrados cada año entre la
población general oscilan entre 30 y 50 por 100.000 personas. En los países en
desarrollo esa cifra puede ser hasta dos veces más alta.
Causas y tratamiento
El
tipo más frecuente de epilepsia es la idiopática, es decir, la que no tienen
causa identificable, y que afecta a 6 de cada 10 personas. La
epilepsia con causas conocidas se denomina epilepsia secundaria o sintomática, causada
por daño cerebral debido a lesiones prenatales o perinatales, traumatismo
encefalocraneano grave, tumores cerebrales, etc.
La
epilepsia puede tratarse con éxito hasta un 70%
con medicamento diario. En los pacientes que responden mal tratamiento,
la única forma es través de la cirugía, dice el doctor Cavero.
Ya
sea con medicamento o cirugía, la epilepsia no tiene cura para la ciencia, en
cambio para Dios, sí. Es el caso de la señora Gladys
Aliaga, quien convivió con esta enfermedad desde los 18 años, tiempo en el cual
casi pierde la vida en más de una ocasión tras perder el conocimiento.
Fue en la Comunidad Cristiana del Espíritu
Santo, a través de sus cadenas de oración, donde ella encontró la cura y la
tranquilidad que la ciencia no le proporcionó durante años.
(Redacción)
REPERCUSIÓN
ECONÓMICA
Un
estudio reveló que el costo del tratamiento antiepiléptico por paciente en el
mundo representaba el 88,2% del producto nacional bruto (PNB) per cápita, y los
gastos relacionados con la epilepsia, incluidos los gastos médicos, de
transporte y la pérdida del tiempo de trabajo superaban los US$ 1.700 millones
por año.
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