Afecta al 40% de peruanos, sobre todo a las personas mayores de 50 años.
Como no hay forma de evitarlo, solo queda tomar algunas precauciones.
José tiene 55 años, y desde hace 4 años siente
dolores en la rodilla derecha. “Al comienzo fueron simples molestias al
caminar, luego estas se hicieron más intensas con el correr del tiempo”,
cuenta.
Cansado de no poder caminar bien, José fue en busca
de un médico, quien luego de evaluarlo le dijo que sufría de artrosis, una de
las tantas categorías del reumatismo.
Según la Sociedad Peruana de Reumatología, el 40%
de los peruanos padece de reumatismo, enfermedad que causa mucho dolor en las
articulaciones y genera incapacidad física en las personas.
Esta dolencia que afecta al sistema músculo –
esquelético se cree se inicia por factores genéticos y por factores
ambientales, donde se encuentran las infecciones y traumas.
Ante el desconocimiento de una causa precisa de
esta enfermedad, el doctor Carlos Glave Testino, reumatólogo y expresidente de
la Sociedad Peruana de Reumatología, recomienda al paciente acudir a un médico
cuando el cuerpo presente un dolor crónico por más de seis semanas.
De acuerdo con Glave, existen más de 200 dolencias
reumáticas, siendo las más prevalentes la artrosis y la artritis reumatoide.
En el caso de la artrosis, la Sociedad Peruana de
Reumatología considera que esta enfermedad degenerativa y de patología no
inflamatoria afecta al 15% de los peruanos. En tanto, la artritis causada por
una infección apenas al 1% de la población, sobre todo mujeres.
Si bien el reumatismo afecta generalmente a las
personas mayores de 50 años, los jóvenes y los niños también pueden sufrirlo.
“Se han visto casos de artritis idiopática juvenil y de lupus infantil”, cuenta el galeno.
Como no hay forma de prevenir estas enfermedades,
las personas deben hacer ejercicios, tener una buena alimentación, no
automedicarse, evitar el sobrepeso, etc. Sin embargo, ante la sospecha de que
esta ya se presentó, se debe acudir a un especialista.
En el Perú por falta de inversión del Estado para tratar
este conjunto de enfermedades, los sectores más pobres de la población, dice el
doctor Glave Testino, aún no pueden tener cobertura adecuada para el
diagnóstico, manejo y seguimiento de estas dolencias.
“Estos pacientes por no recibir los medicamentos
adecuados para su tratamiento pasan fácilmente a conformar el grupo de personas
con discapacidad”, manifiesta.
Fue
el caso de la señora Andrea Palomino, quien por falta de recursos para acceder
a los medicamentos tuvo de convivir desde los 36 años con una artritis severa,
que le impedía realizar sus cosas de manera normal.
“Los
dolores de mis manos eran intensas, sobre todo en las noches y cuando cogía
algún tipo de metal”, cuenta.
Sin
embargo, todo ello cambió cuando luego de asistir a una programación televisiva
comenzó hacer sus cadenas de oración en la Comunidad Cristiana del Espíritu
Santo.
“Con
perseverancia y fe, me curé. Hoy, con 56 años, tengo una vida feliz”, asegura.
(Redacción)
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