Afecta a los
adultos, sobre todo mujeres, y también a los niños. No tiene cura y solo se
controla a través de medicamentos.
A
casi todo el mundo le duele la cabeza de vez en cuando. En muchas ocasiones, el
dolor de cabeza tiene una causa bastante simple, como haber trasnochado
demasiado, parar mucho tiempo al sol, o sufrir de estrés. ¿Cómo puedo saber
entonces si un dolor de cabeza es un trastorno pasajero o algo más grave?
El
tipo más frecuente de dolor de cabeza es el tensional, provocado por
contracciones musculares. Las personas que toman muchas bebidas con cafeína
también pueden tener dolor de cabeza. Igualmente aquellos que sufren alguna
enfermedad, como la gripe.
Sin
embargo, cuando el dolor es agudo, punzante y viene acompañado de náuseas, vómitos alteraciones visuales,
irritabilidad, podemos estar hablando de migraña.
Estos
cuadros, que suelen durar entre 30 minutos y 6 horas, incluso días, aparecen de
manera súbita.
A
diferencia de los dolores de cabeza provocados por la tensión, la migraña es
tan fuerte que incluso puede hacer faltar al paciente a su trabajo o estudio.
Si
bien la migraña puede iniciarse a cualquier edad, generalmente empieza entre los
10 y 30 años de edad, afecta más a las mujeres que a los hombres (la relación
es de tres a uno) debido a la cuestión hormonal.
Según
Juan de Dios Altamirano, neurólogo de la clínica Anglo Americana, hay diferentes tipos de
migrañas, siendo las más comunes las sin aura, que son aquellas que llegan sin
ningún síntoma previo; y las con aura, que te avisan a través de determinados
síntomas de disfunción cerebral focal transitoria.
Prevención
La migraña no tiene cura y no se sabe cómo se origina, pero sí existen formas de tratarla. Una de ellas, dice el especialista, es llevar una alimentación adecuada, hacer ejercicios, evitar el estrés, la luz solar y los ruidos. En cuanto a las medidas farmacológicas, están los medicamentos preventivos (betabloqueadores, por ejemplo) y aquellos que calman el dolor una vez presentado el episodio.
La migraña no tiene cura y no se sabe cómo se origina, pero sí existen formas de tratarla. Una de ellas, dice el especialista, es llevar una alimentación adecuada, hacer ejercicios, evitar el estrés, la luz solar y los ruidos. En cuanto a las medidas farmacológicas, están los medicamentos preventivos (betabloqueadores, por ejemplo) y aquellos que calman el dolor una vez presentado el episodio.
Hildebranda
Romero desde que le diagnosticaron a los 20 años que sufría de migraña siguió
al pie de la letra las recomendaciones del médico; sin embargo, a pesar de los
cuidados que ella tenía, en más de una oportunidad los fuertes dolores de
cabeza [acompañados con vómitos, mareos e intolerancia a los ruidos] le jugaron
una mala pasada.
A
través de una invitación de un familiar conoció
la Comunidad Cristiana del Espíritu y así logró cambiar su vida.
“Gracias a Dios, a través de mi perseverancia logré ser libre de esta
enfermedad”, recuerda.
Hoy,
con 40 años, ella es feliz porque logró curarse de la migraña.
Para
la prevención de este mal, la participación del paciente es vital para obtener mejores
resultados. “La persona debe identificar los estímulos que desencadenan la
migraña y establecer una escala de dolor. Se sugiere tener un diario y anotar
las incidencias, a fin de que el especialista pueda realizar un mejor
diagnóstico”, recomienda Altamirano. (Redacción)
POSIBLES CAUSAS
Tensión.
Estrés.
Cambio
en horarios de sueño.
Ejercicio
físico intenso.
Ingesta
de cafeína
Cambios
de temperatura.
Comidas
y bebidas: chocolate, queso, carnes frías, salchichas, etc.
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