Una relación de pareja equilibrada y madura nos permitirá crecer y
desarrollarnos como personas.
Para
saber la calidad de los matrimonios que llevan más de 20 años de casados, la
Universidad de Utah, de Estados Unidos, entrevistó a cientos de parejas. El
estudio reveló que las mujeres son más propensas a sentir los efectos de una
relación que no funciona.
Según
Nancy Herrera, psicóloga responsable de la investigación, las mujeres tienen,
incluso, mayor probabilidad de desarrollar síntomas fisiológicos, aumentando el
riesgo de infarto, diabetes, y de otros males.
Carmen
Mendoza, exdecana del Colegio de Psicólogos de Huánuco, refiere algunas de las
actitudes de los hombres que llevan a las mujeres a caer en ese estado.
Creer que solo
ella vive en casa
Desde
épocas remotas, la mujer tiene la responsabilidad de cuidar las tareas
domésticas. Eso no significa, sin embargo, que todo dependa de ella o que la
esposa tenga que limpiar, planchar o cocinar. El hombre que ama a su
esposa la ayudará en lo que es necesario.
Hacerla invisible
Aunque
la Mujer Invisible sea una creación de las historietas, muchos hombres se
esfuerzan para no ver a sus compañeras. Los maridos parecen creer que la cena
se preparó sola, la casa está limpia mágicamente y que los hijos se bañaron por
voluntad propia. Grave error.
Olvidar la pareja
De
repente todo en la vida del matrimonio gira en torno a las cuentas, la casa, la
escuela, el mercado… La pareja se ha olvidado. El romance quedó a un lado y,
muchas veces, lo sustituye el estrés y los gritos. No haga eso. Tampoco alegues
la falta de tiempo para estar al lado de su compañera. Planee, separe tiempo
para pasear o incluso para ver una película en casa.
Mentir
Tal
vez ese sea el acto más grave. La mentira es una profunda falta de respeto, que
muchas veces, no tiene vuelta atrás. Mentir es ser infiel al derecho que su
compañera tiene de saber la verdad. Es ser infiel a su esposa. Engañar es
eliminar la pureza de la relación. (C.M.)
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