En tiempos difíciles, urgen medidas para no desatender a los más pobres del país.
La
época del crecimiento económico que vivió el Perú entre el 2004 y 2013,
con tasas promedio de 6%, sostenida principalmente por los altos precios de los
minerales, terminó y los precios se mantendrán modestos, según proyectan
diferentes instituciones internacionales. El ritmo de la economía peruana
se ha desacelerado, y en 2014 y 2015 el crecimiento fue menos de la mitad del
promedio experimentado durante el auge.
En
ese contexto, el informe de Oxfam “Agenda contra la desigualdad: cinco
temas críticos para cerrar las brechas”, presentado recientemente en Lima,
sostiene que el país enfrenta varios desafíos. Uno de ellos, según el estudio, es
mantener sus niveles de inversión social, tomando en cuenta el importante rol
de programas como Juntos en la reducción de la pobreza monetaria. Sin embargo,
advierte Armando Mendoza, economista e investigador de Oxfam, los presupuestos
públicos de este año han sido recortados para algunos programas sociales,
justamente como Juntos, que reducirá 50 mil beneficiarios, así como para el
sector salud, en particular el Seguro Integral de Salud (SIS), lo cual
representa riesgos para las personas con mayor vulnerabilidad.
“Actualmente,
un 40% de la población es vulnerable a la pobreza. Si bien no se encuentra en
esa condición, un suceso adverso como una enfermedad o pérdida de empleo,
podría llevarlos a la pobreza”, sostiene Mendoza.
El
economista explica que en un escenario de desaceleración económica, es
importante fortalecer la inversión en la gente para que personas que hoy son
vulnerables, estén protegidos, y para que quienes son beneficiarios de
programas sociales, abandonen la pobreza fortalecidos ante cualquier eventualidad.
¿Cómo
lograrlo en un escenario de desaceleración económica? El informe de Oxfam
sostiene que una tributación más justa y progresiva es clave. En particular, la
lucha contra la evasión y la elusión tributaria resulta fundamental. Solo en
2014, el 30% no pagado por concepto de Impuesto a la Renta (IR) habría sumado
alrededor de S/. 17 mil millones al fisco, monto superior al presupuesto
modificado del gasto que el Estado Peruano dirigió al sector salud en dicho
año.
Por
otro lado, se propone reducir gradualmente el peso de los impuestos indirectos
que gravan el consumo. “La actual tasa de 18% del IGV es una de las más
elevadas de la región, y su aplicación es indiscriminada, afectando en mayor
medida a los sectores con menos recursos. Debe plantearse su gradual reducción
o racionalización, con menores precios para productos de consumo popular”,
opinó Mendoza.
En
un escenario electoral, Oxfam en Perú hace un llamado a los candidatos/as
presidenciales y a quienes se encargan del desarrollo e implementación de
políticas públicas, a enfrentar con mayor decisión la pobreza y desigualdad que
se vive en el país, a través de la inversión en la gente, la justicia
fiscal, la mejora de la calidad de los empleos, el impulso del desarrollo rural
y el fortalecimiento de la gobernanza ambiental. (Gran Angular)
No hay comentarios:
Publicar un comentario