La pobreza en el
Perú ha disminuido en los últimos años. ¿Cómo hacemos para que continué bajando?
Del
2011 al 2015 el nivel de pobreza se redujo de 27.8% a 21.8%, respectivamente.
Lo que constituye, según el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial
(IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), uno de los porcentajes más
bajos de los últimos años, luego de haber caído casi 40 puntos desde el 2014.
Carolina
Trivelli, especialista en temas de pobreza y exministra del Ministerio de
Desarrollo e Inclusión Social (Midis), señala que esta pequeña reducción se
explicaría por varios factores. En
primer lugar, conforme el nivel de pobreza en el país se acerca
al 20%, las características de pobreza de las personas -esencialmente, la
productividad- tienen un carácter más estructural y, por lo tanto, es más
difícil incidir en su reducción.
El
gráfico siguiente muestra esta problemática. La “incidencia” (el porcentaje de
personas pobres en el país) ha caído fuertemente, desde casi 60% en el
2004 hasta un nivel cercano al 20% en el 2015.
Sin embargo, la brecha de
pobreza -la diferencia promedio entre el consumo de los pobres del
país y la línea de pobreza- se reduce a un ritmo cada vez menor (ver
indicador “brecha” en el gráfico). Ello debido a las mayores dificultades para
que el segmento más pobre de la población (el ‘núcleo duro’) deje esta condición.
Javier
Herrera, director del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD),
dice por su parte que entre el 2011 y el 2015, el crecimiento del PBI
contribuyó en 62% a la disminución de la pobreza. En el 2014 y el 2015 solo
fue en 39%, mientras que los programas sociales cobraron importancia e
incidieron en el 61% de la reducción.
“Hemos
visto que los programas sociales de protección han cumplido su propósito. Ahora
falta conectar. Los programas dan un piso a los más pobres, pero requieren
complementos”, sostiene Trivelli. Los programas de protección, como
Juntos, son necesarios para no empeorar la condición de la población pobre,
pero insuficientes para insertarlos al mercado y mejorar su capacidad de
generación de ingresos de manera permanente.
Por
ello, se requiere articular los programas de protección del Midis con
programas productivos, que permitan desarrollar las capacidades de las personas
pobres para que puedan ingresar al mercado. Javier Herrera recomienda que
ministerios como Agricultura, Comercio Exterior y Turismo, y Producción,
articulen sus políticas con las del Midis.
Clase media
Para
consolidar este sector, especialmente de aquellos que han dejado la pobreza y
aún son vulnerables a recaer en ella, requerimos más programas como Mi Vivienda
y Crédito Infantil, sostiene la exministra Carolina Trivelli.
Javier
Herrera señala que en el área rural, los agricultores están enfrentando
numerosas adversidades, al igual que en la ciudad donde el 60% de los
trabajadores son informales y autoempleados.
“Para
ellos no bastan los programas de protección, necesitamos los de aseguramiento,
como el accedo al microcrédito o a un seguro de calidad”, opina Herrera.
Para
reducir esta vulnerabilidad Herrera recomienda que el Estado brinde mejores
servicios públicos, sobre todo en salud y educación. (Redacción)
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