Desde el 2008 en que el Perú presentó su demanda ante La Haya para tener soberanía sobre 37,900 kilómetros cuadrados de mar territorial, Chile ha gastado alrededor de $ 6000 millones en comprar armas. Este hecho hace pensar a más de un entendido que ante un fallo desfavorable para este país, podría haber guerra.
Clima hostil, es como se describe en estos momentos las relaciones entre Perú y Chile por el fallo de la Corte Internacional de la Haya. Han pasado 4 años desde que se le demandó al país sureño por el diferendo marítimo. El 16 de enero del 2008, durante el gobierno de Alan García, la demanda fue llevada por el embajador Alan Wagner. Recordemos que entre Perú y Chile se disputan 35,000 Km2 de territorio marítimo, los cuales son un área rectangular aparte de las 200 millas que le corresponde a cada país.
Como consecuencia de esa demanda, a finales de noviembre del 2011, el embajador chileno Fabio Vio dijo que, “Cualquiera que sea el fallo nosotros vamos a respetarlo, que no quepa la menor duda. Estamos seguros que Perú también va a respetar cualquier fallo”.
La contienda de esta nueva disputa entre ambos países se definirá en una corte neutral que está llegando a su fin, con una fase oral en la que ambas partes expondrán sus reseñas, memorias, contra memorias, réplica y dúplica de sus versiones. Se dio a conocer que dicha exposición oral se llevará a cabo entre el 3 y 14 de diciembre este año. El co agente ante la Haya, el excanciller José Antonio García Belaunde, manifestó estar confiado que dicha instancia oral será favorable para nuestro país.
Por su lado, Chile, a través de un documento reiteró su “pleno respeto a la Corte Internacional de Justicia como órgano principal de las Naciones Unidas”. Ambas partes prometieron respetar el resultado, apelando a su diplomacia, pero algunas señales del país vecino han generado la suspicacia y la interrogante que todos, por lo menos alguna vez, se han preguntado. ¿Podría llevarse a cabo otro enfrentamiento armado con Chile? La respuesta parece distante, considerando los años y el uso de sesiones, diplomacia y tratados en lugar de incurrir en las armas. Pero, uno nunca sabe, hay rencillas y hostilidades que parecen no borrarse tan fácil, ni usando la diplomacia.
Se están armando
Una de las señales es que durante el gobierno de la mandataria Michelle Bachelet, en el 2006, Chile gastó cerca de $2000 millones en compra de armas. Y muchas de estas fueron designadas a la zona norte del país, cercana a la frontera con Perú. Lo que ha generado una sospecha y una alerta para nuestro país, ya que podría interpretarse como una acción futura a desacato de un fallo negativo de La Haya.
El incremento de las inversiones chilenas en nuestro país es tomado también como una señal, puesto que no han necesitado declarar un enfrentamiento armado abiertamente para empezar a atacar. El exprimer ministro, Carlos Ferrero, manifestó en su momento este aspecto. “Y para eso, no necesitan armamento, porque ya están adentro. No necesitan conquista territorial, porque ya tienen lo que quieren, tienen una influencia desproporcionada en la economía del Perú”.
A eso, la adquisición de aviones espías de fabricación israelí, llamados “drones”, tipo Hermes 900, sobrevolando la frontera con Chile. Dichos aviones sin tripulantes, según el ministro de Defensa chileno, son para vigilar el tráfico de drogas, pero lo que hay que tener en cuenta es la capacidad tecnológica de estas máquinas. Pueden volar a pesar de cualquier condición meteorológica, así como rastrear miles de kilómetros con cámaras y sensores sofisticados. Su origen, en el país israelí, es para espiar el cielo de Irán y detectar potenciales blancos, para lo cual, están equipados para llevar misiles que destruyen radares aéreos.
Además de todo esto, se debe agregar la reciente adquisición de un buque de asalto anfibio francés que es el más grande de América Latina, y que capaz de portar un batallón de infantería de marina, 22 tanques, 7 helicópteros, etc. Su logística llega también a los aparatos electrónicos como modernos radares en sus fragatas, capaces de resistir ataques aéreos y aumentar su alcance de fuego a 20 Km. En lo que va desde la demanda a La Haya, Chile ha gastado $6000 millones en armas.
Para un periodista con experiencia como Alejandro Guerrero, todos los escenarios son posibles y destacó la manera en que se ha armado el vecino país. “Hay que recordar que se está disputando una enorme porción de océano con una gran riqueza que podrían perder soberanía. Nadie puede saber cómo reaccionará. En los últimos 15 años, debido al aumento del precio del cobre, Chile se ha armado de una manera increíble al punto de ser potencia militar en América del Sur junto a Brasil y Argentina.”, sostiene.
De acuerdo con Guerrero, no tendría nada descabellado hablar de una declaración de guerra ya que en todo el mundo hay guerras y no significa que nosotros estemos libres de eso. “Atención, estamos hablando de recursos para el futuro: Agua, tierra, océano. En el mundo hay muchas guerras, el hecho que no estemos involucrados no significa que el mundo viva en paz. Y en los últimos tiempos ha habido armamentismos extraños como el de Venezuela y Chile”, refiere el periodista.
El hombre de prensa lanzó una advertencia: “Hay que recordar que los chilenos tienen tradición de no respetar los tratados, ahí tenemos la de Ancón, que se demoraron 50 años en cumplirlo, por lo que debemos estar alertas y en contacto con la Comunidad Internacional para que ambos países respeten el derecho”.
Esperemos entonces, que por el bien de ambos países, no sea esto un preludio de una guerra en tiempos en que el mundo ya está muy atribulado para sumarle un conflicto bélico más. Sea cual sea el resultado, se confía en resolver diferencias mediante instancias racionales y sobre todo, diplomáticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario