El alcohol no solo es responsable de muchos de los accidentes de tránsito en el país. Sino también de la aparición de hasta 60 enfermedades. Según DEVIDA, al Perú le cuesta 245 millones de dólares al año luchar contra esta enfermedad
Los peruanos siempre tenemos un motivo para celebrar o lo inventamos con tal de hacerlo con una copa al lado. Esta práctica, que ha dejado de ser anecdótica, se está convirtiendo en un problema grave para el país.
Según un estudio de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA), anualmente el gobierno gasta 245 millones de dólares para combatir esta enfermedad.
Para tener una idea, sabía usted que el consumo indebido de alcohol presenta muchas facetas, entre las que figuran el consumo peligroso, el consumo nocivo y la dependencia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo peligroso “es el que encierra riesgos o consecuencias dañinas” de orden físico, mental o social. El consumo nocivo, o abuso, es el que, si bien ya está provocando daños físicos o mentales, no ha conducido todavía a la dependencia. Por último, la dependencia es la pérdida del autocontrol que permitía a la persona abstenerse, de modo que las grandes ansias de beber lo llevan a hacerlo aunque sufra por ello graves problemas; además, cada vez que intenta romper con el hábito, experimenta el síndrome de abstinencia.
Prescindiendo de la edad, sexo o nacionalidad, nadie está libre de los riesgos del consumo peligroso de alcohol. Ahora bien, ¿qué efecto tiene esta sustancia en el organismo?, ¿qué peligros encierra para la salud si se toma en exceso?
Según el doctor Manuel Torres, director del Centro de Información, Control Toxicológico y Apoyo a la Gestión Ambiental de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, el alcohol nos puede hacer reír, pero también llorar, ya que como toda sustancia que afecta el sistema nervioso central, este actúa sobre el cerebro, provocando un estado inicial de energía y euforia que luego da paso a una etapa de somnolencia y depresión. “Pero el problema es que la mayoría de consumidores no se contenta con un trago. Otros mezclan diferentes tipos de bebidas alcohólicas terminando con una resaca muy intensa. Cuando el consumo de alcohol genera problemas, como violencia, accidentes y ausentismos laboral, estamos hablando de una situación de abuso de la sustancia. El siguiente peldaño es la dependencia o adicción”, dice el galeno.
Los efectos del etanol
Según el doctor Torres, cuando se consume mucho alcohol, el etanol puede dejar al bebedor en coma o incluso matarlo. Por ejemplo, la costumbre que tienen muchos estudiantes japoneses de ingerir rápidamente varios tragos seguidos, llamada ikkinomi, ocasiona defunciones todos los años. Aunque el cuerpo tiene la capacidad de transformar el etanol en sustancias inofensivas, no puede hacerlo de inmediato. Si en un lapso dado se consume más alcohol de lo que la persona puede procesar, el etanol se acumula en el organismo y comienza a entorpecer notoriamente las funciones del cerebro.
El habla, la visión, la coordinación, el pensamiento y la conducta están ligados a una serie de complejísimas reacciones químicas que tienen lugar en las neuronas, células esenciales del cerebro. La presencia de etanol modifica dichas reacciones, pues suprime la acción de ciertos neurotransmisores, es decir, de las sustancias que transmiten señales entre una neurona y otra. De este modo, altera el flujo de información en el cerebro e impide que este funcione con normalidad. Por ello, la persona que se excede con el alcohol arrastra las palabras, ve borroso, se mueve con torpeza y se desinhibe, manifestando así algunos de los síntomas más comunes de la intoxicación etílica.
Abstinencia alcohólica
Aunque es una droga legal cuyo consumo admite la sociedad, el abuso de esta sustancia se ha incrementado en los últimos cinco años, al parecer por la flexibilidad y los mensajes de la publicidad de estos productos, refiere el doctor Fabián Fiestas, investigador del Instituto Nacional de Salud.
Según el médico, el 40% de todos los varones atendidos en las salas de emergencia por cualquier razón, tienen problemas de alcohol. “Este dato revela que las salas de emergencia podrían ser estratégicas para identificar y brindar ayuda a estas personas que por ahora pasan desapercibidas”, manifiesta Fiestas.
De acuerdo con el especialista, el prolongado consumo de alcohol lleva a que la química cerebral se adapte para contrarrestar el efecto tóxico del etanol y mantener las funciones cerebrales a un nivel normal. Como consecuencia, se produce la tolerancia, situación que implica que la misma cantidad de alcohol tiene menos efectos que antes. Esto lleva al individuo a beber más para lograr los mismos síntomas de antes.
Cabe señalar, que la dependencia llega cuando el cerebro se acostumbra a tanto alcohol que ya no puede funcionar bien sin él, de modo que el cuerpo lo pide con insistencia; si no lo recibe, el equilibrio químico se desestabiliza por completo y sobrevienen los síntomas de abstinencia, tales como ansiedad, temblores e incluso ataques.
Además de alterar la química cerebral, el abuso del alcohol puede ocasionar atrofia y destrucción de las células, atentando así contra la propia estructura del cerebro. Aunque con la abstinencia absoluta es posible la recuperación parcial de algunos daños, otros son al parecer irreversibles, por lo que resultan aún más afectadas la memoria y otras funciones cognitivas. Los estudios indican que el cerebro sufre daños aun cuando los períodos en que se abusó del alcohol no hayan sido prolongados, sino relativamente breves, afirma el galeno.
Ataca a otras partes del cuerpo
Según el Ministerio de Salud, la ingesta excesiva del alcohol con el tiempo no solo provocará una dependencia del cuerpo a esta sustancia, sino que también afectará a varios órganos.
De acuerdo con el endocrinólogo Jesús Roca de la clínica Ricardo Palma, el consumo de alcohol genera hasta 60 enfermedades en la persona. Es el caso, por ejemplo, del corazón cuyo musculo cardiaco se verá dañado debido a la elevada presión sanguínea. Asimismo en algunos casos, el alcohol provocará miocarditis (inflamación de las fibras del corazón).
El estómago es otra parte del cuerpo que se verá afectado, ya que aumenta la producción de ácido gástrico que puede producir úlceras y hemorragias. La incidencia de cáncer al estómago muchas veces es producto de la ingesta del alcohol.
Sin embargo, es el hígado el órgano que más se ve dañado debido a que su acción es metabolizar el alcohol, lo que origina que se produzca la hepatitis alcohólica, que consiste en la inflamación y destrucción de las células del hígado.
Los riñones también sufren. Los vasos de los riñones pierden elasticidad y la fuerza de contracción.
El consumo de alcohol, por donde se lo mire, dice el doctor Richard Saavedra, es más perjudicial de lo que se creía. “Ahora se sabe que su ingesta excesiva es la responsable de la aparición de muchas enfermedades, varias de las cuales causan cáncer”, manifiesta Saavedra.
DATOS:
1.- El Ministerio de Salud gasta 112 millones de dólares para atender los efectos de las borracheras en la gente.
2.- 1.5 millones de peruanos tienen signos de abuso del alcohol y 500.000 presentaron adicción.
3.- Las personas que toman alcohol reducen su tiempo de vida en 36 años
4.- En el 15% de homicidios y en 66% de agresiones graves estuvo presente el alcohol.
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