Este señor llegó por primera vez al Cenáculo a través de la televisión, postrado hace cuatro años en una silla de ruedas, los médicos le dijeron que no había solución. Pero después de tocar en el Manto Consagrado, Dios obró. “Ahora sin hacer mucho esfuerzo logré levantarme cosa que no podía hacer hace algunos años atrás y por eso agradezco a Dios, este milagro en mi vida, declaró.
“A través de una invitación llegue al Cenáculo del Espíritu Santo, con un cáncer y una diabetes que me dejaron en la sillas de ruedas, perdí las fuerzas en todo el cuerpo y poco a poco quede débil a causa de las quimioterapias y es por eso que no podía caminar desde hace mucho tiempo, pero al recibir la oración el poder de Dios me tocó e hizo un milagro en mi vida porque ahora puedo caminar sin ningún apoyo”, mencionó.
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