jueves, 20 de junio de 2013

¿Estamos mejor o peor?


Miles de personas viven a diario una vía crucis para poder llegar a su trabajo o centro de estudios. Para cambiar esta realidad, la Municipalidad de Lima puso en marcha hace más de un año una serie de reformas. Sin embargo, a pesar del tiempo la gente no percibe ninguna mejora. ¿Qué pasó? ¿Por qué las cosas siguen igual?

Julio desde el Callao hasta su centro de trabajo en Miraflores no solo tiene que soportar los pisotones de la gente sino también la malcriadez del cobrador. “Nada ha cambiado, todo sigue igual”, señala. 
Carlos, padre de 5 hijos, por su parte dice: “Hasta hace 8 años demoraba de Comas hasta Chorrillos donde está mí taller una hora y media, hoy lo hago en dos horas aproximadamente. El tránsito está cada vez peor”.
Según el Colegio de Ingenieros, uno se pasa hasta 6 horas al día de bus en bus. Y al mes, 294 horas que es equivalente a ¡12 días!
El problema del transporte no viene de ahora, sino desde hace 20 años. Para acabar con esta problemática, la alcaldesa de Lima se comprometió con la ciudadanía a llevar adelante una serie de reformas. Hoy se ve en las principales avenidas a controladores que tienen la función de agilizar el tránsito, también más semáforos sincronizados. Sin embargo, a pesar de estas mejores la gente no percibe un cambio significativo pues las pistas continúan llenas de combis que no respetan reglas, autobuses viejos que emanan monóxido de carbono y taxistas informales que son un peligro para el pasajero.
Para el director de la ONG Luz Ámbar, Luis Quispe Candía, si bien no hay mejoras notorias en el transporte, tampoco podemos ser mezquinos en reconocer que existe una voluntad política de la municipalidad por solucionar este problema. Lo que ha pasado, dice, es que por un lado están las medidas que implementa el municipio de Lima y por otro, las propias del Callao, por lo que no hay un acuerdo y se genera el descontrol. Debido a esto, Quispe ve como única solución la intervención del Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC) para delegar a una entidad que dirija el tema del transporte en ambas regiones.“La Ley 27181 en el artículo 17, indica que cuando hay dos ciudades contiguas, como es el caso de Lima y Callao, debe haber una gestión común”, explica.
La gerente de Transporte Urbano de la Municipalidad de Lima, María Jara, no está de acuerdo con la propuesta de Quispe Candía. Ella considera que las medidas como la renovación de flotas, capacitación de choferes y orden en los paraderos son suficientes para llegar a mejorar el transporte urbano. 
“El mejor ejemplo de lo que le digo lo vemos en las principales avenidas de Lima donde están los controladores. Ahí hemos logrado que el tráfico sea más fluido”, dice.
Además comenta que la Municipalidad de Lima ha dado otros pasos, como el no permitir el ingreso de más vehículos de los que se tiene. Así también optar por buses patrón no menos de 9 m. y llegando a 24 m., en reemplazo de los más viejos. “Ahora estamos en la etapa de pre autorización y concesión, reorganizando las rutas para que sean más lineales, basándose en el recorrido del Metropolitano y el Metro 1”, refiere.
Otro paso es profesionalizar a los choferes buscando un convenio con el Touring del Perú. “Con ello se aspira a que haya colores distintivos en las diversas líneas, trabajadores uniformados en planilla, paraderos exactos, y para este cambio, se necesita tiempo”, argumenta. 
Jara sostiene que el problema de la gente es que le cuesta seguir con las normas impuestas porque hay costumbres que no dejan avanzar como el no respetar los paraderos, por eso la sensación de que no se hace nada o que se están alterando las cosas.
“Ya sea unificando gestiones o reorganizando el orden, si seguimos con la informalidad, no avanzaremos por ninguna vía”, sostiene la funcionaria. (JP)

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