La modernidad no solo está beneficiando al hombre. Según un estudio,
hoy, 9 de cada 10 mujeres usan la tecnología para sus labores diarias.
Durante mucho tiempo la
sociedad y la publicidad nos mostraron cómo hombres disfrutaban de televisores,
celulares, videojuegos y cualquier otro tipo de tecnología que estuviera de
moda en el momento. Mientras tanto, las mujeres esperábamos recibir ollas, licuadoras
y otros productos que no nos brindan ningún tipo de beneficio personal. Sin
embargo, ¡esto está cambiando!
Ha pasado mucho tiempo desde
que Ada Lovelace se convirtió en la creadora del primer programa informático de
la historia, al escribir los primeros diagramas destinados al “Analytic Engine”
de Charles Babbage. Una gran contribución para la programación de ordenadores
como los conocemos hoy en día.
Lovelace, madre de tres
niños, sabía lo que significaban estos avances y lo importante que era ser
parte de estas crecientes tendencias; de la misma manera en que Edith Clark,
Grace Murray o Jude Milhon no desaprovecharon las oportunidades que se les
presentaron en el mundo tecnológico. Actualmente millones de mujeres, madres o
no, utilizamos día a día las herramientas que ellas crearon -de manera directa
o indirecta- para simplificar nuestras vidas.
La tecnología pasó de
ser un acompañamiento y entretenimiento, para convertirse en un asistente que
millones de mujeres tenemos en la palma de la mano para que nos simplifique la
organización de muchas tareas, a la hora de velar por nuestros hijos, trabajos
o hasta en la vida social.
De acuerdo con un
estudio de Interactive Advertising Bureau, 9 de cada 10 mujeres comentan que
los teléfonos inteligentes les ayudan en sus labores diarias. Además, 1 de cada
5 utiliza este tipo de dispositivos para comprar en línea y el 25% también
buscan descuentos para tiendas locales. Lo cual se puede transformar en mejores
y más oportunas compras, menos estrés y en tiempo libre para realizar otras
actividades.
Esto nos dice que las
mujeres nos estamos apoderando de la tecnología e incorporándola en nuestras
vidas cotidianas. Ha pasado tiempo desde que Milhon gritaba su “Girls
need modems!” y
ahora iniciativas como “Girls Who Code” nos recuerdan
que hay muchas opciones para que la mujer se desarrolle en campos de la
informática, que utilice tabletas o teléfonos, que desarrollen apps o que
simplemente se dediquen a disfrutar de lo que ya está creado.
Estos pequeños cambios
se van dando desde hechos tan simples como fomentar el estudio de ingenierías
por parte de las jóvenes, dejar que niñas jueguen con aplicaciones sin importar
su edad o quizá hasta algo más simple como cambiar los aparatos domésticos por
un celular como un regalo ideal para cualquier mujer o para nuestra madre. (Ana
Herrera)
No hay comentarios:
Publicar un comentario