Casi todos los
días, los peruanos ponen en juego su vida. ¿La causa? El incremento incesante
de la violencia criminal, que ha originado que de cada 10 víctimas de robo 6
sean asesinadas con armas de fuego.
El Perú se desangra por
culpa de la delincuencia. Casi no hay un día que una persona no sea asesinada.
El último episodio de sangre ocurrió en el Callao. En un hecho, aún no
esclarecido por la Policía, tres personas murieron baleadas. Días antes, otros
dos jóvenes fueron acribillados, esta vez en Lima, por resistirse al robo de
sus pertenencias.
Y lo mismo que acontece
en Lima y Callao, se vive – en menor o mayor escala – en otros departamentos
del país.
En el Perú, 6 de cada 10
víctimas de robo son asesinadas con armas de fuego, de acuerdo con el último
estudio sobre las muertes violentas por delitos dolosos realizado por el
Ministerio Público en el 2012.
Mientras para el Comité Estadístico
Interinstitucional de la Criminalidad (CEIC), de cada
100.000 peruanos, en el 2013, siete fueron víctimas de asesinato, siendo
Barranca, la ciudad con la mayor tasa de homicidios, seguida de Trujillo y
Tumbes. (Ver mapa)
El
84% de las víctimas son hombres, cuyas edades fluctúan entre los 15 y los 29
años. De los crímenes en 2013, la mayoría ocurrió en la vía
pública, seguido de la vivienda de la propia víctima y en lugares abiertos. De
acuerdo con el Ministerio Público, 5 de cada 10 víctimas en el 2012 tenían
entre 18 y 34 años, es decir jóvenes en edad productiva.
A pesar que nuestro país
presenta una de las tasas de homicidios más bajas del continente (16,3), es
superior a la tasa de homicidios promedio mundial (6,2), y más del doble que
las tasas de homicidios promedio de Europa, Oceanía y Asia.
La sensación creciente de
inseguridad que viven los limeños se vio reflejada en la última encuesta de la
ONG Lima Cómo Vamos 2014, donde el 64% de los encuestados reveló sentir miedo
de ser objeto de un robo, y el 46% de que cada año estamos peor en materia de
seguridad ciudadana.
El miedo que sienten los
ciudadanos por perder la vida está limitando cada que vez su tranquilidad
diaria. Y esta realidad, según los índices que comparan la felicidad de la
población en distintos países, nos ha convertido en uno de los países menos
felices en América Latina.
La inseguridad ciudadana
no solo está afectando a las personas, también a las inversiones que son tan
necesarias para la generación de empleo.
Según el director del
Instituto del Perú de la Universidad San Martín de Porres, Richard Webb, cada
vez las personas y las empresas están siendo más renuentes a abrir un negocio o
a levantar una construcción por temor a exponerse a extorsiones y amenazas a la
familia y a tener que negociar con criminales.
Mal enfoque
La problemática de la
inseguridad ciudadana no es nueva en el país. Esta comenzó a agudizarse desde
que nuestra economía empezó a mejorar.
Para contrarrestar la creciente
violencia, las autoridades de turno diseñaron y aplicaron diversas fórmulas, inclusive
se trajeron diversos especialistas del extranjero, lamentablemente con poco
éxito.
¿Por qué todas estas
estrategias fallaron? Según César Ortiz
Anderson, experto en materia de seguridad, porque no hubo voluntad política
para realizar reformas estructurales, tanto en la Policía como en la Justicia, además
que se llamaron a los mismos que fracasaron en sus diseños y estrategias.
En tanto para Carlos
Basombrío, ex viceministro del Interior, porque siempre se hizo de bombero,
apagando el fuego, olvidándose del trabajo preventivo, e inclusive de las
propias iniciativas de los ciudadanos.
¿Cómo enfrentamos este
problema? Para Ortiz Anderson, los alcaldes deben ser bastantes creativos para enfrentar el
fenómeno delictivo; por ejemplo, dice, deberían empadronar a todos los
vigilantes informales de su distrito, para orientarlos en temas preventivos y
dotarles de comunicación con sus serenazgos, para así ellos sean los ojos y oídos
en sus respectivos cuadrantes. Asimismo, agrega, mejorar la iluminación y usar
más la tecnología a través de más cámaras en zonas estratégicas, así como los
pulsadores de pánico en áreas sensibles, etc.
Por su parte, Basombrío
considera que se debe fortalecer las Juntas Vecinales para ellos identifiquen las
zonas de riesgo y hagan acto de presencia para disuadir a los malhechores. De
esta manera, dice, podremos tener un mapa del delito de cada distrito, que
sirva a la policía para diseñar estrategias tendientes a rescatar a los jóvenes
–blanco preferidos de los delincuentes – de los vicios. (Redacción)
MAYORÍA DE VICTIMARIOS
SON JÓVENES
De
acuerdo con el INEI, en el 2014, de los 95.265 detenidos por el delito contra
la vida, el cuerpo y la salud 28.286 eran hombres de entre 18 y 20 años, y
1.416 mujeres de la misma edad.
LAS 10 CIUDADES CON MAYOR TASA DE HOMICIDIOS EN 2013
1.
Barranca (36,2)
2. Trujillo (25,0)
3. Tumbes (24,8)
4. Chimbote (22,1)
5. Pisco (12,2)
6. Chincha Alta (12,1)
7. Huaraz (12,0)
8. Cusco (10,0)
9. Sullana (10,0)
10. Cañete (9,6)
2. Trujillo (25,0)
3. Tumbes (24,8)
4. Chimbote (22,1)
5. Pisco (12,2)
6. Chincha Alta (12,1)
7. Huaraz (12,0)
8. Cusco (10,0)
9. Sullana (10,0)
10. Cañete (9,6)
Fuente: Comité Estadístico
Interinstitucional de la Criminalidad (CEIC)
El 89% de los peruanos se siente inseguro al caminar en las calles, según una encuesta de Ipsos. Esta preocupante estadística muestra un aumento del 3% en los últimos diez meses. Con cifras alarmantes sobre robos y violencia, es evidente la necesidad de tomar medidas para garantizar la seguridad de la población. Para más información sobre este tema y otros relevantes en el Perú, visita nuestro sitio web en "noticiasdelperuano.com". ¡Mantente informado y conoce la realidad de nuestro país!
ResponderEliminar