En los últimos 6
años, más de 3.000 adolescentes, principalmente de entre 13 y 17 años, han sido
víctimas de explotación sexual en su mayoría. Aunque se cree que su número es
mucho más.
María,
es una escolar de 15 años que se enamoró de Roberto (27 años), el chico mayor
que toda adolescente sueña.
Gracias
a su trabajo, Roberto le compraba muchas cosas a María: ropa, celular y la
sacaba a pasear todos los fines de semana.
Lamentablemente
la mamá de María no podía comprársela con lo poco que ganaba. Ella trabajaba
todo el día para poder mantener a sus hijos menores, pero a pesar de los
esfuerzos no podía sacarlos adelante.
Roberto
sabía que María precisaba de comprar cosas, y poco a poco, la convenció que
podía ganar dinero de una manera fácil en el bar de su amiga.
Al
principio, Roberto le indicó que solo acompañaría a los clientes del bar
mientras ellos bebían.
Con
el pasar de las semanas, Roberto le dijo que no tenía nada de malo si ella
permitía que los clientes la tocaran e incluso la besaran.
Luego
de trabajar dos meses en el bar, un día Roberto le pidió que acompañara a un
cliente al hotel y que haga lo que él le diga.
Asustada,
María discutió y puso en duda el amor de Roberto, pero él –artista en el arte
del convencimiento- le dijo que tener sexo con otros hombres no afectaría su
amor.
De
esta forma, Roberto la convenció que vender su cuerpo era algo normal y que él
la protegería siempre.
En
este negocio, María no estaba sola. En el bar conoció a otras chicas y chicos
que hacían lo mismo. Incluso la amiga de Roberto explotaba a otros jovencitos.
Una
noche María no fue a dormir a su casa. Su mamá quedó preocupada, así que al
amanecer fue a la comisaría y denunció el hecho.
Ahí
el policía le preguntó si su hija tenía enamorado, a lo que la mamá respondió
que sí, y le contó todo sobre Roberto.
El
policía le dijo que su hija pudo ser seleccionada por su enamorado fuera del
colegio o en otro lugar. Le contó que muchos de los tratantes se dan cuenta de
la orfandad de cariño que los adolescentes tienen y de las carencias económicas
en las que viven. Así que con el cuento de ganar dinero fácil para salir de esa
situación les introducían en ese mundo, siendo los proxenetas como Roberto, los
que ganaban mucho dinero.
En
su libro Trata de Menores: El Tráfico de Inocencias, el fiscal Humberto Durán
Ponce de León confirma que la modalidad más generalizada para captar menores es
enamorándolos, y para ello las posibles víctimas son escogidas entre la
población escolar o mediante agencias de empleo. Roberto precisamente conoció a
María cuando ella salía de la escuela.
Cuando
María llegó a casa su mamá le contó todo de Roberto y como ella fue engañada.
Al
igual que esta adolescente, en el país cada año cientos de niñas son
introducidas en ese mundo de prostitución y explotación.
De
acuerdo con el Observatorio de la Criminalidad del Ministerio Público, el año
pasado se registraron 782 víctimas, de las cuales el 90% eran mujeres – principalmente de entre 13 y
17 años - captadas en su mayoría con fines de explotación sexual.
Para
el Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos y Reproductivos
(Promsex), esta cifra no refleja la magnitud del delito debido –entre otras
cosas- a que las víctimas o sus familiares no denuncian por temor a las
represalias.
Más
de la quinta parte de los casos de trata en el país se presentan en Madre de
Dios, Cusco Puno y Loreto.
¿Qué
tan lucrativo es la trata en el Perú? Por su naturaleza casi oculta no se tiene
estimación aproximada de los ingresos que deja este delito; sin embargo, un
estudio de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito
(UNODC) considera que esta actividad no es tan lucrativa en sí misma, sino más
bien se asocia al manejo de negocios colaterales como bares, restaurantes,
picanterías y otros donde se vende comida y alcohol. Muchas veces los mismos
tratantes son dueños de estos locales o resultan familiares cercanos de quienes
los administran, de modo que las víctimas son usadas como “carnada” para el
lucro de diferentes explotadores y cómplices.
Consecuencias
La
trata tiene un efecto nocivo en las víctimas, que incluye daños psicológicos,
contagio de enfermedades y poca posibilidad de tener una vida digna.
Según
la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de Estados Americanos
(OEA), una de las consecuencias más devastadoras para una víctima de la trata
es el alto riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS),
especialmente VIH.
La
consejera Balbina Cárdenas, de Promsex, cuenta que cuando la víctima es llevada
a zonas alejadas y logra escaparse de sus captores encuentra otra dificultad:
la falta de medicinas para curarse.
Junto
con la explotación sexual, el uso de la fuerza por parte de los ‘empleadores’
no es poco usual. Los golpes a los cuales se enfrenta una víctima de la trata
pueden dejar daños permanentes o, incluso, llegar a ser causa de muerte.
El
abuso sexual y la violencia física o verbal no son fáciles de superar. Por
ello, la mayoría de sobrevivientes a la trata tienen algún tipo de trastorno de
estrés postraumático, que debe ser tratado por un especialista.
Si
bien el Estado debe velar por la recuperación física y mental de las víctimas,
una vez que ellas son rescatadas de ese mundo, en la práctica ello casi no
sucede.
Según
Cárdenas, no existen albergues específicos para víctimas de trata; lo que hay,
son albergues para víctimas de violencia familiar.
“Precisamos
que en departamentos como Madre de Dios, donde el problema de la trata es alta,
se construyan albergues específicos para este tipo de víctimas, ya que la
realidad de estas chicas es diferente al de las otras víctimas”, sostiene la
consejera.
¿Qué hacer?
Ricardo
Valdez, de CHS Alternativo, señala que se debe prestar atención si un niño
tiene dinero que no pueda justificar, si recibe constantes llamadas y si se
aparta para responder el celular. También si presenta cambios en la conducta,
falta mucho a clases y abandona el colegio.
Si
este fuera el caso, los padres de familia deben tener una comunicación con sus
hijos, para escucharles y aconsejarles con cariño, y así saber las causas de su
cambio.
Por
su parte el fiscal Humberto Durán Ponce de León dice que si algo ha mostrado la
dinámica de las redes de trata, es que quienes se dedican a la labor de
captación de víctimas, traslado, explotación y vigilancia, persisten en su
conducta delictiva aún después de ser descubiertos porque conocen los lugares
donde hallar nuevas víctimas. De ahí que el modo de enfrentar la clandestinidad
en que operan las redes de trata es publicitar las dimensiones y modalidades
del delito.
En
otras palabras, dice, la sociedad tiene el derecho a conocer los alcances,
sujetos involucrados, modalidades y potenciales víctimas de la trata, porque a
ello la obligan los tratados internacionales y la propia Constitución.
La
trata está a la vuelta de la esquina, y mientras no seamos conscientes de esta
explotación muchos Robertos estarán en las calles seleccionando, convenciendo y
explotando a más víctimas. Estemos atentos y denunciemos. (Redacción)
POR LEY N 29918
El
Congreso estableció el 23 de setiembre como el Día Nacional contra la Trata de
Personas en el Perú.
UTILIDADES QUE
DEJA
La
UNODC señala que, de las ganancias globales que se mueven detrás del mercado
ilícito de la trata de personas, 1.3 billones de dólares son generadas en
América Latina
¿QUÉ ES LA TRATA?
Se
entiende la captación, el traslado, la acogida o la recepción de personas recurriendo
a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción (rapto, fraude,
engaño, concesión de pagos) para obtener el consentimiento de una personas que
tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá,
como mínimo, la explotación de la prostitución y los trabajos forzados.
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