Desde que se viralizó en las redes sociales la campaña “Chapa tu choro”, más de 21 linchamientos se han producido en el Perú. Mientras algunos defienden esta medida otros la rechazan.
En
el país no hay día que no se produzca un asalto. Según el Observatorio de la
Criminalidad del Ministerio Público,
hasta abril de este año casi 30.000 personas fueron objetos de robos y hurtos,
es decir, por cada hora se registraron 10 de estos delitos.
Como
si la inseguridad reinante no fuera suficiente, un hecho que también viene
preocupando a los peruanos, es la inadecuada respuesta del Estado para afrontar
la ola creciente de robos.
Esta
realidad es de conocimiento de los delincuentes, por eso muchos de ellos ni se
preocupan en ocultar su rostro porque saben que si son detenidos no pasaran
muchas horas o días para estar nuevamente en las calles.
Ante
la inacción de las autoridades policiales y judiciales para hacer frente a la
delincuencia, hace un mes se lanzó una campaña llamada “Chapa tu choro”.
La
gestora de esta iniciativa, Cecilia García Rodríguez, dijo ante la prensa que
la idea surgió el 18 de agosto último cuando en su natal Huancayo la Policía
dejó libre a un ratero que fue capturado in fraganti dentro de una vivienda.
Indignados,
contó, los vecinos decidieron poner carteles y banderolas con frases como:
“Ratero, si te agarramos, nosotros no llamamos a la comisaría, te vamos a
linchar”.
“En
el caso de mi barrio, estos avisos lograron evitar que continúen los robos”,
narró esta comunicadora social.
Según
García Rodríguez, esta campaña no busca reemplazar el trabajo de las
autoridades sino disuadir a las personas de mal vivir para que no cometan
delitos.
A
los pocos días de viralizarse esta campaña, en las redes sociales aparecieron más
de 100 páginas de “Chapa tu choro”.
Hasta
el 4 de setiembre, tanto en Lima como en provincia más de 21 delincuentes
fueron linchados como escarmiento antes de ser entregados a las autoridades.
En
la televisión se ha podido observar, aunque parezca irónico, a más de un ladrón
pedir a gritos la intervención de la Policía para salvar su vida.
Cada
día que pasa, “Chapa tu choro” no solo viene ganando más adeptos entre la
población, sino también en algunas autoridades.
Hace
poco, el alcalde de San Juan de Miraflores, Javier Altamirano, se mostró a
favor de esta campaña, ya que, según él, la población está cansada de esperar y
confiar en sus autoridades, porque mientras esperan y confían, los delincuentes
a diario están robando y matando a la gente.
Para saber si la justicia popular es buena o mala, “El
Universal” conversó de este tema con algunos peritos en la materia.
El jurista Javier de Belaunde sostiene que esta práctica
no es nueva en el país, que existe desde hace décadas a través de las rondas
campesinas.
Lo
que pasa ahora, es que ante el incremento de la delincuencia y la poca
eficiencia del sistema judicial, la población está buscando formas de
defenderse, y expresiones como “Chapa tu choro” son muestras de ese clamor
popular. Sin embargo, aclara, dicha campaña no puede llamarse –ni por asomo-
justicia popular.
“La
justicia popular es la justicia de paz no letrada y la justicia comunal que
están reconocidas en la Constitución, y en donde están prohibidos los
linchamientos”, sostiene.
En
esa misma línea, Wilfredo Pedraza, asesor presidencial, dice que en la justicia
comunal hay una organización, normas ancestrales que no son lo que estamos
viendo en “Chapa tu choro”, donde simplemente se está exacerbando a la
violencia.
“La
indignación que tiene la gente yo los comparto, pero no la forma como se
pretende resolver el problema de la inseguridad”, señala Pedraza.
Según
el asesor presidencial, los vecinos deben participar como alarmas tempranas de
la Policía Nacional, y no como operadores de justicia.
Para
Wilfredo Pedraza, la clave para controlar la delincuencia urbana está en las
juntas vecinales.
Creadas
por la Ley 27933, las juntas vecinales buscan crear cultura sobre seguridad
ciudadana entre los integrantes de la cuadra, y así combatir el miedo, la
apatía, la indiferencia y la falta de solidaridad frente a la acción
delincuencial.
“En la medida que las juntas vecinales,
Policía Nacional y autoridades locales y regionales trabajen unidas bajo un
mismo objetivo (que es el control de la delincuencia), vamos a tener éxito, de
lo contrario el espiral de violencia que hoy nos agobia continuará en aumento”,
manifiesta.
La
creciente ola delincuencial no solo dio origen a la cuestionada campaña “Chapa
tu choro”, también a la aparición de otras fórmulas extremas para combatir este
flagelo.
Entre
ellas tenemos la presencia de los militares en las calles, serenos con armas,
declaración de emergencia y pena de muerte.
Para
los defensores de estas campañas, ante una situación extrema como la que vive
el país, donde los delincuentes roban y matan a plena luz del día sin
importarles la presencia de niños y ancianos, se requieren medidas radicales
que corten de raíz este problema.
¿Será
acaso con campañas y propuestas de esta naturaleza qué vamos a minimizar y
controlar la delincuencia?
Según
el antropólogo Raúl Castro, lo único que vamos a lograr es que se aumente el
número de víctimas.
Para
Castro, estamos frente a una situación que podría considerarse de apocalipsis
cívico, es decir, donde nuestras pautas de convivencia han colapsado y los
acuerdos a los que supuestamente hemos llegado de forma civilizada para
convivir en la ciudad se han quebrado.
César
Ortiz Anderson, de la ONG Aprosec, dice
que para encarar esta problemática se precisan ciertas medidas, como sincerar
el tema de la corrupción y la falta de un adecuado presupuesto a los
principales actores de la seguridad pública: Policía, Fiscalía, Poder Judicial
y Sistema Penitenciario.
Asimismo
comprender que la seguridad ciudadana no se limita a la acción y evolución de
la delincuencia, sino también al análisis de las causas. En esta medida, dice,
hay que trabajar en dos aspectos que incentivan la delincuencia: la exclusión social
y la violencia intrafamiliar.
No
cabe duda que hay mucho por hacer en este tema, que va más allá de campañas
como “Chapa tu choro” y sus variantes. Precisamos de la unión de todos antes
que la ola de violencia nos arrastre a un escenario del viejo oeste, donde la
ley del más fuerte (en este caso de los delincuentes) sea la que impere.
(Redacción)
CASI NADIE SE
SIENTE SEGURO
Según
el Instituto Nacional de Estadística (INEI), el 85,6% de peruanos percibe que,
en los próximos 12 meses, puede ser víctima de algún delito.
Entre
las modalidades: El 60% se refiere al robo de dinero, cartera o celular.
Entre
enero y mayo de este año, se denunciaron 18.523 casos de robos a personas en
Lima.
La
última encuesta de Ipsos Apoyo realizado en agosto arrojó que 9 de cada 10
peruanos se sienten inseguros en las calles e, incluso, el 59% dijo no sentirse
a salvo dentro de sus viviendas. Asimismo, el 31% señaló haber sido víctima de
la delincuencia en el último año.
LOS DISTRITOS CON
MÁS ROBOS EN LIMA
COMAS
SAN
JUAN DE LURIGANCHO
SAN
MARTÍN DE PORRES
LIMA
CALLAO
SURCO
VILLA
MARIA DEL TRIUNFO
VILLA
EL SALVADOR
LA
VICTORIA
ATE
Fuente:
Observatorio de la Criminalidad del Ministerio Público.
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