Chile fue sacudido
por un terremoto de 8,4 grados Richter. En el Perú no acontece un sismo cercano
a esa magnitud desde el 2007, y en el caso de Lima, desde 1940.
Con
el terremoto ocurrido la noche del 16 de setiembre en Chile, ya son 3 los
sismos que sacuden este país en los últimos 6 años.
Mientras
en el 2010, el terremoto de 8,8 grados Richter ocasionó la muerte de más de 500
personas, la del 2014 y de este año solo dejaron 7 y 13 fallecidos, a pesar que
ambos sismos superaron los 8 grados.
El
bajo número de víctimas y de viviendas destruidas, a lo que se suma la
serenidad de la mayoría de chilenos ante una tragedia de este tipo, llamó la
atención de muchos países, que como el Perú están en el llamado Cinturón de
Fuego del Pacífico, un área de 40.000 kilómetros donde se produce el 90% de
todos los sismos del mundo.
¿Cuál
es el secreto de los chilenos para no tener tantos daños y pérdidas ante un
terremoto? Para el ingeniero Erick Cortijo, del Instituto Defensa Civil
(Indeci), la respuesta está en la seriedad con que los pobladores y las
autoridades de ese país toman esta amenaza.
“Desde
el terremoto de 1960 que tuvo una intensidad de 9,5 grados Richter, los
chilenos no han dejado de prepararse para eventualidades de esta naturaleza, de
ahí que los niños desde los 5 años ya participen de los simulacros”, sostiene
el funcionario.
Otra
razón se encuentra en la seguridad de las estructuras de los edificios en Chile,
donde gracias a una norma muy estricta las personas como las constructoras están
obligadas a usar hormigón armado, disipadores de energía y hacer estudios de
suelo para levantar viviendas.
A
diferencia de nuestro vecino del sur, en el Perú poco es lo que se ha aprendido
de las diversas tragedias naturales que hemos vivido.
Si
aconteciera una tragedia, muchos no sabrían qué hacer ni a dónde ir. Y esto
acontece porque la mayoría toma en broma o no participa de los simulacros que
se organizan.
En
el último simulacro del mes de mayo, por ejemplo, solo 5 de cada 10 peruanos
participó del simulacro de sismo y tsunami que organizó el Indeci.
Esto
demuestra, a decir del director del Instituto Geofísico del Perú (IGP),
Hernando Talavera, una gran desidia por parte de la población en participar en
los simulacros, cuya preparación es fundamental durante y después de un sismo.
Para
el funcionario del Indeci, es consecuencia de la falta de una cultura de
prevención en los colegios, universidades e instituciones que no crean
conciencia en la gente del peligro que representan los desastres naturales.
Servicio de alerta
temprana
No
solo las personas tienen que aprender mucho del país del sur, también las
autoridades. Tras el terremoto, la Marina chilena activó la alerta de tsunami
que provocó la evacuación de más de un millón de personas en la zona costera,
quienes al cabo de algunas horas regresaron sanos y salvos a sus hogares.
De
acontecer un tsunami en el Perú luego de un fuerte sismo, no solo habría una gran
destrucción material, también innumerables muertos. Ello porque no contamos
como Chile de un servicio de alerta temprana de tsunamis que permita la
evacuación oportuna de miles de personas.
La
noche del terremoto en Chile, por ejemplo, varios pescadores de la playa Santa
Rosa, en Tacna, se encontraban trabajando en la orilla porque nadie les avisó
que la Marina peruana había activado la alerta de tsunami.
Así
como estos pescadores, en Tacna 1.831 personas, según el Indeci, se encuentran
en peligro frente a un tsunami, y pese a ello, en dicho departamento, se carece
de un servicio de sistema de alerta temprana. Esta realidad se da en casi todo
el litoral peruano.
Viviendas
precarias
En
el país la mayoría de viviendas son autoconstruidas. Solo en Lima el 70% fueron
edificadas de manera informal, sin ningún tipo de control urbano y asistencia
técnica.
Basta
recorrer la capital para observar que muchas viviendas se han asentado en áreas
de alto riesgo y en zonas arqueológicas, porque no habido en las
municipalidades un planeamiento en donde se diga que en dichos lugares no se
podía construir.
Hace
algunos días el coordinador nacional del Ministerio de Vivienda, Francisco
Benel, declaró a la prensa que si los alcaldes tuvieran un Plan de Desarrollo
Urbano no permitirían que las familias ocupasen zonas vulnerables, “pero como
no lo tienen, por eso no hacen nada para retirar a esas personas”.
Sobre
este punto, Hernando Talavera dice que para hacer un cuadro sobre los distritos
vulnerables de la capital, se tiene que tomar en cuenta factores como la
calidad de los suelos, tipos de construcción, ubicación de viviendas en base a
la geología y más.
Teniendo en cuenta estos datos, ¿qué debemos hacer
para minimizar los efectos de un terremoto? El representante del IGP precisa que “lo ideal”, antes de fundar una
ciudad, es que se realice un estudio de suelos para tener una idea exacta de
cómo se debe construir.
“Lamentablemente, en nuestro país, todas las
ciudades ya están constituidas, lo único que queda es ver que pasaría. Tener la
práctica, vivir la ocurrencia del peligro para luego corregir los errores”,
sostiene.
Estando
así las cosas, es fácil deducir que ante un terremoto y tsunami como lo
acontecido en Chile, no estamos preparados en lo mínimo. Según el ingeniero
Cortijo, solo en Lima y Callao morirían más de 60 mil personas y se destruirían
unas 250 mil viviendas.
Tomando
en cuenta que nos encontramos en una zona altamente sísmica, y que en cualquier momento puede acontecer un
terremoto, las autoridades – como también nosotros- debemos tomar conciencia de
que precisamos preparamos ahora. Esto supone, dice el Ing. Cortijo, participar más en los simulacros, y que los
gobiernos (nacional, regional y local) destinen más recursos para hacer frente
a cualquier desastre.
Chile
lo hizo, y hoy solo llora la muerte de 13 personas, y 4 desparecidos. ¡Ojalá,
aún estemos a tiempo! (Redacción)
DISTRITOS DE LIMA MÁS VULNERABLES
(Según suelos inestables y precariedad de
viviendas)
Ventanilla
Callao
Chorrillos
Villa El Salvador
Rímac
Centro de Lima
Barrios Altos
San Juan de Lurigancho
San Martín de Porres
Lurín
Fuente: Instituto Geofísico del Perú.
PLAN FRENTE A UN
SISMO
ANTES.- Refuerce las
partes que pueden desprenderse de su casa. Ubique los productos tóxicos
inflamables en lugares seguros. Tenga un botiquín a la mano donde debe tener
analgésicos, calmantes, antipiréticos, antihistamínicos, etc. Cuente con una
ruta de evacuación. Otros elementos a mano: lápiz, libreta, caja de fósforo y
platos y cubiertos desechables.
DURANTE.- Si está en casa,
busque refugio debajo de un escritorio, mesa, etc.; aléjese de las ventanas y
puertas exteriores. En caso de estar en un carro, baje la velocidad y conduzca
a un lugar despejado. Si está en la calle, no camine paralelo a la playa por
causa del tsunami. Aléjese de edificios, árboles y cables de energía; tiéndase
en el suelo. Si estuviera bajo los escombros, no encienda los fósforos ni
levante polvo, cúbrase la boca con pañuelo y de golpes en un tubo o pared para
que los socorristas puedan encontrarlo.
DESPÚES.- Compruebe si tiene
heridas, escuche la radio para recibir instrucciones. Si está en un edificio no
use ascensores, bajo con cuidado las escaleras. Si está en el cine, teatro,
estadio, no grite, corra y salga sereno.
Fuente: United States Geological Survey (USGS)
PARA UNA CASA
SEGURA
1.-
BUENOS PLANOS.- Significa tener
planos de arquitectura, de estructura, instalaciones eléctricas, y de
instalaciones sanitarias.
2.-
ESPECIALISTAS.- Supone un ingeniero
civil, maestro de obras, operarios, peones, oficiales, etc.
3.-
MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN.- Estos deben
ser de buena calidad: fierro, cemento, piedras de zanja y de cajón, piedra
chancada, hormigón, ladrillos, arena y agua.
4.-
ELEMENTOS MÁS IMPORTANTES.- Para
construir una casa segura se debe tener buenos cimientos, muros, columnas,
vigas y techos.
Fuente:
Universidad Nacional de Ingeniería.
NOTA
Este 27 de octubre
a las 8 p.m. se realizará en todo el país un simulacro de sismo, tsunami y
fenómeno El Niño.
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