jueves, 1 de diciembre de 2016

Hipertensión arterial: asesino silencioso


Diversos órganos del cuerpo se ven afectados. No tiene cura, y la medicación es de por vida.

Una de cada cuatro personas adultas es hipertenso en el país. Por no presentar ningún síntoma, la mayoría recién se entera que sufre de esta enfermedad cuando presenta algún problema de salud.
Ese fue el caso de Manuela Ortega, quien fue diagnosticada con hipertensión arterial luego de visitar al médico por causa de los dolores de cabeza, mareos y adormecimiento del rostro que sentía, y cuyas molestias se acentuaban cada vez que se presentaba algún problema.

Según el doctor Javier Heredia, cardiólogo de la clínica Angloamericana, la hipertensión arterial (presión alta) es una enfermedad crónica que consiste en el incremento constante de la presión sanguínea en las arterias debido al estrés, el cigarrillo, la herencia, obesidad, edad y el excesivo consumo de sal. “Cuando la presión está elevada el corazón trabaja más, haciendo que crezca de tamaño”.

La hipertensión arterial genera graves problemas de salud. Entre ellos, el infarto cardíaco, considerado la primera causa de muerte; el derrame cerebral, la insuficiencia renal y el daño ocular.
Manuela Ortega cuenta que producto de la hipertensión, que cree la adquirió por herencia, ella comenzó a sufrir del corazón a los 39 años.

Estudios de la Organización Mundial de la Salud revelan que la hipertensión arterial generalmente afecta a los países de ingresos medios y bajos por la debilidad de sus sistemas de salud, que han originado que la mayoría de los casos de esta enfermedad no sean diagnosticados, ni controlados ni tratados.  

En el mundo, la región que presenta el mayor número de casos de hipertensión es África, con un 46%, mientras que la menor incidencia se da en las Américas.

Con relación a la mujer, el varón tiene más probabilidades de desarrollar la hipertensión arterial. Las causas se desconocen, aunque la Fundación Española del Corazón cree que la presencia de los estrógenos en las mujeres actuaría como un factor de protección.

La hipertensión arterial no tiene cura, solo se puede tratar. Por lo que, según el especialista, la medicación y los cambios de estilo son de por vida.

En el caso de Manuela, el médico le recomendó no tener emociones fuertes, a alimentarse de manera saludable, y a tomar una pastilla diaria.

Una persona es hipertensa cuando su presión arterial es igual o mayor a 140/90 mm Hg en dos o más oportunidades. Lo normal es tener 120/80 mm Hg.

La primera vez que Manuela visitó al médico por las molestias de salud que sentía, su presión era de 160/90 mm Hg.

Dispuesta a no continuar cargando el resto de su vida con la hipertensión y el problema cardíaco, Manuela decidió en la Comunidad Cristiana del Espíritu Santo, al cual ya asistía, perseverar para recobrar su salud. Y así lo hizo. Luego de un tiempo, fue curada gracias a su fe.

Un diagnóstico temprano, afirma el doctor Heredia, puede ayudar a prevenir una serie de enfermedades. Por esta razón, el Ministerio de Salud recomienda medirse la presión arterial con regularidad (al menos una vez al año después de los 40) y tomar medidas para mantenerla normal o bajarla si se tienen niveles de riesgo, en especial en personas con problemas cardíacos, diabetes o que han sufrido un accidente cerebrovascular. (Redacción)

TRATAMIENTO
- Consuma una alimentación cardiosaludable, que incluya potasio y fibra.
- Tome mucha agua.
- Haga ejercicio con regularidad, al menos 30 minutos de ejercicio por día.
- Si fuma, deje de hacerlo.
- Elimine la ingesta de alcohol.
- Reduzca la cantidad de sodio (sal) que consume.
- Disminuya el estrés. Si no puede por sí mismo, practique yoga.
- Mantenga un peso corporal saludable.




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