jueves, 3 de marzo de 2011

Útiles escolares tóxicos invaden el país


El año escolar empezó y los padres de familia tienen un arduo trabajo al hacer las compras de los útiles escolares de sus hijos, no solo por los precios que suben por esta época sino porque muchos de ellos son tóxicos. Tenga cuidado

Hoy en día inescrupulosos comerciantes que solo buscan su lucro personal sin importarle la salud de los niños, han invadido muchos mercados de Lima y del interior del país de útiles escolares tóxicos, que según las autoridades de salud pueden causarte problemas neurológicos y hasta daños al hígado.

Con el fin de combatir este inescrupuloso negocio, la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) lanzó hace algunos días la campaña “Útiles escolares saludables 2011”, donde invocó a los padres de familia que eviten adquirir artículos que no cuenten con registro sanitario.

La especialista de esta dirección, Caridad Salazar Cabaña, explicó que aquellos productos con fuerte olor o cuya pintura se desprenda fácilmente al tocarlos, pueden contener sustancias tóxicas.

Como todos los años, cuando se inicia la época escolar, es común ver en tiendas y mercados de nuestro país a muchos padres de familia comprando una larga lista de útiles, algunos de los cuales presentan serias deficiencias en su composición que a la larga-como advierte la funcionaria pública-generará varios problemas de salud entre los niños, toda vez que ellos tienen la mala costumbre de llevar todo a su boca.

¿Cómo poder detectarlos?

Para Caridad Salazar la manera más fácil de poder detectar un producto tóxico de otro saludable es en la apariencia que esta presenta al momento de ser exhibidos. “Lo que el padre tiene que hacer es reconocer a simple vista la tonalidad que este producto presenta. Los productos tóxicos que contiene metales pesados (plomo, bario, cromo, bario, etc.), presentan una fuerte coloración predominando los colores verde, amarillo y rojo , dado que estos elementos son precisamente utilizados para darle esa tonalidad, además de ser baratos y llamativos, es por eso que se recomienda revisar muy bien las indicaciones del producto al reverso del producto, ahí debe aparecer la autorización emitida por DIGESA, que es la única dependencia del MINSA (Ministerio de Salud) que puede otorgar dicho permiso. Además hay que recordar, dice, que en las indicaciones el fabricante está obligado a especificar para qué edad está diseñado el producto. “Esto será muy importante dado que ha existido muchos casos en que las piezas pequeñas pueden caer fácilmente y ser tragados por los niños de la casa, además de inhalar todos los metales pesados ahí contenidos” acota.

Consecuencias a largo plazo

Es muy probable que a simple vista usted no pueda ver los serios daños que su niño pueda sufrir por estar en contacto con estos útiles, pero a larga usted se percatara de lo siguiente: Su hijo(a) presentará trastornos del estómago, como estreñimiento constante y serios problemas en la asimilación de los alimentos, seguido por lo mas grave que es la paulatina pérdida del coeficiente intelectual y un atraso en su crecimiento, esto sumado a algunos trastornos hepáticos hormonales y si nuestros niños no están muy bien alimentados esto podría desencadenar en una anemia severa.

¿Cómo ingresan al mercado?

Según la funcionaria de la DIGESA, muchos de estos productos son importados, pero también existen fábricas clandestinas en nuestro país que se dedican a la elaboración de estos útiles, por lo que dicha institución viene realizando denodados esfuerzos para detectar, sancionar y proseguir con el decomiso de la mercadería. “Hemos detectado que la gran mayoría de estos útiles ingresan de manera ilegal a nuestro país, ya sea por la frontera donde no existe una adecuado control, así como por el mercado negro, estamos haciendo denodados esfuerzos en colaboración con la Policía Fiscal, el Ministerio Público y la Aduana, para no permitir el ingreso de ningún producto sin la debida autorización de DIGESA. Con respecto a los fábricas nacionales, dijo que se ha detectado que se están dedicando básicamente a la elaboración de materiales didácticos que son utilizados en niños de 0 a 3 años, que en su mayoría se encuentra en los nidos y jardines, lo que agrava aún mas el asunto, dado que en esa edad la asimilación de estos metales pesados se hace mucho mas rápido.

Leyes son muy drásticas

Para todo delito existe una sanción. Es por eso que fue creada la Ley 28376 que sanciona a aquellas empresas que incumplan esta norma. Las penas son para todos los que intervienen en el proceso productivo, esto van desde el fabricante (solo en el caso que sea nacional), importador, distribuidor y finalmente el comercializador. Las multas varían desde 0.5 de una UIT (Unidad Impositiva Tributaria) hasta la cancelación indefinida de la autorización, esto por una falta muy grave, lo que conllevaría a ser condenado a 4 años de cárcel, acusación que quedaría en manos de la Fiscalía.

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