Ser rico no te garantiza una vida mejor. Las recientes confesiones de Mel Gibson Catherine Zeta-Jones y Britney Spears de que sufren trastorno bipolar, echaron por tierra esa idea. Este mal que nos es mas que el cambio de ánimo repentino producido por el estrés puede llevarte, en el peor de los casos, hasta el suicidio
El lujo y el glamour que rodea la vida de los famosos personajes esconden muchas veces terribles revelaciones. Sus admiradores envidian sus amistades, su tren de vida y sus vacaciones, pero lo que no trasciende a menudo es que, como el resto de los mortales, ellos también pueden ser víctimas de todo tipo de enfermedades, entre ellas algunas con estigma histórico, como las dolencias mentales que muy pocos se atreven a confesarlo.
Es que a medida que se mueven en un ambiente de mucho trabajo y estrés, la presión a lo que son sometidos estas personas generan cuadros depresivos y cambios de estado de ánimo repentino y sin ningún aviso. Es en esos momentos en que se manifiesta la enfermedad, que genéticamente llevaban dentro, que cualquier persona puede sufrir aparecidas las condiciones.
El trastorno bipolar afecta aproximadamente a 100 millones de personas en todo el mundo. Sin embargo esta enfermedad está sin diagnosticar, por lo que este número puede ser incluso mayor. Lo más grave de todo ello, es que el 20% de los que sufren esta enfermedad al menos una vez han intentado suicidarse.
El trastorno bipolar no distingue raza ni condición social, reconocidos artistas de Hollywood tanto de la música, radio y la televisión, poco a poco han salido a reconocer que sufren de bipolaridad, y por su trabajo han tenido que acostumbrarse a convivir con este mal.
Según la revista “Hollywood Reporter” los primeros artistas que reconocieron que padecen este mal fueron el actor Mel Gibson y la actriz Carrie Ficher. A esta lista poco después se sumaron la conocida cantante de pop Britney Spears, de quién según se sabe lleva nueve años de tratamiento por la misma causa, aunque ella le cuesta admitir que padece esta enfermedad. Cosa muy contradictoria es la de su colega Sinead O·Connor de quién se sabe se atrevió a hablar abiertamente de su caso en el diario “The Guardian”, en donde manifestó que no tiene ningún problema en reconocerlo. De hecho, la lista de artistas con desorden bipolar es tan larga que hay quienes sostienen, como la psicóloga Kay Redfield en su libro “Touchead by fire”, que esta enfermedad tiene una conexión directa con el talento artístico, aunque tal aseveración aún viene siendo investigada.
Aquí le presentamos algunos casos de famosos que sufren de trastorno bipolar:
Catherine Zeta-Jones.- Haber ganado el Oscar como la Mejor Actriz en “Chicago”, no le fue impedimento para ella internase por voluntad propia en una clínica de salud mental en Londres para tratarse de los trastornos bipolares que padece desde que era una adolecente. Al parecer su situación empeoró después que a su esposo Michael Douglas le diagnosticaran que padecía de cáncer en la garganta.
Demi Lovato.- La juventud va de la mano con la enfermedad. A sus escasos 18 años, la cantante y actriz concedió una entrevista a la revista “People” donde declaró que recientemente había abandonado una clínica de rehabilitación por problemas de bipolaridad. La joven también confesó que desde pequeña sufría de trastornos como la anorexia y la bulimia, además desde los once años se cortaba distintas partes del cuerpo.
Mel Gibson.- El actor y director confesó por primera vez, en el documental “Acting Class 1977”, que había sido diagnosticado con trastorno bipolar. Según el psicólogo Carole Liberman, Gibson muchas veces uso ese diagnóstico “para justificar sus arranques de violencia y narcisismo”.
Britney Spears.- Cuando en el 2008 se encerró en un hotel junto a su hijo, Jayden James, de un año, y fue llevada posteriormente al Centro Médico Cedars-Sinai, de Los Angeles, sus familiares explicaron que la “Princesa del Pop” padecía de un cuadro psicológico bipolar. Aunque no se hizo público su diagnóstico, los episodios maníacos que tuvo por años lo confirmarían.
Ari Telch.- La ex pareja de famosas como Ninel Conde, Kate del Castillo y Lorena Rojas admitió padecer de trastorno bipolar luego de permanecer en una clínica psiquiátrica en México. El actor de telenovelas confesó que tanto el trastorno como sus problemas de alcoholismo le han costado sus relaciones personales y su carrera profesional.
Elizabeth Taylor.- La desaparecida estrella también tuvo problemas con esta enfermedad y se cree que sus episodios depresivos fueron la principal causa de sus múltiples fracasos matrimoniales. Aunque nunca se confirmó, hay fuentes que afirman que la actriz fue diagnositicada con trastorno bipolar. Otro de sus posibles síntomas: su adicción al alcohol.
Jim Carrey.- El comediante de “La Máscara”, confesó que sufre de depresión y agresión, síntomas propios del trastorno bipolar. Hace tiempo contó que hubo momentos que no hacía nada más que llorar. Durante uno de sus puntos más bajos, admitió haberse automedicado para poder cumplir con sus contratos ya firmados.
Russell Brand.- El marido de Katy Perry ha sido diagnosticado con trastorno bipolar y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (ADHD). El actor ha luchado contra la drogadicción y el comportamiento errático, cosa que ha logrado controlar con el diagnóstico y tratamiento de su mal. Admitió que cuando no estaba en sus episodios de manía era muy nervioso e inseguro.
Ben Stiller.- En muchas entrevistas, el comediante de “Loco por Mary” ha admitido sufrir de trastorno maníaco-depresivo, un mal que según él, corre en su familia. Pero luego, en otras entrevistas negó tener el trastorno. Lo que sí está claro: sus padres han recibido tratamiento por males similares.
Ozzy Osbourne.- El cantante de Black Sabbath era famoso por sus terribles rituales durante sus conciertos. Decapitaba murciélagos y sacrificaba animales frente a su público. Luego se reveló que estos episodios podrían ser manifestación de depresión severa por un trastorno bipolar. Sus pensamientos suicidas se reflejan en muchas de sus canciones, sin embargo, no se ha confirmado su padecimiento.
Linda Hamilton.- A pesar de su papel rudo como “Sarah Connor” en “Terminator”, la actriz, de 54 años, reconoció en público, en el 2004, que el trastorno bipolar la ha llevado a sufrir la descomposición de su familia.
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