Según un informe de la UNODC, en nuestro país el tráfico de Insumos Químicos, materia prima para la elaboración de cocaína y otras drogas, ha ido en aumento en estos últimos años, sin que el Estado haga algo al respecto. ¿Qué hacer para detener este problema?
Debido a una serie de factores medioambientales que favorecen al sembrío de coca, materia prima para la fabricación de una serie de drogas, esto sumado a un ineficiente sistema de control de insumos químicos por parte de los últimos gobiernos, han hecho que hoy seamos el primer productor de hoja de coca y cocaína del mundo dejando en el segundo lugar a Colombia.
De acuerdo con el informe de junio del 2011 presentado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito – UNODC, en nuestro país se producen alrededor 129,500 TM de hojas de coca. Tomando en cuenta que el consumo legal de este producto es de alrededor de 9,000 TM, está claro que cerca de 120,500 TM se van para el narcotráfico.
Estos excedentes son usados para la elaboración de cocaína, que es un alcaloide que se encuentra puro dentro de la hoja de coca y que mediante un proceso que requiere de varias sustancias químicas (ácidos, solventes, bases, etc.), son extraídos hasta que adquiere la forma final de clorhidrato de cocaína.
Esto explica el por qué del desvío de insumos químicos y productos fiscalizados hacia el narcotráfico sea abundante.
De acuerdo con la Policía Nacional del Perú, más de 39 millones de kilogramos de sustancias químicas serían desviadas anualmente del mercado formal al narcotráfico para ser empleados en la elaboración de drogas ilícitas.
El año pasado la policía a pesar de sus limitaciones incautó 1.053 TM de Insumos Químicos (IQ) cercanos a las pozas de maceración. Estos golpes al narcotráfico si bien se puede considerar un logro en términos de una operación policial para los especialistas resulta ineficiente para acabar con esta problemática lo que demuestra lo complejo y multidimensional de esta situación.
Deficiente control de insumos
Para el experto en temas de narcotráfico, Jaime Antezana, la única solución que se puede dar al problema es la de una lucha frontal contra la venta ilegal de insumos químicos y contra el lavado de activos.
De acuerdo con el especialista, en el Perú se necesita alrededor de mil 300 millones de dólares para hacerle frente a este flagelo – pero eso parece no ser escuchado por el actual gobierno que solo ha destinado 120 millones, presupuesto que es insuficiente para un trabajo eficaz. “Aquí tienen que trabajar de forma conjunta la Policía, Sunat, Inteligencia Financiera, entre otras. No es posible que los insumos lleguen a las pozas de maceración sin haber sido detectadas anteriormente – eso es inconcebible. Lo que se tiene que hacer es instalar garitas móviles a lo largo de las rutas de la droga”, sostiene.
Últimamente el Gobierno ha anunciado una serie de reajustes en su política de lucha contra el lavado de activos. Según algunas fuentes estas incluirían un mayor control tributario por parte de la Sunat.
Para Antezana solo a través de una buena fiscalización de los tributos se podrá detectar a los contribuyentes o empresas que presentan desbalance patrimonial y, a partir de allí, iniciar las investigaciones.
Falencias en el aspecto penal
Otro de los aspectos importantes de esta cadena ilícita es el papel del Poder Judicial en la escala de sanciones para quienes transportan y comercializan IQ de forma masiva sin poder justificar su uso y manipulación. La Ley 29251 que se encuentra vigente establece que se puede vender estas sustancias en envases de 1 a 2 litros, sin mencionar los topes para uso doméstico como por ejemplo el caso del ácido muriático. Otro punto importante es que no se tiene un registro sobre la importación y la exportación – es decir nadie sabe cuanto y quién comercializa este tipo de productos, haciéndose todo un misterio su destino.
Con respecto a la multa, ella está fijado en 2 UIT (7.300 soles), monto insuficiente que no constituye impedimento alguno para que las empresas dejen de operar.
Para el abogado Freddy Rojas, estos son vacíos que saltan a la vista y que entorpecen la labor del Estado. Según el letrado, actualmente no se cuenta con una sola sentencia condenatoria por tráfico de IQ y solamente existen sentencias por TID (Tráfico ilícito de drogas). “Acá se requiere de una urgente aplicación del uso de pruebas indiciarias en los procesos de IQ para poner el énfasis de la prueba sobre el uso y posesión de estos insumos sobre el inculpado”, refiere Rojas.
Empresas por regiones
De acuerdo con un último estudio de la UNODC, se han detectado empresas-en su mayoría en el interior del país- que están registradas como personas naturales – creando una serie de sospechas sobre sus verdaderas actividades. Una de las regiones donde más se ha localizado esta irregularidad es Huánuco, en donde se han identificado 70 empresas de las cuales 65 son personas naturales con RUC, es decir, empresas unipersonales.
La UNODC citando fuentes de la policía señala que el requerimiento anual estimado para estas 65 empresas de personas naturales ubicadas en las provincias de Leoncio Prado y Huánuco es de 123 TM al año. Sin embargo se tiene conocimiento que los volúmenes de compra, por ejemplo, del ácido muriático, superan la demanda del mercado legal como para justificar su adquisición.
Por su parte en Ucayali, existen 45 empresas cuyas actividades corresponden mayoritariamente a la utilización y la transformación. 17 de estas compañías transformadoras están ubicadas en la ciudad de Padre Abad, y corresponden a empresas unipersonales o de personas naturales con RUC pero muestran requerimientos anuales de 62TM (entre 1,800 y 2,400 Kg al año por persona).
De acuerdo a los resultados de PRELAC (Prevención del Desvío de Sustancias Precursoras de Drogas en América Latina y el Caribe) se requiere de 5 Kg de ácido sulfúrico para la obtención de 1 Kg de Clorhidrato de Cocaína. En tal sentido, con 123 TM de ácido sulfúrico se obtienen 25 TM de clorhidrato de cocaína y con 62 TM de ácido sulfúrico se obtienen 12.4 TM de clorhidrato de cocaína.
La capital de Leoncio Prado es Tingo María y la capital de Padre Abad es Aguaytía, ambos son centros urbanos que han tenido un fuerte crecimiento en las últimas dos décadas debido principalmente a la economía ilícita de la cocaína.
Entre tanto la flota de vehículos urbanos registrados en estas dos ciudades se compone principalmente de mototaxis, los cuales tienen una necesidad de ácido sulfúrico para baterías muy inferior a las TM antes mencionadas.
CIFRAS:
1.- En el 2011 según la DIRANDRO, se incautaron a nivel nacional alrededor de 28 TM de Ácido Sulfúrico.
2.- Las zonas intervenidas están dentro de las 14 regiones en donde se cultiva la hoja de coca.
3.- Entre los IQ más conocidos están: Ácido sulfúrico, Acetona, Carbonato de sodio.
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