En la mañana del 14 de junio de 1982 jamás podrá borrarse de la memoria del periodista argentino Diego Pérez Andrade, corresponsal del diario La Nación de Argentina en Las Malvinas. Ese a día a golpe de 11 am, el silencio y el desconcierto se apoderaron de la isla – minutos más tarde, una noticia invadía toda la isla – la guerra se había terminado. El presidente Fortunato Galieri anunciaba la rendición de Argentina y por ende la guerra se había perdido. “Se terminó todo. Al mediodía se firma el acuerdo en que nosotros entregamos Las Malvinas a los ingleses” escuchaba el periodista Diego Pérez a uno de los capitanes argentinos que conversaba por teléfono con otro oficial.
Esa versión se confirmó cuando alrededor de las cuatro de la tarde el periodista asoma por la ventana de su cuarto al escuchar pasos que no eran comunes en la zona – en ese momento presenció un desfile de militares ingleses, que fusil en mano caminaban gallardamente – dando signos de triunfo y alegría.
“El Universal” conversó telefónicamente con el periodista – hoy jubilado y estas son sus respuestas.
- ¿Recuerdas el día en que se asigna la difícil comisión de cubrir la guerra?
- Lo recuerdo como si fuera ayer. Un día el director del periódico entro a la redacción y en voz alta dijo. ¿Quién habla inglés?. En ese momento todas las miradas se centraron en mí y en ese momento me entró se me escarapelo todo el cuerpo y supe que iba a ser el elegido.
- ¿Cómo fue la travesía hacia Las Malvinas?
- Nos recogieron de madrugada y no llevaron a una base militar a las afueras de la Buenos Aires – ahí nos esperaba un Fokker F27 de Aerolíneas Argentinas, que no tenía asientos y que estaba lleno de soldados y oficiales de la brigada de infantería del Ejército. Llegamos a eso de la cuatro de la tarde a la isla. Los termómetros marcaban -5º, haciendo que nuestros labios se partiesen y que nuestras extremidades se debilitaran por el frio extremo.
- ¿Es verdad que los soldados pasaban penurias: no tenían armas ni planeamiento estratégico – a eso se le sumaba que se morían de frio y hambre?
- Esa información la hicimos pública después que acabó la guerra debido a que estuvimos prohibidos de hablar de este tema. Todo lo veíamos y escuchábamos era información reservada para uso interno, aunque nos sentíamos conmovidos por el estado de la tropa y lo mal que la estaban pasando – no podíamos hacer nada al respecto.
-A casi 30 años, ¿qué sentimientos tiene hoy por la guerra?
-Como toda guerra perdida, es muy triste. Uno puede cubrir varios conflictos, como yo que estuve en la zona de Cachemira, donde la India y Paquistán se pelean desde hace años, pero se vive sin problemas porque no es una guerra propia. El asunto es cubrir una guerra de tu país y que se pierda de esa manera. Sobre todo porque se vivió con mucho entusiasmo y fervor.
- ¿En el Perú se recuerda que se enviaron aviones caza bombarderos a Las Malvinas que incluso se cambiaron las matrículas para que pareciesen argentinos?
- Si eso es cierto. Nosotros recibimos información que el vicepresidente de la Argentina estaba en el Perú pidiendo un apoyo militar para poder hacer frente a la guerra. Llegaron a la base de Tandil y de ahí partieron hacia Las Malvinas los 10 Mirage M5 que eran una verdadera maravilla. Tenían una velocidad impresionante – casi era imposible poder divisarlos a simple vista, estaban dotados con unos misiles aire tierra AS – 30 que según información oficial habría servido para hundir 3 buques ingleses de los 8 destruidos.
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