Quien mejor que Patsy Adolph, una periodista con 28 años de experiencia, para hablar del terrorismo. Precisamente en su libro titulado “La Flaca”, Adolph con un lenguaje muy ameno nos cuenta las peripecias que tuvo que vivir ella en diferentes partes del país para cubrir una serie de acontecimientos que marcaron su vida.
-¿Qué tan difícil fue hacer periodismo en la época del terrorismo?
-Más que difícil era bien riesgoso, aunque te confieso que en esa época la adrenalina por hacer periodismo era inigualable. Imagínate que si algo te pasaba apenas te llevaban al hospital para al día siguiente seguir con tus comisiones. Hoy eso ha cambiado, ahora veo que los reporteros se lo llevan fácil sin que ello signifique desmerecer su trabajo.
-En la década de los 80 y 90 la mayoría de las personas del interior del país vivían una encrucijada. Por un lado, estaba las Fuerzas del Orden que los acusaba de ser colaboradores y por otro tenías a Sendero afirmando que eran unos traidores y que por ello merecían morir. ¿Cómo vivía el periodista esa situación?
-A mí nadie me puede negar que lo que se vivió en muchas partes del país durante esos años fue una guerra. Como todo conflicto armado la peor parte la vivieron los que nada tenían que ver con este problema. Y en medio de toda esa situación de injusticia estaba el periodismo.
-¿Los senderistas se metían con la prensa?
- Con algunos sí. En mi caso nunca se metieron conmigo porque siempre he sido imparcial y eso que he caminado por las zonas más bravas y candentes del Perú. Mi trabajo era informar, nada más, yo no opinaba como otros. Felizmente eso lo entendieron muy bien los senderistas.
-¿Cuál era la relación del Ejército contigo como periodista en ese entonces?
- En mí caso siempre fue muy cordial, es más siempre he trabajado estrechamente con ellos porque sabían de mí trabajo, en líneas generales no me puedo quejar.
-¿Pero con la prensa en general como fue?
-Lo que pasa es que como periodista que eres debes saber manejar tus emociones y tus opiniones; yo particularmente siempre le caía bien a todos y tanto es así que cuando llegue a Huamanga a entrevistarme con un general, los del Ejército me atendieron de los mejor, dejando de lado a colegas de El Comercio y Caretas.
- Para nadie es un secreto que los medios muchas veces hacen un pacto con el gobierno de turno para así poder trabajar mejor y tener las exclusivas. Bajo esa línea, los canales durante el primer gobierno de Alan García tuvieron un acuerdo, que sin embargo no duró mucho. ¿Sabes por qué?
-Eso fue porque una vez hubo una bomba en la Plaza Bolognesi y el Presidente Alan García mandó a decir que “nadie diga nada”. Sin embargo, a pesar de esa orden expresa un canal de la competencia sacó al aire esa nota que nosotros mandamos archivar. Producto de ese hecho el pacto con el gobierno de ese entonces se rompió.
-El problema de esa época no solo era Sendero sino también el narcotráfico. ¿Cómo manejó esa situación?
- Con mucha pinza. Ya que a diferencia de los terroristas que luchan por un ideal (ya sea bueno o malo) los narcotraficantes solo les interesa el dinero, por tanto si chocabas con sus intereses de frente te mandaban a matar.
-Con la llegada del gobierno de Fujimori, la estrategia antisubversiva cambio radicalmente. ¿Tú crees que fue la más acertada?
-Sí, pero en esa época yo no me encontraba en el país (estaba en África). Cuando regrese en el año 2002 el problema del Perú ya no era el terrorismo sino la corrupción y la presión que había contra los periodistas que estuvieron cercanos a ese régimen y a quienes se les acusaron de recibir dinero de Montesinos para apoyar al Gobierno de Fujimori.
-¿Pero no me va negar que hubieron malos periodistas que cayeron a la tentación del dinero?
- Es verdad. Como colega esa situación me apena más aún porque he tenido la oportunidad de conocer algunos de ellos.
MOVADEF
Sentada en su casa junto con sus hijos, dice que como madre de familia le preocupa que el terrorismo vuelva al país. No solo por la ola de muerte y destrucción que deja sino por las huellas que te marca en la vida. Ella misma reconoce que a pesar de los años transcurridos desde que estuvo cubriendo en las zonas de emergencia, aún recuerda el llanto de muchos pequeños al ver a sus padres muertos.
-Hace poco los peruanos hemos podido observar con sorpresa como un grupo de jóvenes de entre 18 y 23 años salieron a las calles a defender al MOVADEF, que como todos sabemos es un partido de fachada de Sendero Luminoso. Tomando en cuenta lo que significó el terrorismo para el país, ¿no crees que sea motivo de preocupación esta situación?
-Eso pasa porque no se enseña en los colegios la etapa del terrorismo en el Perú. Los profesores aún siguen enseñando lo de siempre (San Martin y la proclamación de la bandera) que no digo que esté mal. A mí juicio debe haber un curso especial sobre lo que fue la subversión para el país durante la década de los 80 y 90, para que así los chicos de 15 y 17 años sepan quien fue Abimael Guzmán, Elena Iparraguirre. Asimismo conozcan ¿qué hicieron los senderistas?, ¿qué significa el MOVADEF?
- ¿Si las autoridades de turno no toman cartas en el asunto, podríamos seguir viendo a jóvenes apoyando ideas extremistas?
- Esperemos que el Ministerio de Educación y los gobiernos regionales y locales se preocupen de este tema. Es necesario que tengamos presente los hechos que ocurrieron en el país, sobre todo este que nos costó la muerte de cerca de 70 mil personas.
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