miércoles, 31 de octubre de 2012

Adicción mortal



El consumo del tabaco no solo afecta a las clases medias y altas también a los que menos recursos tienen. Paradójicamente son ellos los que más consumen. Esta realidad agrava la situación de la familia ya que para curar al adicto los hijos tienen que dejar de comer o estudiar lo que ahonda la brecha entre los pobres y no pobres. Se estima que en el Perú mueren 10 mil personas por culpa de los cigarrillos.

El Asentamiento Humano Alto Perú de Chorrillos es uno de los tantos lugares abandonados por el Estado. En este lugar vive Lucho junto a su conviviente y menor hija. Desde hace 45 días él no trabaja porque los médicos le han dicho que tiene tuberculosis. 
Carmen la madre de su hija nos cuenta que está preocupada porque lo poco que gana (20 a 25 soles diarios) tiene que invertirlo en el tratamiento de Lucho. 
Carmen que no quiere que tomemos fotos sostiene que la adicción de su conviviente al tabaco se dio por la pérdida de un hijo hace cinco años. “Desde ese tiempo a la actualidad siempre he tenido problemas con él porque gastaba lo poco que ganábamos en comprar cigarrillos. Esta situación se agravó tiempo después cuando comenzó a tomar licor”, dice esta afligida madre.
La triste historia que viene afrontando Lucho lamentablemente no es la única. Un estudio realizado por Cedro en el 2011 confirma que en el país existen muchas personas que a pesar de ser pobres o muy pobres son empedernidos fumadores. 
¿Pero qué empuja a una persona que apenas tiene para vivir a gastar su dinero para irse a comprar un cigarrillo?
Para la psicóloga de Cedro Carmen Barco, son muchas las razones que podrían explicar este tipo comportamiento. Una de ellas, dice, es la compra por unidad a pesar que está prohibida por ley que da la sensación de no gastar demasiado. Otro aspecto se relaciona a los altos niveles de adicción que presentan los fumadores.
Estudios hechos en el extranjero comprueban que el tabaco es una droga que causa una de las adicciones más difíciles de tratar, inclusive más fuerte que la heroína o que el alcohol.
Si bien son conocidas las consecuencias que generan a la salud el consumo del cigarrillo, es precisar señalar que cuando existe un adicto en la casa se ven afectados otros aspectos. Por ejemplo, la nutrición y la educación que en las personas de bajos ingresos económicos contribuyen a ensanchar aún más la distancia que separa a pobres de los no pobres. Asimismo la familia está expuesta a graves pérdidas económicas ya que deben invertir su tiempo y escasos recursos para cuidar al fumador enfermo. 
Ante este panorama, ¿qué viene haciendo el Estado para revertir esta situación?
Según Barco si bien el Estado está desarrollando una serie de acciones de control de tabaco, aún estas son insuficientes frente a las que la industria del tabaco desarrolla para promover el consumo de sus productos en el país.
“Es importante que el Estado tenga un área específica de control de tabaco, que cuente con los recursos humanos y financieros para afrontar más integralmente el problema, incluyendo el de contar con información actualizada respecto a todos los impactos que el problema del tabaquismo implica”, sostiene la especialista.
Desde el año 2000 el Estado no cuenta con datos oficiales sobre este problema, algo que preocupa realmente. Por ejemplo, se desconoce cuántos peruanos fallecen como consecuencia del tabaco. La última cifra que se tiene hacía referencia que 9,000 personas al año morían por enfermedades relacionadas al cigarrillo. Hoy se habla de 10,000.
Otro tema que se ignora es la recaudación que se obtiene de las tabacaleras, así como el destino de todo ese dinero. No se sabe si es utilizado en su totalidad para promover campañas de educación para la salud y financiar medidas de control de consumo de tabaco, o es destinado a otros fines. 
Sobre los precios e impuesto a los cigarrillos, la especialista de Cedro señala que pese a que  en enero del 2010 la tasa impositiva aumentó, incrementándose el impuesto selectivo en 0.07 nuevos soles por cigarrillos; la presión fiscal  (y los precios de los cigarrillos) sigue siendo uno de los más bajos de la región. 
Datos obtenido por la Organización Mundial de la Salud señalan que el Índice de Asequibilidad de los Cigarrillos (IAC) disminuyó de 3.46 a 3.05 entre los años 2007 al 2010, haciendo más baratos los cigarrillos en el Perú, con la consiguiente repercusión en su consumo. 
Carmen Barco sostiene que como parte de las medidas integrales que se requiere tomar, es necesario contar con una política integral que contemple ajustes periódicos, para lograr que el precio de los cigarrillos se incremente y los vuelva inaccesibles a la población, además de que lo recaudado al cien por ciento se revierta a programas relacionados al control de tabaco.
Las mujeres
No solo los hombres en pobreza son asiduos fumadores, también las mujeres sufren sus consecuencias. 
Este cambio en los roles se debería a que cada vez las mujeres son más independientes y que en el caso de las que no son pobres se agregaría el hecho de los factores sociales y culturales que surgen a partir de la modernización. 
Sin embargo, para la especialista de Cedro la razón principal está en las estrategias de marketing que usan las tabacaleras para incentivar el deseo universal de la mujer de ser independiente y libre, más seductora y bella.
En nuestro país, hay mujeres que señalan que el “único lujo” que se permiten, es el fumarse un cigarrillo, ello porque las campañas durante décadas han promovido también aspectos relacionados con el estilo de vida y al tabaco como mecanismo de manejo de estrés y tensión.
El gobierno consciente de esta realidad dio una norma para prohibir la publicidad del consumo del cigarrillo en medios masivos de comunicación, en instituciones de salud y educación, en todo tipo de eventos deportivos y en prendas de vestir y accesorios, sean éstas para regalo, venta, canje o promoción.  Sin embargo se permite en diarios, revistas y a través de otros medios.
“Al permitirse publicidad a través de estos  otros medios y supuestamente únicamente dirigida a mayores de edad, se intenta crear un entorno en el cual el consumo de tabaco es familiar y socialmente aceptable y se desacreditan las advertencias sobre las consecuencias del tabaco para la salud”, advierte Carmen Barco.   
No cabe duda que en el Perú se requiere dé una legislación que prohíba toda forma de publicidad, promoción y patrocinio de productos de tabaco ya que es el único método probado que tendrá un impacto en la reducción del consumo en general.   

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