Mientras las eliminatorias para clasificar a la Copa del Mundo de Brasil 2014 avanzan sin contratiempo, en la tierra de “Pelé” existe una gran preocupación por el atraso de las construcciones de varios estadios que según medios brasileños no alcanzan en su conjunto ni el 50% de avance de obras.
Esta situación ha hecho que muchas instituciones como la FIFA y personajes como Pelé hayan expresado públicamente su molestia.
Últimamente Pelé dijo a un medio internacional que Brasil no solo tiene que ser bueno en las canchas sino también fuera de ellas.
Tomando en cuenta que la construcción de un estadio como pide la FIFA para un evento de esta naturaleza toma 30 meses, y faltando solo 42 meses para el inicio de la Copa del Mundo, la preocupación es comprensible, más aún cuando se sabe que una obra siempre está expuesta ha imprevistos.
De acuerdo con las autoridades, el retraso se debería a la demora de los desembolsos y al poco interés mostrado por los postores para realizar las obras.
De los 12 estadios contemplados para la Copa del Mundo, cinco de ellos tienen atrasos muy considerables. Así, por ejemplo, en Natal, Manaus y Curiabá se observa que la infraestructura apenas tiene un avance físico del 30, 40 y 50 por ciento.
La preocupación de las autoridades brasileñas como del común de la gente por el atraso de la construcción de los estadios de la infraestructura del transporte, de los hoteles y las telecomunicaciones no solo se circunscribe al tema de la Copa del Mundo sino también al torneo de la Copa de Confederaciones que en junio del 2013 se llevará a cabo en Brasil.
Como subsedes de la Copa de las Confederaciones, la FIFA escogió en forma provisional las ciudades de Salvador, Recife, Brasilia, Belo Horizonte, Fortaleza y Río de Janeiro, aunque la decisión final será tomada a fin de año, en función del estado de las obras.
Esas seis ciudades, junto con Cuiabá, Curitiba, Manaus, Natal, Porto Alegre y Sao Paulo, acogerán la Copa del Mundo del 2014.
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