El número de adolescentes embarazadas no disminuye en el país a pesar de los esfuerzos de las autoridades. ¿Qué está pasando? ¿Será que no estamos abordando el problema de manera global?
Como ya viene sucediendo desde algunos años atrás, el Ministerio de Salud realizó en todo el país del 21 al 28 de setiembre la Campaña de Prevención del Embarazo Adolescente.
Esta última campaña a diferencia de las otras tuvo un hecho relevante. Y es que a pesar de los esfuerzos que vienen realizando las autoridades gubernamentales los índices de adolescentes embarazadas no se han reducido. Por ejemplo, en las regiones de la selva la tasa aún continua fluctuando entre el 28 y 30%.
Esta preocupante realidad ha llevado a organismos como el Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (PROMSEX) a señalar que el país no está manejando adecuadamente el tema del embarazo entre las adolescentes, debido a que el Ministerio de Salud no tiene a la fecha políticas adecuadas que estén encaminadas a la atención integral de este problema.
Tanto PROMSEX como Flora Tristán consideran que existen intereses egoístas muy poderosos que no están permitiendo que sectores como Salud, Educación y gobiernos regionales tengan una respuesta contundente a esta problemática.
En el Perú según la Encuesta Nacional de la Juventud (2011) un 72,3% de adolescentes se inician sexualmente entre los 15 y 19 años de edad, y el 11,5% entre los 12 y 14 años edad; por lo tanto, el inicio sexual temprano es una realidad a la cual el Estado no puede ni debe darle la espalda.
Actualmente los adolescentes no pueden acceder a los servicios de información ni tampoco a los métodos anticonceptivos ya que existen barreras legales las cuales impiden que se les proporcione estos servicios, barreras que se expresan en la penalización de las relaciones sexuales consentidas entre adolescentes (Art. 173 inciso 3 del Código Penal) y el condicionamiento de la atención al acompañamiento de sus padres (Art. 4 Ley General de Salud).
Esta situación sumada a la falta de confianza que tienen los menores para tratar estos temas con sus padres, toda vez que la realidad nos dice que un buen número de las violaciones sexuales y embarazos no deseados se han dado en el seno del hogar, han hecho que las adolescentes-sobre todo los de menores recursos- busquen información y apoyo entre sus amigos mayores, muchos de los cuales no saben cómo orientar a las menores
Consecuencias
El embarazo adolescente no es un cuento de hadas, asegura Brenda Álvarez de PROMSEX. Según la abogada afecta seriamente la vida de la menor. Así que si estas pensando en iniciar tu vida sexual debes tomar en cuenta que la mayoría de las chicas que quedaron embarazadas tuvieron que dejar la escuela para no ser objeto de burla o del qué dirán. Por ejemplo en Iquitos, el 66,9% dijo no haber concluido los estudios primarios.
Asimismo la vida sexual temprana trae consigo que la o el adolescente se exponga a contraer una serie de enfermedades venéreas, y lo que es peor: hasta el sida.
De acuerdo con reportes del MINSA, hasta diciembre del 2010 uno de cada 20 adolescentes había contraído una enfermedad de transmisión sexual, y de esta cifra cinco se contagiaron de sida.
En lo laboral, las adolescentes madres deben realizar trabajos menores y mal remunerados, lo que afecta sus posibilidades de desarrollo y de sus hijos.
El embarazo de la adolescente genera también un problema en el seno de la familia. Se sabe que muchos padres indignados por lo acontecido echan de sus casas a sus hijas, exponiéndolas de esa manera a que ellas tengan cuadros de depresión que muchas veces la llevan al suicidio.
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