Durante años se ha debatido en muchos países la utilidad de los programas de escrutinio para detectar cáncer de mama: algunos dicen que son beneficiosos, otros que causan daño, principalmente debido a los diagnósticos falsos positivos.
Ahora, una amplia revisión llevada a cabo en Europa concluyó que los beneficios de estos programas, que involucran principalmente el uso de mamografías, superan a los riesgos.
La investigación publicada en Journal of Medical Screening revela que por cada diagnóstico falso positivo -que conduce al tratamiento innecesario de una mujer- se salva la vida de dos mujeres.
Según el estudio, llevado a cabo en la Universidad Queen Mary de Londres, por cada 1.000 mujeres sometidas a mamografías se salvan hasta nueve vidas.
Se sabe que, con el cáncer, en cuanto más temprano se detecte la enfermedad mejor será el resultado. Y hasta ahora la mejor forma de detectar un tumor de mama en sus primeras etapas es con una mamografía.
Cuando se detecta un tumor peligroso con una mamografía se incrementa la probabilidad de supervivencia de una mujer.
Pero las mamografías también detectan bultos que pueden ser inocuos y que, sin embargo, provocan que una mujer sea sometida a tratamientos, cirugías o ansiedad innecesarios.
Por eso desde hace tiempo se debate en muchos países el papel de estos programas para la reducción de la mortalidad de la enfermedad.
Salvan vidas
Los investigadores evaluaron la efectividad de 26 programas de escrutinio en 18 países que habían involucrado a 12 millones de mujeres entre 2001 y 2007.
Los resultados mostraron que por cada 1.000 mujeres sometidas a mamografías cada dos años, desde los 50 años de edad hasta los 69, se salvan entre siete y nueve vidas y se diagnostican cuatro falsos positivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario