Los datos del último reporte de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) sobre el Monitoreo de Cultivos Coca en el Perú del 2011 ha generado diversas dudas entre los entendidos de la materia.
Para Jaime Antezana, experto en temas de narcotráfico y seguridad, los argumentos dados por los representantes de ese organismo no se ajustan a la verdad porque no se han tomado en cuenta la resiembra de coca que se da después de la erradicación.
Según Antezana hay cifras que sorprenden como la de Cajamarca y el Cusco. En el caso de Cajamarca, dice, que no es posible que las áreas de coca se hayan reducido en un 18% cuando las investigaciones que viene realizando desde el mes de marzo último señalan que en siete de las ocho provincias de esa región se han registrado incrementos de cultivo.
Respecto al Cusco, agrega que esta región no puede haber tenido un crecimiento de cultivos de coca de tan solo 5% cuando en una sola localidad se ha registrado un aumento de casi 75% de cultivos de coca.
De acuerdo con el experto, para asegurar que en esa región la extensión de coca solo fue de 5% tendría que haberse erradicado las demás zonas de producción de coca, como Yamatile, Calca, La Convención y el valle de Lares. “Pero como todos sabemos, en el Cusco no habido ningún tipo de erradicación”, sostiene.
Por estas razones, Antezana considera que lo más cierto es que los cultivos de coca en el país durante el 2011 hayan llegado a las 64,400 hectáreas y no a 62,500 como quieren hacernos creer, lo que significa que hemos superado a Colombia en número de hectáreas.
De acuerdo con el informe de la UNODC, Colombia tuvo en ese mismo año 64,000 áreas de cultivo de coca.
Por su parte Pedro Yaranga, experto en temas de terrorismo, también considera que los datos dados por la UNODC sobre esta materia no reflejan la realidad. Por ejemplo, dice, no se habla nada de los almácigos que están en el Huallaga, el Vraem y las fronteras.
A su juicio lo que se quiere hacer ver es que gracias a los programas de desarrollo alternativo y los trabajos de erradicación que realiza el CORAH se ha logrado impedir que las áreas de coca se incrementen de una manera alarmante en el país, cuando la realidad nos dice que estas no han tenido los resultados que sus mentores esperaban.
Todos pueden opinar
Los comentarios de los llamados analista solamente son eso, opiniones, que todos tienen derecho de hacerlo, dice Federico Tong, asesor de la UNODC.
”Cuando se dio a conocer los resultados del Monitoreo de los Cultivos de Coca en Colombia muchos dijeron una serie de cosas, Perú no tendría por haber sido la excepción”, sostiene.
Un dato relevante de este informe, es que a diferencia de años anteriores, la Región Loreto ha experimentado un incremento importante de áreas de cultivo de coca, básicamente por la demanda existente en el Brasil. El ejemplo más palpable de ese crecimiento se viene dando en la localidad de Caballococha, donde la extensión de áreas de coca se elevó de 1,040 hectáreas en el 2010 a 2,010 hectáreas el año pasado. Esto quiere decir que casi se duplicó la extensión de este cultivo en esa provincia.
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