Luego del triunfo electoral del último domingo, ahora el reto del presidente reelecto Hugo Chávez es acomodar su revolución bolivariana a la nueva lectura que el panorama político de su país acaba de señalarle. ¿Tendrá la disposición para hacerlo?
“Venezuela más nunca volverá al neoliberalismo, seguirá transitando hacia el socialismo bolivariano del siglo XXI”, afirmó Chávez el último domingo.
El concepto de “socialismo del siglo XXI” ha dado por años material para largos debates. El espectro de opiniones va de quienes piensan que se trata de algo verdaderamente revolucionario, hasta quienes lo consideran simplemente trasnochado.
Lo cierto es que pocos podrían discutir que Venezuela no es el mismo país que eligió por primera vez a Hugo Chávez como presidente hace 14 años.
Desde una nueva Constitución con cinco poderes en vez de tres, hasta una reforma que permitió la reelección en forma indefinida, son muchas las instituciones que se han visto transformadas al paso de la llamada revolución bolivariana.
Pero en 2007, el intento por una reforma constitucional más amplia, que allanaba el camino a reformas políticas y económicas más profundas, fue frustrado por el voto adverso de la mayoría de los venezolanos, consultados en referendo.
La reelección le da Chávez un nuevo impulso para llevar a cabo estas reformas, libre, como se encuentra, de la presión impuesta por la necesidad de medirse de nuevo en elecciones por otros seis años.
Pero, como ocurrió en 2007, cualquier cambio por la vía de una reforma de la Carta Magna tendría que contar con la aprobación de los venezolanos. Y más de 6.000.000 de ellos - que votaron ese domingo por la oposición - están en la acera de enfrente.
Uno de los argumentos esgrimidos con más frecuencia por los descontentos, y que se cree detrás del crecimiento de la oposición, son los problemas que afectan aspectos básicos de la calidad de vida de los venezolanos. El mismo Chávez reconoció en la campaña que es su punto débil, aunque no lo consideró el más importante.
Algunos consideran que el nuevo período presidencial de Hugo Chávez será definitorio para la posición que el país ocupará en los foros y la comunidad internacional.
Así tenemos que para la internacionalista Elsa Cardozo, a Chávez le será complicado continuar con las políticas de subsidio petrolero a naciones menos favorecidas y de apoyo a países controversiales, más aún en tiempos que muchos dudan que la billetera estatal esté lo suficientemente abultada como para mantener contentos a toda esa gente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario