Escribe: Jesús
Pretto Mejía (*)
En las últimas elecciones
presidenciales del año 2011 teníamos dos alternativas para votar, ya que a la
segunda vuelta llegaron los candidatos Ollanta Humala y Keiko Fujimori. En este
nuevo proceso electoral que se aproxima, ¿ya tiene definido un candidato o lo
pensará cuando esté yendo a votar?
Como ciudadano, considero que emitir un voto no es algo tan sencillo, pues no es solo un deber, sino que esta decisión debe ser reflexionada con mucho tiempo de anticipación ya que elegiremos a la persona que nos gobernará durante el próximo quinquenio.
En los últimos años lamentablemente no han existido los candidatos idóneos que nos generen confianza para brindarles nuestro apoyo; por tanto, la incertidumbre de equivocarnos en la elección, vive en nuestra mente.
Conocemos a los postulantes, los de siempre, quienes esperan para que le demos una nueva oportunidad para gobernar a pesar de los errores que cometieron en el pasado. Así tenemos a Alan García, Alejandro Toledo, etc.
Además de los ya conocidos, en esta oportunidad han aparecido otros candidatos con nuevas propuestas; tales como el exministro de economía, Pedro Pablo Kuczynski, el exgobernador regional de La Libertad, Cesar Acuña, Ántero Flores-Araáoz, Verónica Mendoza; que deberán de conquistar a los votantes con un actuar transparente y dentro del marco de la legalidad; así como con propuestas claras y viables, para inspirar confianza y seguridad. Un auténtico cambio en el destino de los menos favorecidos de nuestra patria, y fortalecer lo que hemos logrado con el tiempo.
Una pregunta que seguro ronda por la cabeza de varios ciudadanos: ¿Será que estos rostros relativamente nuevos en la política peruana darán el giro que el país está demandando desde hace varios años? ¿O una vez más quedaremos desilusionados?
Desde mi punto de vista, como un ciudadano y futuro votante responsable, no creo que ninguno de los postulantes que figuran en las encuestas, de los conocidos de siempre y los relativamente nuevos, sean los candidatos idóneos para gobernar nuestro país; ¿por qué?
La experiencia nos dice que ni bien llegan al poder cambian la humildad por la ambición, y muchas veces se sienten intocables hasta por la propia justicia.
Frente a esta encrucijada, qué hacemos.
Estamos a cinco meses de las elecciones, tiempo suficiente para reflexionar
sobre los candidatos que nos quieren gobernar.
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(*) Colaborador
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